TEMA 13: LENCERÍA, TEMARIO ESPECÍFICO, TEMARIO OPERARIO DE SERVICIOS

TEMA 13. LENCERÍA: TÉCNICAS DE LAVADO, REACCIÓN A LA ACCIÓN DE ÁCIDOS, LEJÍAS, OXIDANTES, TEMPERATURA Y ACCIÓN MECÁNICA.

1.    TÉCNICAS DE LAVADO

El lavado es el proceso de eliminación de la suciedad adherida a un sustrato mediante la acción fisicoquímica de un lavado, preservando las fibras y tintes y dejando el tejido con suavidad. La acción fisicoquímica del baño de lavado se denomina detergencia.

Los puntos más importantes en el proceso de lavado son:

  • La fibra o tipo de tejido, objeto de limpieza.
  • La suciedad
  • El baño de lavado, agua + detergentes o productos químicos.
  • Energía, ya sea mecánica obtenida a través del rozamiento de los tejidos entre sí, o calorífica utilizada para aumentar la temperatura del agua.

Para desarrollar con éxito el proceso de lavado de la ropa, tener en cuenta lo siguiente:

  • No mezclar ropas con distintas necesidades de lavado.
  • No sobrecargar la máquina, ni infrautilizarla.
  • No abusar en el uso de detergentes y suavizantes.
  • Pedir que se hagan revisiones/mantenimiento necesario de las máquinas.

2.    APLICACIÓN DEL CÍRCULO DE SINNER EN EL PROCESO DE LAVADO

El proceso de la detergencia depende de cuatro factores que se esquematizan en el llamado círculo de Sinner:

  • Acción mecánica del movimiento de la ropa.
  • Temperatura del agua
  • Acción química de los detergentes y blanqueadores
  • Tiempo de lavado

A ello se le añade el agua que participa en la acción química pero que implica un porcentaje muy importante del baño de lavado.

Cuando existe alguna distorsión en alguno de esos factores el resultado puede no ser positivo. Hay que compensar dichos factores, por ejemplo si para lavar una prenda con menos temperatura, se deberá aumentar el tiempo de lavado o emplear más detergente.

ACCIÓN MECÁNICA

Es el hecho físico de la eliminación de la suciedad. Se trata de producir un rozamiento entre los substratos (tejido) para favorecer el desprendimiento de la suciedad. Es la producida por el movimiento, frotación y rozamiento de unas prendas con otras y de las prendas con la máquina durante el lavado.

Este factor lo aporta las lavadoras con:

  • Altura de la caída de la ropa en el bombo
  • Velocidad de giro
  • Nivel de agua
  • Volumen de carga
  • Bateo, rotación y centrifugado

La acción mecánica es correcta cuando la máquina permite la eliminación de la suciedad sin desgastar la prenda y evitando la redeposición de la suciedad en la ropa. Cuando es muy intensa perjudica a los tejidos, de ahí la necesidad de detergentes.  Los efectos de la acción mecánica sobre las prendas:

  • Algunas fibras se sobreestiran y se rompen, lo que las hace menos resistentes al desgaste.
  • El estiramiento desigual de la prenda en distintas zonas puede hacer que se deforme.
  • La capacidad de extensión y flexión de la fibra puede verse superada lo que hace que las fibras tiendan a encogerse.
  • El rozamiento puede hacer que se pierda características como el brillo, suavidad o confortabilidad.
  • La fricción de unos tejidos con otros y con la máquina provoca su desgaste. El tejido al irse desgastando va perdiendo resistencia que llegan a apreciarse con el tacto (aspereza) y la vista (afinamiento del tejido, roturas).
  • Cambios en la orientación y cristalinidad, lo que le impide recuperar su estructura inicial., por lo que aparecerán arrugas en el tejido.
  • El rozamiento puede hacer que aparezcan cargas eléctricas. La electricidad estática hace que las fibras sean más ásperas y difíciles de planchar.
  • Si el tejido está compuesto de fibras cortas, el rozamiento puede provocar bolitas en su superficie, es lo que se conoce como pilling. En las fibras largas se da cuando la prenda se ha lavado muchas veces, se rompen las fibras y sus extremos salen a la superficie del tejido.

El nivel de agua también afecta a la acción mecánica. Un alto nivel de agua minimiza la acción mecánica y uno bajo la maximiza. Sobrecargar la lavadora disminuye también la acción mecánica y puede no eliminar la suciedad, mientras que poca ropa puede causar un aumento de la acción mecánica.

El bateo depende de la carga: en los tejidos de algodón, lino y tergal no se debe cargar más que 2/3 del bombo. La ropa delicada (lana, acrílica) una vez mojada no debe ocupar más que la mitad del bombo.

TEMPERATURA

Al aumentar este parámetro:

  • Se facilita la solubilización y actuación del producto detergente al disminuir la tensión superficial del agua.
  • Debilita las fuerzas de adhesión entre suciedad y tejido.
  • Disminuye las viscosidades de grasas o aceites.
  • Destruye los microorganismos.

Como inconvenientes del aumento de temperatura:

  • Aumento del coste energético
  • Produce encogimientos en algunas fibras
  • Puede producir decoloraciones en tintes no resistentes
  • Aumenta el peligro de incrustaciones calcáreas

TIEMPO

Debe ser correctamente determinado conforme al grado de suciedad y tipo de equipamiento y tejido hemos de tener en cuenta que en condiciones normales el 90% de la suciedad se elimina en un corto periodo, lo que no quiere decir que haya que acortar los tiempos ya que un ligero aumento en el tiempo puede ser la clave para un correcto desmanchado. Es por lo tanto un factor que hay que medir.

ACCIÓN QUÍMICA

La acción química es tres veces más que la acción mecánica. Para evaluarla deben considerarse los distintos componentes de un detergente y su actuación global sobre la suciedad y los textiles.

La agresividad de los detergentes y, sobre todo de los blanqueantes, produce desgaste en los tejidos y, por tanto, influyen en su duración. Los de mayor alcalinidad producen mayor desgaste químico sobre las fibras, los de menor alcalinidad conservan mejor los tejidos.

EL AGUA

Es el agente principal de la limpieza. Su utilidad para el lavado se basa en la capacidad que tiene para disolver determinadas sustancias. Disuelve los productos de lavado, permitiendo que entren en contacto con los tejidos para eliminar las manchas. Disuelve la suciedad desprendida de la ropa, para eliminarla mediante aclarado.

La calidad del agua utilizada es básica. En el baño de lavado del 98 al 99,8% es agua frente a un 0,2 a 2% de detergente. Tiene una influencia decisiva, lavando con aguas duras los tejidos se incrustan, provocando un fuerte ataque a la celulosa acortando la duración de vida de los tejidos.

En lavandería se debe analizar el agua para detectar su contenido en sales y metales, que podrán estropear la ropa e impedir que los lavados se hagan en buenas condiciones.

La baja calidad del agua incide en:

  • Proceso de lavado. Si la calidad del agua es deficiente se producen precipitados que se adhieren a la ropa.
  • Deterioro de prendas. Es necesario añadir más componentes que “neutralicen” los aspectos perniciosos del agua, reduciendo la vida de la ropa.
  • Maquinaria. Las precipitaciones incrustan aparatos y tuberías. Aumenta el mantenimiento.
  • Aspecto económico. Se necesita invertir en aditivos que contrarresten la baja calidad del agua.

          La dureza del agua mide la concentración total de calcio y magnesio, y suele expresarse en °dF (grados franceses).

1º dF = 0,56 dA = 10 ppm CaCO3

El agua según su dureza se clasifica en:

De 0o dF a 10odFAgua blanda
De 11o dF a 20odFAgua semiblanda
De 21o dF a 30odFAgua semidura
De 31o dF a 50 odFAgua dura
> 50  °dFAgua muy dura

El agua más adecuada para el lavado de ropa es el agua blanda, en su composición no hay calcio o magnesio o su presencia es mínima. Hace que los detergentes produzcan más espuma por lo que actúan mejor. Por el contrario el agua dura provoca que haya que utilizar mayores cantidades de detergente.

Algunos de los problemas más comunes con el agua son:

  • Dureza: el concepto de dureza del agua hace referencia al mayor o menor contenido de determinadas sales, sobre todo calcio y magnesio. Cuando esto sucede, se debe instalar una descalcificadora para que el agua entre rectificada en la máquina. El agua dura produce agrisamiento de la ropa e impide que el jabón se deshaga. La dureza del agua cambia según las zonas geográficas. Cuando hay excesiva dureza surgen serios problemas, como dificultad para eliminar manchas, roturas en la ropa, pérdida de blancura y poder de lavado, pérdida de higiene y proliferación de bacterias, incrustación de la máquina y problemas de lavadora.
  • Alcalinidad: el agua puede tener en suspensión productos alcalinos como sosa cáustica, bicarbonato y fosfato. Los problemas que presentan estas sustancias se presentan después del lavado en el calandrado o planchado. También producen escoceduras, picores y amarilleamiento de la ropa. Si no se introduce un producto que neutralice la alcalinidad del agua, no se podrá aclarar bien la ropa.
  • Materia orgánica: la materia orgánica disuelta a partir de ciertas cantidades en el agua, puede provocar manchas, amarilleo o malos olores en la ropa. Se elimina mediante filtración o cloración del agua.
  • Metales: la existencia en el agua de metales como hierro, cobre, níquel, etc. causa lo que se llama “daño catalítico”. El hierro al ponerse en contacto con cloro no estabilizado u oxígeno se transforma en sales férricas que se depositan en el tejido produciendo en él pérdida de peso, agujeros, pérdida de resistencia y manchas amarillas o pardas. Todo ello supone un acortamiento de la vida de la ropa.

  La cantidad de agua también es importante, ya que si se realiza con poca cantidad, el roce de las prendas entre ellas y con las paredes del cilindro es mayor. Si la cantidad de agua es excesiva la acción mecánica se reducirá y  no habrá fricción entre las prendas, por lo que el lavado tampoco será óptimo. De modo orientativo, podemos afirmar que la proporción de agua sería de 1/5 (1kg de ropa y 5 litros de agua) para ropa normal y 1/10 para ropa delicada.

3.    REACCIÓN A LOS ÁCIDOS, LEJÍAS Y OXIDANTES

Destruyen las manchas oscuras y desinfectan. Los más utilizados son:

  • Hipoclorito sódico (Lejía): la lejía es una preparación de hipoclorito sódico a concentración inferior al 5% que suele presentarse en estado líquido. En presentación granular puede tener una concentración mayor del 10%, resultando más toxica. Se comercializa concentrada o diluida. Su acción se debe al cloro, que es el desinfectante universal. Tiene gran espectro bactericida, y acción fungicida. Actúa como oxidante, ya que disuelto en agua forma ácido hipocloroso y libera oxígeno activo. Tiene la capacidad de blanquear los tejidos, pero a dosis elevadas puede dañarlos debido a su naturaleza alcalina. La lejía tiene el inconveniente de ser inestable, pierde efectividad con el tiempo, el calor o la exposición a la luz. Se debe almacenar en recipientes cerrados y plásticos (es corrosiva con los metales). La manipulación de la lejía debe hacerse con cuidado, ya que es un producto tóxico y corrosivo. Se puede añadir en la fase de prelavado, pero hay riesgo de que se inactive con los restos de suciedades orgánicas. Si se añade después del lavado es necesaria la adición de neutralizantes para eliminar los restos de cloro, que podrían quedar retenidos entre las fibras, deteriorándolas y formando manchas amarillas que no son fáciles de eliminar. El blanqueo con cloro tiene como inconveniente el ataque químico sobre la celulosa, sobre todo si se dosifica a temperaturas superiores a 60o, por ello no debe superar los 40-50oC.
  • Perborato sódico: actúa como blanqueante óptico de tejidos. En disolución acuosa libera oxígeno, que actúa como oxidante sobre las manchas, haciendo que los tejidos aparenten un blanco más nítido. Este oxígeno oxida las manchas decolorándolas. Se utiliza para blanquear y desinfectar. Es recomendable para remojos largos al no dañar tanto como la lejía. Se puede aplicar sobre tejidos de color, ya que no los altera. Se aplica como componente del detergente, en un 20-30% de su composición o como aditivo de enjuague en polvo que lleva estabilizantes y activadores de perborato. La activación del perborato sádico, es decir, la liberación de oxígeno, se produce a partir de 60oC siendo la temperatura óptima los 80-90oC. Se emplea preferentemente en lana y seda.
  • Cloro en compuesto orgánico estabilizado: oxida(decolora) las manchas por el cloro estabilizado que libera el portador de cloro al disolverse en el baño. Tiene como ventajas sobre la lejía su mayor estabilidad, fácil manejo, dosificación exacta y se aprovecha todo el cloro activo que libera. La temperatura ideal de aplicación es de 50º.
  • Agua oxigenada o peróxido de hidrógeno: H2O2: es un fuerte oxidante por liberación de oxígeno, que por tanto ayuda al desmanchado de la ropa, teniendo un efecto de blanqueo. Actúa también como desinfectante, ya que el oxígeno liberado por efervescencia, destruye los microorganismos anaerobios estrictos. Es un líquido incoloro a temperatura ambiente, muy inestable y que se utiliza en disolución acuosa al 35%. Tiene como ventaja, frente a la lejía que el deterioro de los tejidos tratados con peróxido de hidrógeno es menor, por ello se utiliza como blanqueador para lana y seda, pero no puede utilizarse en tejidos de fibra porque no actúa sobre ellos. Se añade al agua caliente (80-90o y se deja actuar durante 15 minutos.
  • Oxígeno activo: cada vez hay en el mercado más productos liberadores de oxígeno activo, que actúan también por oxidación a partir de 50ºC y que se utilizan como componentes de productos antimanchas, desinfectantes y blaqueantes. Las investigaciones en este campo apuntan a productos con un mejor efecto limpiador y antimanchas, más estables y que no deterioren los tejidos. Al reaccionar con fibras celulósicas puede formar oxicelulosa.
  • Clorito de sodio: es otro derivado de cloro  utilizado para blanqueo de fibras sintéticas y celulósicas en medio con ácido acético utilizado como protector.
  • Ácido acético: se utiliza como protector del color durante el lavado. Se añade en el último aclarado, ajustando la dosificación al proceso de lavado, según la alcalinidad del detergente del lavado. Este ácido se encuentra en el vinagre.

Puntuación: 5 de 5.

TEMA 12: LENCERÍA, TEMARIO ESPECÍFICO, TEMARIO OPERARIO DE SERVICIOS

TEMA 12. LENCERÍA: CARACTERÍSTICAS DE LOS TEXTILES Y TIPOS DE FIBRA.

CARACTERÍSTICAS DE LOS TEXTILES Y TIPOS DE FIBRA

PROCESADO DE LA FIBRA

Muchos materiales pueden separarse en estructuras finas y largas que se entrelazan unas con otras y tienen la capacidad de mantener esa forma. Esa manejabilidad ofrece la posibilidad de seguir entrelazando hasta obtener los tejidos utilizados en la confección de ropa. Pueden definirse tres niveles de estructura textil, de menor a mayor complejidad: fibra, hilo y tejido. Se describirán a continuación cada una de ellas.

  • Fibra es una sustancia filiforme, es decir, que sus características morfológicas son: elevada longitud y reducido grosor, lo que le confiere la capacidad de formar hilos y tejidos.
  • Hilo: cuerpo cilíndrico de longitud indefinida y grosor determinado formado por fibras y filamentos ordenadas y unidas mediante torsión.
  • Tejido: formado por hilos entrecruzados

FIBRA

Una fibra textil es toda materia que puede ser transformada en hilo. Las fibras deben tener las siguientes características:

  • Gran longitud: deben ser largas para poder obtener hilos. Si las fibras son cortas, se pueden obtener hilos menos resistentes y menos suaves mediante carda.
  • Pequeño diámetro: las fibras son estructuras finas.
  • Resistencia a la tracción: la tracción es la aplicación de fuerzas aplicadas en los extremos de la fibra, en sentido longitudinal y opuesto. A fibra será más resistente cuanto mayor sea la fuerza de tracción que soporta sin romperse.
  • Resistencia a la flexión: para poder tejerla, es necesario que la fibra resista la flexión o pliegue sobre sí misma sin romperse.
  • Suavidad: puesto que el tejido va a estar en contacto con el cuerpo, la fibra que lo forma debe ser suave. Influye también la torsión del hilo, siendo más suaves los tejidos de hilos poco torcidos. Con una torsión mayor se obtienen hilos que dan telas más duras y resistentes, que se ensucian y arrugan menos
  • Elasticidad: es la capacidad de la fibra de recuperar su forma inicial tras aplicar una tracción.
  • Cohesión: propiedad de las fibras que permite unirse unas a otras para formar el hilo. La falta de cohesión haría que las fibras se repelan y la estructura del hilo se mantenga.
  • Porosidad: las fibras no son estructuras compactas y rígidas, sino que tienen poros en su superficie, lo que influye en las otras propiedades.

HILADO

Las fibras son estructuras demasiado finas para poderse tejer directamente, ya que a pesar de su relativa resistencia a la tracción y a la flexión, se romperían fácilmente durante los entrecruzamientos, y darían una estructura tejida muy débil que no soportaría el uso y los lavados de la ropa. La solución a este problema consiste en utilizar para  confeccionar los tejidos  una estructura más resistente,  formada por varias fibras juntas, y que se denomina hilo. La obtención de hilo, o proceso de hilatura, se logra colocando un conjunto de fibras paralelas unas a otras, que se tuercen. El proceso de limpieza, disgregación e individualización, paralelización, afinado y torsión es lo que denominamos hilatura, mediante la hilatura obtenemos el hilo. La estructura se mantiene gracias a que existe una cohesión entre las fibras. La mayor torsión del hilo produce tejidos de superficie dura, resistentes a la abrasión y menos propensos a ensuciarse. Los menos torcidos proporcionan telas de superficie suave.

Un conjunto de fibras dispuestas paralelamente unas a otras se tuercen hasta conseguir una estructura entrelazada que mantiene la cohesión denominada hilo.

 La fuerza de torsión aplicada es determinante de las características del hilo:

  • Debe ser suficiente para asegurar la cohesión, pero no superar la resistencia de las fibras, para evitar romperlo.
  • El resultado de una torsión suave será un hilo más laxo lo que proporciona telas de superficie suave. La suciedad se podrá acumular en los huecos que quedan entre fibras, formando manchas que no se eliminan fácilmente.
  • Una torsión fuerte dará hilos más resistentes que darán telas más duras, resistentes al rozamiento, y que se ensucian y arrugan menos. Los huecos que quedan entre las fibras serán menores, por lo que la suciedad quedará más en superficie y se quitará mejor.

Durante el proceso de hilatura puede que algunas fibras se rompan, quedando fragmentos cortos. Con ellos también se pueden obtener hilos mediante un proceso de “carda”, que aumenta la fuerza de cohesión entre ellos. Este hilo será de peor calidad, y menor resistencia.

Un hilo es el resultado de la unión solida de un conjunto de fibras dispuestas de forma paralela, y a las que se aplica una fuerza de torsión. Los hilos obtenidos a partir de fibras largas tienen mejor calidad. En el caso de fibras cortas, es necesario un proceso de cardado para unirlas, y posterior peinado para estirarlas, además de la torsión.

LOS TEJIDOS

Los hilos se entrelazan para conseguir piezas de tejido que se utilizarán para la confección de ropa mediante el corte de patrones y las técnicas de costura. En el telar se dispondrán los hilos a entrecruzar en dos direcciones: longitudinalmente se sitúan los hilos de urdimbre y transversalmente los hilos de la trama. La lanzadera del telar hace pasar los hilos de la trama a través del telar, entrelazándolos perpendicularmente con la urdimbre.Dependiendo del tipo de entrecruzamiento que se aplique, pueden obtenerse distintos productos. Cuanto mayor es el entrecruzamiento de los hilos, se obtendrán piezas más resistentes. Su estructura impide la incrustación de las suciedades y favorece el planchado de las prendas.

El tejido es el proceso de entrelazar hilos de forma regular, para fabricar un producto plano, que también se va a denominar tejido. El proceso se realiza básicamente cruzando dos conjuntos de hilos:

  • Urdimbre: se sitúa a lo largo del telar.
  • Trama: se cruza transversalmente con la urdimbre.

Dependiendo del sistema de entrecruzado que se utilice, se podrán obtener diferentes tipos de tejidos o textiles:

  • Tejido liso o de tafetán: Es la forma de tejido básico, resultado de realizar cruces entre cada hilo de urdimbre con cada hilo de trama. Cada hilo de trama cruzará los hilos de urdimbre en sentido contrario al hilo anterior y así se irán alternando para formar una malla. Son tejidos lisos el lino, la batista, la manta, el calicó, lino, cambray, la estopilla, la muselina, el organdí, percal, el velo o el tweed. Otras variaciones del tejido liso son el reticulado (tela escocesa) o el acanalado o canalé (popelín, bengala o piqué).
  • Tejido cruzado: Se caracteriza por las líneas diagonales muy marcadas producidas por el entrelazado de dos hilos de la urdimbre con un hilo de la trama en filas alternas. Este efecto puede observarse en tejidos como la espiguilla o palmeado, sarga, cheviot, foulard, twill, gabardina, mezclilla, denim o el drill. El tejido cruzado proporciona a la tela gran resistencia, útil para prendas de trabajo.
  • Tejido satén: Los cruces se producen entre  los hilos de urdimbre, sobre varios hilos de trama. Los satenes tienen una textura más densa que los cruzados, pero su principal característica es la suavidad a expensas de la resistencia. La superficie suave del tejido se logra pasando los hilos de la urdimbre encima de unos cuantos hilos de la trama, con un entrelazado mínimo; la reflexión de la luz en los hilos libres es lo que produce el brillo. Son ejemplo de este tipo de tejido el crepé, el satén, raso, piel de ángel o el damasco
  • Tejido con hilos levantados: Los hilos que quedan en la parte superior del tejido básico, se entresacan, y se levantan a modo de bucles, que podrán quedar así como en el caso de la felpa, o cortados como en el caso del terciopelo o la pana.
  • Tejido de lizo y de jacquard: Se utilizan para fabricar telas con dibujo. Los motivos pequeños y repetitivos, de camisas o vestidos, se producen mediante tejido de lizo. Los dibujos más complicados se fabrian con telas de jacquard. Los así producidos se usan mucho en materiales para tapicerías y cortinas, como brocados y telas enguatadas o acolchadas, ojo de perdiz, entre otros.

CALIDAD DE LOS TEJIDOS

La calidad de los tejidos depende fundamentalmente de dos características: la composición y el entrelazado del mismo.

La composición de los tejidos es variable según las fibras utilizadas. Hay tejidos que sólo tienen un tipo de fibra y otros que pueden tener mezcla de varias fibras en diferentes porcentajes. Cada fibra tiene una resistencia, elasticidad y suavidad características, que influirán en las características finales de las prendas.

El entrelazado de las fibras es el resultado de la realización de cruces de unas fibras sobre otras, para dar un producto plano. El tipo de entrelazado determina las características finales de la pieza, como su resistencia, suavidad, grosor, caída, adherencia de las suciedades, etc. Cuando una prenda, en condiciones normales de uso, tiene una duración considerablemente inferior a la que se esperaba, se debe a un defecto del tejido o de la fabricación de la prenda. Las fibras de mala calidad se encogen más fácilmente. En ocasiones se han utilizado colorantes de mala calidad para la tinción, que se van perdiendo durante los lavados.

CLASIFICACIÓN DE LAS PROPIEDADES DE LAS FIBRAS.

 Las fibras tienen unas propiedades físicas y químicas que son: resistencia, flexibilidad, elasticidad, higroscopicidad, capacidad de tintura etc

Físicas

  • Propiedades mecánicas: comportamiento a tracción, a torsión y a flexión.
  • Propiedades superficiales: comportamiento a la fricción (pilling y abrasión).
  • Propiedades eléctricas.
  • Propiedades térmicas: acción al calor, tratamientos térmicos, comportamiento al fuego.
  • Propiedades ópticas: brillo y color.

Sorción

  • Humedad y agua.
  • Disolventes orgánicos: hinchamiento, disolución.
  • Colorantes: propiedades tintóreas.

Químicas

  • Resistencia a tratamientos ácidos, álcalis
  • Acción de la intemperie: luz solar.
  • Acción de insectos y microorganismos.

Geométricas

  • Longitud: valor medio y su variabilidad. Presenta dos modos bien diferenciados:
  • Fibra discontinua: segmentos de longitud definida.
  • Filamento continuo o cable de filamentos: segmentos continuos y largos de longitud indefinida.

Todas las fibras naturales se encuentran de forma discontinua, exceptuando la seda. La longitud de las fibras se expresa en mm o pulgadas. La longitud de la fibra es un parámetro muy importante ya que hay muchos factores que influyen en la longitud y estos varían de una fibra a otra, por ello lo común es referirse al valor medio y de coeficiente de variabilidad. Las fibras químicas se obtienen inicialmente en forma de filamento continuo, pero se puede convertir en fibras discontinuas cortando o desgarrando la longitud deseada. El corte puede ser recto o variable. Pero también para las fibras discontinuas la longitud es importante. La longitud de corte de estas determina el proceso de hilatura a aplicar.

  • Finura: valor medio y de variabilidad. Es la medida de su grosor está relacionado con el diámetro de la fibra aparentemente, ya que no es constante ni regular, se expresa en micras. La finura determina la calidad y precio de la fibra. La finura determina el comportamiento y la sensación al tacto de los textiles. Además, influye en aspectos tecnológicos durante el proceso de la fibra como el comportamiento en el proceso de la hilatura, regularidad de los hilos, distribución de fibras, brillo…En las fibras químicas la finura se expresa en función de la masa lineal que indica el peso en gramos de 1000 m de filamento y se mide en Tex.
  • Rizado: frecuencia, forma y amplitud. Son las ondas o dobleces que se suceden a lo largo de la longitud de la fibra. Los parámetros que la determinan son: la forma (bidimensional o tridimensional), la frecuencia o amplitud.

El rizado influye en la voluminosidad y en el tacto del tejido, la lana y el algodón poseen el rizado por naturaleza. Además, aumenta la cohesión, la elasticidad de volumen, la resistencia a la abrasión y la conservación del calor en los hilados, en cambio, reduce el brillo.

  • Forma de la sección transversal: influye en otras propiedades como el brillo, volumen, tacto, rigidez de la torsión…Se distinguen 3 zonas en la sección transversal: piel o cutícula, cuerpo principal y núcleo.

LAS FIBRAS TEXTILES

 Las propiedades básicas deseables de una fibra son:

  • Alto punto de fusión, que la haga apta a tratamientos térmicos, ya sean de tintura o planchado.
  • Suficiente resistencia y elasticidad.
  • Tintabilidad, es decir, que se le pueda aplicar color de forma permanente.
  • Hidrofilidad moderada, que sea confortable al contacto con la piel.

Estas propiedades dependen del campo de aplicación de la fibra. Para las prendas de vestir las propiedades más importantes son:

  • Percepción: tacto, aspecto…
  • Capacidad de protección frente al frío, calor o agua.
  • Fácil cuidado y mantenimiento.
  • Confortabilidad.
  • Durabilidad.

Para usos técnicos o industriales las propiedades más importantes son:

  • Resistencia a la tracción y uso.
  • Resistencia a distintos agentes químicos y físicos.
  • Durabilidad al uso y mantenimiento.
  • Protección frente a agentes externos.

Las fibras se clasifican fundamentalmente en naturales, artificiales y sintéticas.

FIBRAS NATURALES

     Se llama fibra natural a los fragmentos, hebras o pelo, cuyo origen está en la naturaleza y que pueden hilarse para dar lugar a hilos o cuerdas. La primera materia de las telas en uso naturales es de origen vegetal, animal o mineral.

  • Fibras vegetales: la mayoría de las fibras textiles vegetales son productos cuya sustancia base es la celulosa. Arden con llama luminosa despidiendo olor a papel quemado y dejando cenizas blanquecinas. Entre las fibras vegetales cabe distinguir: algodón, miraguano, espadaña y junco (procedentes de semillas), lino, cáñamo, ramio y yute (procedentes de tallos o liberianas), sisal y abacá (procedente de hojas), etc.
  • Fibras animales: los materiales textiles del reino animal se diferencian de los vegetales porque su sustancia fundamental es la albúmina. Arden con llama viva desprendiendo olor a cuerno quemado y dejando cenizas oscuras. Éstas se clasifican en dos: lana y pelo, y seda.

Por su origen, las lanas y pelos se dividen en: lana de oveja (la merina da la lana más fina), de cabra (mohair, cachemir), pelo de camello, alpaca (lana de alpaca, vicuña), lana regenerada (fibras recuperadas de ropa vieja), pelos especiales (conejo de Angora, pelo de caballo..)

Las sedas son productos de la secreción de ciertos gusanos en formas de hebras de gran longitud. Se dividen en: seda de morera , sedas silvestres (mariposas), sedas de arañas y sedas marinas.

  • Fibras minerales: amianto, fibra de vidrio y los hilos metálicos.  amianto, fibra de vidrio y los hilos metálicos.    

Algodón

Es una fibra de celulosa obtenida de la semilla del algodonero, planta arbustiva de origen tropical. Tras la recolección el algodón se debe desmotar. Este es un proceso que consiste en la eliminación de las impurezas, para aislar sólo la materia aprovechable.  Esa materia obtenida está formando una maraña de la que se han de extraer las fibras peinando para separar las fibras largas. También quedarán fragmentos cortos que se pueden cardar para obtener hilos. Según su procedencia puede ser: indio (de poca calidad), americano (buena calidad) y egipcio (el de mejor calidad). Se la puede identificar porque bajo la acción de una llama arde rápidamente como si fuera papel, dejando cenizas blancas.

Se trata de una fibra relativamente rígida, aunque en mojado es más suave. El algodón resiste bien la acción mecánica en su proceso de higiene, ya que su resistencia en húmedo es superior a su resistencia en seco en más de un 15%. Se arruga muy fácilmente. Es absorbente y desorbente de la humedad, lo que hace que sea muy confortable y su tacto agradable. Soporta temperaturas de hasta 90o. Su aislamiento térmico es bueno, pues en verano favorece la transpiración y en invierno impide que el calor escape del cuerpo. Es resistente a la polilla.

Como inconvenientes tiene que amarillea con la luz, encoge en agua caliente y se enmohece, se puede deteriorar con la lejía y encoje fácilmente con los lavados.

Las características que hacen que el algodón sea una de las principales fibras textiles son las siguientes:

  • Es resistente.
  • Es absorbente.
  • Resiste los tratamientos de lavado e higienización.
  • Se tiñe con facilidad.
  • Forma tejidos transpirables.
  • Gran confortabilidad.

 Sus principales inconvenientes son su baja resistencia a la abrasión, y al uso de productos químicos, que pueden provocar su decoloración, enfieltramiento y/o rotura.

  • Ropa blanca (sábanas, manteles, toallas), han de lavarse a una temperatura máxima de     90°C.
  • Ropa blanca bordada o delicada, (visillos, manteles o sábanas bordadas…) han de lavarse a una temperatura máxima de 90°C con un programa de ropa delicada y centrifugado reducido.
  • Tejidos de algodón de colores sólidos, (manteles, camisas, ropa de trabajo…) han de lavarse a una temperatura máxima de 60°C. Programa lavado normal y centrifugado normal.

Miraguano

Es una fibra procedente de la semilla de diversas plantas tropicales. Su principal empleo es como material para relleno de colchones y almohadas. Por sí solo, es difícil de hilar porque es débil y quebradizo. Es más ligero de peso que el algodón y casi completamente impermeable al agua, por lo que también se viene utilizando como relleno en los cinturones salvavidas. Tiene la gran ventaja de ser inhospitalario a los insectos parásitos, como pulgas, chinches, polillas, etc.

Lino

Procede del tallo. Para obtener el tejido de lino hay que ablandar el tallo mediante humedad y calor en un proceso que se denomina enriado. Las fibras largas y rectas se hilan, las cortas se cardan para formar la estopa. Se aprovecha también la semilla para extraer el aceite de linaza.

          Las ventajas del uso de esta fibra para confección de ropa son las siguientes:

  • Es muy resistente, por lo que soporta muy bien la tracción.
  • Es buen conductor del calor y da prendas frescas al tacto, muy utilizado para ropa de verano. También retiene el calor del cuerpo por lo que no se descarta para sábanas
  • Tiñe bien.

          Como inconvenientes están:

  • Es muy rígida, por lo que se arruga fácilmente
  • Se deteriora con el uso de lejía, se rompe.
  • Propenso a desarrollar moho
  • Es muy poco elástico y encoge. Si se lava a temperaturas altas amarillea

Es la primera fibra vegetal que tuvo aceptación en la industria textil. Su precio es elevado y necesita muchos cuidados sobre todo en planchado. Se puede lavar hasta 90o, aunque es aconsejable hacerlo entre 30 y 50o. Es capaz de absorber hasta un 20% de agua sin que por ello llegue a adquirir un tacto húmedo. Se compone principalmente de celulosa. Su resistencia a la rotura es el doble que la del algodón. Su temperatura de planchado será entre 220ºC y 245ºC sobre tejido húmedo.

Lana

Fibra de origen animal, se obtiene principalmente de la oveja, aunque en menor proporción se utiliza lana de otra procedencia (llama, alpaca, cabra de Cachermira, etc.). Se diferencia del pelo porque tiene su superficie recubierta de muy pequeñas y abundantes escamas.

Tras un proceso de esquilado, lavado y peinado, se obtienen fibras rizadas de distinta longitud y grosor, cuya superficie está cubiertas por escamas. Esta estructura le da flexibilidad y elasticidad que la hacen adecuada para la confección de textil. La lana así obtenida se denomina “lana virgen”. De los fragmentos que quedan al procesarla se puede obtener lana de peor calidad o “lana reprocesada”. La durabilidad y la resistencia de esta fibra permiten su reutilización a partir de la lana que proviene de prendas usadas.

          Las principales características de la lana son:

  • Gran elasticidad que evita que se deformen las prendas. Se recupera fácilmente tras haberse deformado.
  • Resistencia.
  • Absorbe la humedad. Es la fibra más higroscópica de las conocidas, pudiendo a llegar a absorber hasta un 40% de agua sin tener tacto sensiblemente húmedo.
  • Es un excelente aislante térmico y es simultáneamente hidrófila, frente al vapor de agua e hidrófuga, frente al agua líquida.
  • Da tejidos transpirables.
  • No se arruga mucho y su elasticidad permite la eliminación de los pliegues.
  • Es ligera

          Los inconvenientes son:

  • Encoge a altas temperaturas y se apelmaza con agua muy fría.
  • Bajo la acción conjunta del calor y la humedad la lana tiene a enmohecerse.
  • Debe lavarse en frío o templado y sin agitación.
  • No permite el uso de lejía u otros blanqueantes: amarillea ante el hipoclorito sódico. También amarillea por encima de los 150ºC.
  • Tendencia a apolillarse.
  • Peeling o formación de bolitas por roce.

 Pelos

Los de cabra y camello son los más utilizados. Aunque son fibras largas y finas son más difíciles de tejer que la lana porque tienen peor cohesión.

Seda

Es la fibra que forma el capullo de algunas especies de gusano. Para extraerla se somete el capullo a calor y humedad para ablandarlo y desenredar las hebras. Son filamentos continuos de gran finura, elasticidad y resistencia. Se dividen en:

Son características de la seda:

Lavar mejor en seco pero si no con jabón neutro con débil acción mecánica y añadir unas gotas de vinagre para avivar los colores. No blanquear.

FIBRAS QUÍMICAS

Bajo la denominación de fibras químicas se incluyen las materias textiles que son producidas artificial y sintéticamente. Su número es mayor que el de las fibras naturales y entre ellas se encuentran productos que se diferencian tanto por su origen como por los métodos que se siguen para su producción, así como también por sus propiedades técnicas y posibilidades de aplicación.

 Se pueden dividir en 2 grandes grupos:

  • Polímeros naturales, aquellas fibras artificiales que se producen a partir de materias primas naturales: celulosa regenerada (Viscosa, Rayón o seda artificial Cupro, Modal, Fibrana), ésteres de celulosa (Acetato) o proteína regenerada (Fibrola).
  • Polímeros o fibras sintéticas, que se elaboran a partir de cuerpos inorgánicos simples, por síntesis química. Las fibras sintéticas se pueden clasificar en: poliamidas (Nylon, perlón, Aramida Kevlar), poliésteres (Tergal, Dracon), poliacrílicas (Orlón), polivinilos (Rhovyl, Thermovyl, Vinilal), poliuretano (Lycra, Elastano) y polipropilénicas (Merklon).

Rayón (fibra artificial)

Es una fibra de celulosa regenerada, de aspecto parecido a la seda (seda artificial).

  • Da tejidos con un tacto suave y un aspecto brillante.
  • Es ligero y cómodo.
  • Tiene capacidad absorbente.
  • Permite la transpiración.
  • Se tiñe bien.

          Pero tiene los siguientes factores en contra:

  • No es muy resistente.
  • Aumenta su sensibilidad y se desgasta más cuando se moja.
  • Tiene poca elasticidad.

Acetato (fibra artificial)

Derivado de ésteres de celulosa, el acetato da fibras de bajo coste que proporcionan tejidos con brillo y buena caída.

  • Es buen aislante térmico.
  • Se tiñe bien.
  • Se plancha bien.

Pero es una fibra poco resistente, que no tolera bien el calor ni el tratamiento con lejía y otros blanqueantes.

 Viscosa (fibra artificial)

La viscosa es una fibra artificial que se produce a partir de la pulpa de madera o pelusa de algodón. Presenta una elasticidad moderada siendo escasa su capacidad de recuperación tras el arrugado.

  • Gran poder absorbente, comodidad de uso y transpirable.
  • Resistente a la polilla y al moho.
  • Tacto frío pero confortable.
  • Tiñe bien.
  • Lavados suaves, precaución delante de agentes blanqueantes aunque sí admiten los sistema de blanqueo convencionales (hipoclorito de sodio y peróxido de hidrógeno).
  • Baja resistencia a la rotura. Encogimiento, decoloración.

 Lavar máximo a 30ºC, sin suavizante. Difícil de desmanchar. Mejor lavar en seco.

Poliéster

Esta fibra sintética admite muy bien la mezcla con cualquiera de las fibras naturales sin perjudicarlas, por eso es fácil encontrarla en tejidos combinados con poliéster. Es un polímero de un éster muy utilizado en la industria de los plásticos. Se utiliza como componente principal de los tejidos o mezclado con otras fibras. Posee una moderada conductividad térmica y una alta resistividad, forman electricidad estática. Son fibras altamente hidrofóbicas. No se pudre, resiste ácidos y oxidantes. Pueden secarse y plancharse con seguridad hasta 150ºC. La temperatura de termofijado oscila entre 150º C y 220ºC. Lavado a 60ºC. Utilizar suavizantes. No sobrecargar la lavadora.

Las propiedades más destacables del poliéster son:

  • Es muy resistente y elástico.
  • No se deforma ni arruga.
  • Sólo son atacados por los ácidos y las bases en caliente, pero por lo demás resiste bien la acción de los detergentes. 
  • Mejor resistencia a la abrasión y deformación que el algodón.
  • Seca fácilmente.

 Como principales inconvenientes:

  • A elevadas temperaturas puede encoger o quemarse.
  • Es poco absorbente.
  • Se tiñen con dificultad, aunque después mantiene bien los colores.

Poliamida

Son polímeros sintéticos, entre los más conocidos está el Nailon. Excelente recuperación elástica. Amarillea a partir de 150ºC. Presentan una moderada conductividad térmica y son muy propensas al desarrollo de electricidad estática. Hidrofilidad moderada. Resisten bien la acción de los productos químicos. Pueden secarse a temperaturas de hasta 150ºC. Temperaturas de termofijado y planchado son para nylon 6.6 de 225ºC y 190ºC y para el nylon 6 de 190ºC y de 150ºC.

Sus principales ventajas, que le han dado protagonismo en el mercado son:

  • Elasticidad y resistencia.
  • Es ligera.
  • No se arruga.
  • No le atacan las polillas ni el moho.
  • Seca fácilmente.

Pero su uso está algo limitado a calcetería (medias) y complementos de vestir, porque sus tejidos

  • No son muy cómodos.
  • No son transpirables (débil capacidad de absorción).
  • Poco resistentes.
  • Puede encoger a temperaturas altas.

Acrílicas

Se comportan bien al arrugado pero tienen una menor y más lenta recuperación de las arrugas en condiciones cálidas y húmedas. Excelente resistencia a la intemperie. Secan con rapidez por su baja hidrofilidad. Solo son atacadas por las soluciones de hipoclorito de sodio a alta temperatura.

Más resistente que la lana. Tacto suave y agradable. Tintura sólida. Puede encoger si se lava a temperatura. Se carga estáticamente. Poco confortable y transpirable.

Orlón: Es la fibra sintética más parecida a la lana.

FIBRASFORMA DE QUEMAROLORRESIDUO
Celulosa
Algodón
Lino
Viscosa
Arden  rápidamente. No funde ni encoge.Papel quemadoEscaso, ceniza gris
Proteínicas 
Lana
Pelo
Seda
Arden  lentamente. Funde y se rizaCuerno quemadoMasa carbonosa hueca
PoliamidaFunde y arde con humo negro. Funde y encoge.Fuerte, un poco dulceMasa fundida negruzca
PoliésterFunde y encoge. Arde lentamente , se derrite y da humoA ceraMasa fundida negruzca
AcrílicasArden fácilmente con llama luminosa y humeante Funde. Arde y se derrite.A almendras amargasBola negruzca y frágil

Puntuación: 5 de 5.

TEMA 12: LENCERÍA, TEMARIO ESPECÍFICO, TEMARIO OPERARIO DE SERVICIOS

TEMA 12. LENCERÍA: LA ROPA HOSPITALARIA: ROPA DE LÍNEA Y DE FORMA.

LA ROPA HOSPITALARIA: ROPA DE LÍNEA Y DE FORMA

FUNCIONES DE LA ROPA HOSPITALARIA

Toda persona que necesita recurrir a un centro sanitario va a valorar su experiencia en función, no sólo de la atención sanitaria sino que tendrá en cuenta otros factores como la comida, la limpieza, la atención personalizada o el confort.

 La ropa contribuye en gran manera a esta finalidad, ya que tiene las siguientes funciones:

  • Mantendrá la temperatura corporal, aislando del frío: Aunque la temperatura ambiental en un hospital sea más elevada que en otros lugares, la inactividad del paciente, las manifestaciones de las diversas patologías, las respuestas a los tratamientos y las dificultades del organismo de una persona enferma para termorregularse, hacen que el paciente sienta frío. Una colcha o una manta pueden ayudar a mantener la temperatura corporal.
  • Proporcionan cierta intimidad y protección: durante una exploración médica o la realización de una prueba, el paciente se siente desprotegido y vulnerable. Cubrirse por una bata, pijama o sábana le ayuda a conservar cierta intimidad y a sentirse más cómodo.
  • Es un elemento de confort: La ropa debe ser cómoda, y permitir que el individuo se mueva con libertad dentro de sus posibilidades y capacidades.  La comodidad es fundamental. Cuando un paciente se siente incómodo, se genera estrés y es contraproducente para su recuperación.

TIPOS DE ROPA HOSPITALARIA

La ropa utilizada en un centro sanitario va a ser básicamente de dos tipos: ropa de línea y ropa de forma.

          a) Ropa de línea, lisa o plana: Es ropa lisa, formadas por una única pieza de tejido, sin costuras, que tiene normalmente una forma regular. Estas características permiten que se pueda planchar en una calandra. Las prendas de línea son las sábanas, las fundas de almohada, las colchas, los manteles, los paños de cocina, entremetidas, paños verdes de quirófano, etc.

          b) Ropa de forma: Se denomina ropa de forma al conjunto de prendas de forma irregular, formada por  dos o más piezas de tejido que se unen mediante costuras. Este tipo de ropa no se puede meter en la calandra, y por tanto ha de plancharse por otros procedimientos, manuales o mecánicos. Se trata de los pijamas, batas, pantalones, camisas, chaquetas, etc. Su introducción en la calandra podría provocar la formación de pliegues y marcas de las costuras, y la ropa sufriría un mayor deterioro. Dentro de la ropa de forma, se puede hacer una subclasificación en dos tipos principales:

  • Ropa de pacientes: es la que utiliza el paciente durante su estancia. Las prendas principales son pijamas, camisones, batas y ropa de bebé. El tipo de ropa se ajustará siempre a las características del centro y a las especialidades del mismo.
  • Ropa de personal: es la ropa de trabajo que utilizará el personal del centro. Facilita la distinción entre el personal, los pacientes y visitas. Entre las prendas más frecuentes están: pijamas, batas, camisas, pantalón, chaqueta, delantales, etc. Las características que debe tener la ropa de trabajo son:
    • Debe ser cómoda para facilitar el movimiento del cuerpo y fácil de poner y quitar.No debe ser porosa ni absorber la humedad.No tendrá botones, pliegues o huecos donde acumular la suciedad.
    • Debe ser sencilla, normalmente compuesta de pantalón y blusa.

Su uso será exclusivo para el trabajo. No estará permitido salir del centro con la ropa o realizar tareas diferentes, siempre que se prevea que una operación puede resultar contaminante. La ropa del personal tiene una función protectora, en dos direcciones: protegerá al personal del contacto con sustancias o productos contaminantes o infecciosos y al paciente de los contaminantes y microorganismos que hay en el ambiente y que podrían trasladarse con la ropa de calle. En quirófano y áreas de aislamiento se utilizará ropa exclusiva. La de quirófano será verde y tendrá una vida media más corta, porque el lavado y desinfección deteriora esta ropa, decolorándola y aumentando la porosidad. En los lugares donde se manejen productos anestésicos, se evitara el uso de poliéster, porque existe riesgo de generar un arco eléctrico.

SACYL
 


Rizo
Funda colchónCama 80 y 90Algodón 100%, base PVC










ROPA DE LÍNEA
ToallasToalla baño 70×140Algodón 100% reciclado y reprocesado
Toalla lavabo 50×90
MantasMantas 170×240Algodón 90% y 10% fibra



Lisa blanca Tafetán




Hospitalaria
Sábanas 160×280Algodón 100%
Colchas 170×260 (cuti espigas)
Fundas almohada 50×110
Entremetidas 90×170
Cuna 150×100
Nido 80×100

Hostelería
MantelesAlgodón 100%
Delantales y paños
Lisa verde Tafetán
Quirófano
Sábana 150×250 Sabanilla 90×150 Paños  quirúrgicos 90×90Algodón 100%
OtrosOtrosHosteleríaMopas limpieza 











ROPA DE FORMA






Blanca




Hospitalaria Pacientes
Pijamas paciente (tafetán)Algodón 33% poliéster 67%
Camisón abierto delante (tafetán) Camisón abierto detrás (tafetán)
Bata paciente (sarga)
Monos y peleles bebeAlgodón 100%

Uniformidad blanco
Sarga
Pijamas uniformidad (sarga)Algodón 33% poliéster 67%
Batas uniformidad (sarga)

Verde
Uniformidad quirúrgica SargaPijamas quirófanoAlgodón 33% poliéster 67%
Batas cirujano

Azul

Uniforme Personal Oficio
Camisa (azul celeste)

Cazadora y pantalón (sarga)
Algodón 33% poliéster 67%
Algodón 65% poliéster 35%

CÓDIGO DE COLOR UNIFORMIDAD

Médicoamarillo
Enfermeraazul claro
Auxiliar de enfermeríaverde
Técnico especialistaazul marino
Celadorrojo
Administrativonaranja

  

CARACTERÍSTICAS DE LAS PRENDAS

Las prendas deben tener unas características concretas, dependiendo del uso que se les vaya a dar. Estas se deben conservar durante la vida útil de la ropa, sin que haya modificaciones sustanciales en sus propiedades, que las hagan inapropiadas para su utilización.

 Así cuando una prenda tiene manchas, se aplicará el tratamiento adecuado para eliminarlas; cuando una pieza se descose, se enviará al área de costura para su reparación. Si la ropa está deteriorada, se desechará y se sustituirá por otra nueva, en el proceso conocido como “reposición”.

          La ropa hospitalaria debe reunir tres requisitos básicos:

  • Estará higiénicamente óptima:

    La ropa hospitalaria se contamina especialmente con el uso diario. Es imprescindible que los procesos de lavado, desinfección, secado, planchado y almacenamiento se realicen correctamente con el objetivo de alcanzar unas condiciones higiénicas optimas. Pueden depositarse suciedades o contaminantes de distinta naturaleza, pero las que tienen una importancia mayor en el medio hospitalario son los microorganismos, por ser transmisores de enfermedades. El proceso de higienización debe garantizar la eliminación de todas las suciedades, y de todos los microorganismos patógenos, es decir, aquellos que pueden provocar alguna enfermedad.

  • Resultará cómoda:

  La comodidad es una característica deseable para la ropa en general, pero imprescindible para la hospitalaria. La ropa será holgada, no dificultará el movimiento del cuerpo y hará que el paciente se sienta cómodo. Será fácil de quitar y poner, tanto por el propio paciente, como por el personal sanitario, sobre todo en casos de personas con movilidad reducida y que necesitan ayuda para realizar acciones básicas como lavarse, levantarse, cambiarse de ropa, etc. No presentarán costuras, arrugas o pliegues que puedan molestar o incluso dañar la piel. La confortabilidad es algo que influirá positivamente en el estado de ánimo del paciente y en su recuperación.

  • Los tejidos serán suaves al tacto y resistentes al lavado:

    Un tejido áspero o duro, puede provocar lesiones en la piel por rozamiento, que pueden terminar causando irritaciones. Un tejido suave resultará agradable al tacto y ayudará a prevenir este tipo de afecciones. La selección de prendas se hará también teniendo en cuenta la resistencia de los tejidos a los tratamientos, las altas temperaturas y los productos de lavado.  

Puntuación: 5 de 5.

TEMA 11: LENCERÍA, TEMARIO ESPECÍFICO, TEMARIO OPERARIO DE SERVICIOS

TEMA 11. LENCERÍA: MAQUINARIA DE LAVANDERÍA Y PLANCHA. SISTEMAS DE LAVADO: LAVADORAS Y TÚNELES DE LAVADO.

MAQUINARIA DE LAVANDERÍA Y PLANCHA

INTRODUCCIÓN

Dependiendo de la cantidad de ropa que se vaya a tratar en la lavandería se deberá contar con la maquinaria adecuada para satisfacer la demanda del servicio. Para ello se debe tener en cuenta los siguientes factores:

  • El tipo de ropa que se va tratar.
  • Cantidad de ropa que se va a procesar.
  • Calidad de la ropa: la maquinaria elegida debe respetar la integridad de los tejidos lo máximo posible.
  • Grado de suciedad de la ropa.
  • Turnos de trabajo: hay que tener en cuenta el número de horas que va a estar funcionando la maquinaria.
  • Distribución del trabajo: puede ser que se distribuya de forma homogénea a lo largo del día o de la semana o se incremente en determinadas horas o días.
  • Previsión de incidencias: se debe tener en cuenta el número de horas que una determinada máquina estará parada por descanso, revisión o mantenimiento.
  • Sencillez de manejo: al ser manejadas por diferentes operarios es mejor que las instrucciones sean sencillas.
  • Concordancia entre las fases: el proceso debe ser continuo, de la lavadora a la secadora y de ahí a la plancha. Debe disponerse de maquinaria suficiente para evitar la acumulación de ropa.
  • Espacio disponible en los locales y presupuestos.

DOTACIÓN DE MAQUINARIA

En el diseño de la lavandería de un hospital habrá que tenerse en cuenta que este servicio debe ser combinado (maquinaria eléctrica y maquinaria a vapor) para los hospitales con más de 75 camas.

Se calcula que el equipo necesario para un hospital de 100 camas es de:

  • 3 lavadoras de 12 kg de carga.
  • 1 secadora de 10 kg de carga.
  • 1 prensa de forma de utilidad general de 54 pulgadas
  • 1 calandra de 20 a 30 kg/hora.
  • 1 compresor de 9 cm con tanque de 30 litros
  • Carros transportadores, mesones (mesas grandes) y estanterías.

Se necesitan aproximadamente cerca de 60 m2 de superficie por tonelada anual de producción. A esto se han de agregar los diferentes espacios accesorios que resulten ser necesarios como vestuarios, baños, salas de descanso, comedor, etc.

SISTEMAS DE LAVADO: LAVADORAS Y TÚNELES DE LAVADO.

Existen dos sistemas de lavado aplicables en la industria hotelera: el sistema discontinuo, también conocido como convencional, y que es el más habitual en la empresa hotelera, o el sistema continuo, basado en la implantación del túnel de lavado.

 SISTEMA CONVENCIONAL: LAVADORAS INDUSTRIALES
SISTEMAS DE LAVADO A MÁQUINA 
 SISTEMA CONTINUO O DE TÚNEL DE LAVADO

CONVENCIONAL O DISCONTINUO

Se basa en la carga y descarga individual de las unidades de maquinaria dispuestas para su uso. Es capaz de procesar hasta 300 kg/hora de ropa. En su diseño se han tenido en cuenta las fases de ejecución de los procesos, produciéndose una separación entre las mismas, a lo que debe la denominación de sistema discontinuo. Hay una máquina lavadora con un tambor rotativo, que realiza todas y cada una de las fases del proceso de lavado, de forma separada y ordenada. Se produce el llenado con agua y los diferentes productos necesarios para cada fase, seguido de movimiento y vaciado de agua.

Este sistema es el que utilizan las lavadoras convencionales, de pequeño tamaño, como las de uso doméstico. Tras cada ciclo, el agua utilizada es evacuada por el desagüe, lo que conlleva un gasto elevado y un gran volumen de agua con producto contaminante vertida al medio. En una lavandería hospitalaria se usa este sistema para pequeños volúmenes de ropa, prendas menudas o ropa que necesita un tratamiento especial. Este sistema no necesita una gran superficie para su instalación, pero tiene ciertos inconvenientes: el gasto de agua y energía es mayor que en el sistema continuo, resultando la relación de ropa producida con respecto a la cantidad de ropa tratada poco ventajoso económicamente.

SISTEMA DE TÚNEL DE LAVADO O CONTINUO

Consiste en dividir las fases de lavado en diferentes compartimentos comunicados entre sí y que pueden funcionar al mismo tiempo. Es capaz de procesar hasta 700 kg/hora de ropa. Un lote de ropa entra automáticamente en el primer bombo, donde es sometido a la primera fase del proceso. De ahí pasa al bombo contiguo para seguir con la fase siguiente y así sucesivamente. Al mismo tiempo, cuando el bombo inicial queda vacío, entra el siguiente lote de ropa, de manera que se están llevando a cabo todas las fases del lavado al mismo tiempo pero con distintos lotes de ropa.

Cada compartimento de carga puede tener una capacidad de entre 30 y 50 kg de ropa seca, por lo que si disponemos de doce compartimentos, podrá lavar al mismo tiempo un total de entre 400 y 600 kg de ropa aproximadamente. El agua y productos no se mezclan de un tambor a otro, ya que los ajustes son herméticos. El agua se puede recircular y reutilizar. El agua que proviene de un proceso de enjuague, puede utilizarse directamente para un proceso previo de lavado con detergente, ya que no contiene productos agresivos que puedan deteriorar la ropa, como desinfectantes, o blanqueantes. El agua utilizada en otros procesos puede pasar por un sistema de filtros, y ser impulsada posteriormente por una bomba para incorporarse nuevamente al inicio del proceso. Este sistema aprovecha mucho mejor el agua y los productos que el sistema convencional, suponiendo una disminución de los costes. Este sistema resulta ventajoso cuando el volumen de ropa es elevado. Por eso es utilizado principalmente en lavanderías industriales, para el 80% del volumen de ropa lavada. Cuando se van a lavar pequeñas partidas de ropa, es necesario utilizar un sistema convencional.

LAVADORAS

Las más utilizadas suelen ser de tipo convencional, estas se diferencian poco a las unidades de tipo doméstico. Su funcionamiento es sencillo, pues se basan en la existencia de un motor que gira y, mediante correas, provoca un movimiento rotatorio del elemento principal de la máquina: el tambor. Esta pieza puede llegar a ser de unos 50 cm de diámetro en pequeñas unidades de unos 10 kg de carga, hasta más de un metro en algunas cuya carga puede ser, incluso, superior a los 100 kg.

La capacidad, o cantidad de ropa que puede lavar en un ciclo, varía, está entre 6 y 23 kg para lavadoras de baja capacidad y ente 30 y 110 kg para las de gran capacidad. Además, una gran diferencia entre las diferentes unidades existentes en el mercado, es su capacidad centrifugadora. Existen lavadoras con capacidad de centrifugado de hasta 1.000 rpm, aunque es algo que las hace especialmente conflictivas, siendo imprescindible su anclaje sobre bases especiales que soporten su elevada vibración.

Según la velocidad del centrifugado, pueden ser:

  • De alta velocidad: de 600 a 1000 rpm
  • De baja velocidad: de 350 a 470 rpm

Para su uso en lavandería hospitalaria, las lavadoras deben contar con barrera sanitaria (paso a través). Su instalación se hará justo entre la zona de manipulación de ropa sucia y la de manipulación de ropa limpia, con una puerta hacia cada zona. Desde la zona sucia se cargará la lavadora, y desde la zona limpia se extraerá la ropa tras finalizar el programa. Cuenta con sistemas de seguridad que impiden la apertura de una de las puertas mientras permanezca abierta la otra, evitando así la contaminación de la ropa limpia.

El proceso final del lavado realizado en estas máquinas suele ser el centrifugado.  Normalmente, dada su gran capacidad, suele ser suficiente, previamente al secado de  las prendas con calor. De no ser así, existe la posibilidad de emplear otras máquinas: las centrifugadoras.

TÚNEL DE LAVADO

El túnel de lavado es un equipo de gran capacidad, que está compartimentado para realizar varias fases del proceso de lavado en un mismo tiempo. Las características generales de los túneles de lavado son las siguientes:

  • Cada compartimento o módulo lleva una doble cámara que asegura el aislamiento del contenido.
  • Cuentan además con válvulas de llenado y vaciado que garantizan que estos procesos sean rápidos y seguros, ya que disponen de un sistema de seguridad que impide la apertura de la válvula de llenado mientras la de vaciado no se ha cerrado y el compartimento ha quedado vacío.
  • Todo el equipo es controlado automáticamente y se puede visualizar y registrar informáticamente la situación de cada módulo y la fase en la que está cada lote de ropa.

Las prendas son incorporadas a una tolva mediante un sistema de cinta transportadora o mediante bolsas invertidas que se trasladan por carrileras superiores y que se abren sobre la tolva.

Este sistema de módulos permite que se estén tratando varios lotes de ropa a la vez sin tener que parar y descargar para realizar una nueva carga. Funciona por tanto como un sistema continuo. El trabajo del túnel se inicia con un prelavado, que se realiza en el primer cilindro, empleado para enjuagar las prendas. Este proceso puede tardar alrededor de 3 minutos, después de lo cual avanza por el sistema de cilindros, dejando disponible el primero para la incorporación de una nueva carga. Cada lote de ropa irá pasando de un compartimento a otro y el programa seleccionado determinará qué fase del lavado ocurre en cada uno de ellos y cuanto tiempo debe durar. Según van avanzando las prendas a lo largo del túnel van dejando compartimentos vacíos para el siguiente lote. De esta forma podrá realizarse la carga de ropa sucia de manera constante, con intervalos de tiempo determinados, que dependerán de la duración de los programas de lavado. La carga se realiza por la zona de manipulación de ropa sucia, y la descarga por la zona de manipulación de ropa limpia.

La separación de las fases en compartimentos evita que la suciedad acumulada en un proceso pase al siguiente. En cada compartimento se dosifica el producto correspondiente (entre 6 y 9 g de detergente por kg de ropa seca).

Cuando la carga de un compartimento pasa al siguiente, el agua es canalizada por tuberías para su reutilización en otros compartimentos, tras pasar por filtros y ser tratada si es necesario. Siempre pasará hacia fases anteriores, para no arrastrar restos de suciedad hacia los compartimentos finales donde el agua está más limpia. Es un sistema completamente automatizado. Tanto la carga de ropa, el recorrido de la misma por el túnel y la dosificación de productos, una vez programado el túnel, ocurren de manera automática.

El túnel de lavado tiene una capacidad muy superior a las lavadoras, ya que cada compartimento puede cargar entre 30 y 50 kg de ropa. Cada túnel de lavado se compone de un número diferente de cilindros, normalmente 3 o 4 de prelavado, 3 de aclarado y la prensa escurridora o extractora. Algunos llegan hasta 12 cilindros. Los cilindros disponen de palas de bateo que facilitan y mejoran la acción mecánica del lavado. Además permiten que el agua y los detergentes penetren en las fibras y que la suciedad quede disuelta. Tras el lavado, las prendas pasan a la “prensa”, cuyo objetivo consiste en extraer el agua de la ropa mediante el sistema de prensado. La fase de lavado ha finalizado y es el momento del secado. Por eso, con el túnel se configura lo que se denominaría un “tren de lavado y secado”, trasladando las prendas ya prensadas, hasta depositarlas en las secadoras (incluidas en el propio túnel).

Estos sistemas suponen grandes ventajas:

  • Al ser un sistema continuo aumenta mucho la productividad, ya que se puede lavar una cantidad grande de ropa en un tiempo mucho menor que el que sería necesario para lavar esa misma ropa en una lavadora discontinua y nunca hay ninguna fase del lavado inactiva.
  • Mejora la eficacia de los productos químicos, ya que al compartimentar las fases, no hay mezcla de productos, se reduce la suciedad acumulada disuelta en el agua, y se regula mejor la temperatura.
  • Se reduce el consumo de agua mediante la recirculación de la misma entre las fases. Disminuye también el volumen de vertido contaminado que se genera.
  • Hay un ahorro del consumo energético necesario para calentar el agua en algunas fases, ya que al recircular mantiene cierta temperatura y por tanto hay que aumentar menos grados. Además se puede aprovechar el vapor de agua generado como sistema de calentamiento.
  • El sistema de prensado es más eficaz que un simple centrifugado.

Como inconveniente tiene que si se estropea una parte del túnel, este queda inutilizado totalmente. Con el sistema convencional si una lavadora se estropea se pueden usar las otras.

La elección del tipo de túnel de lavado se hará atendiendo a:

  • Tipo de prendas que va a procesar la lavandería
  • Kilogramos de ropa de cada categoría
  • Qué prendas podrá tratar el túnel cada día
  • Espacio disponible en el local
  • Presupuesto.

DOSIFICACIÓN AUTOMÁTICA DE PRODUCTOS

En cuanto al sistema de dosificación del detergente, se utiliza el sistema de depósito de predisolución del centro, trabajando con una dilución del 10% del producto, lo que equivale añadir 8 sacos de 25 kg al depósito de 2000 litros. Dicha predisolución se dosifica mediante bombas de impulsos al túnel y mediante bombas centrífugas a las lavacentrífugas. Se efectúa un arrastre del producto mediante la entrada de agua de la red durante un periodo de tiempo determinado. Las reposiciones del producto se efectuarán al finalizar la jornada mediante la bomba de trasvase y se dejará preparada la carga para el día siguiente.

En lo que a los aditivos de blanqueo se refiere se dosifican mediante las bombas peristáticas.

El producto de neutralizado y suavizado se dosifica utilizando el sistema de depósito y bomba. Debido a las características especiales de dosificación del producto no es necesario trabajar con disoluciones, lo que equivale a simplificar y facilitar el empleo y manipulación. Las reposiciones del producto también se efectuarán al finalizar la jornada mediante la bomba de trasvase y se dejará preparada la carga para el día siguiente.

Puntuación: 5 de 5.

TEMA 11: LENCERÍA, TEMARIO ESPECÍFICO, TEMARIO OPERARIO DE SERVICIOS

TEMA 11. LENCERÍA: SISTEMAS DE SECADO Y PLANCHA: CALANDRAS, PLEGADORAS, TÚNELES DE SECADO. CENTRALES DE PLANCHADO. PLEGADORAS Y APILADORAS.

SISTEMAS DE SECADO

El secado de la ropa consiste en la eliminación del agua retenida en los tejidos tras el lavado. Puede ser total (es lo más habitual) o parcial (cuando queda cierto grado de humedad en la ropa). El secado parcial puede resultar interesante cuando las prendas se van a planchar posteriormente, ya que en algunos tejidos se alisan mejor las arrugas cuando están húmedos.

CENTRIFUGADORAS

Algunas máquinas de lavado llevan a cabo la centrifugación, pero también hay máquinas específicas de centrifugado. La primera opción es interesante porque evita tener que traspasar la ropa de una máquina a otra, con todo el peso del agua retenida. Las máquinas centrifugadoras se utilizan cuando el volumen de ropa a lavar es pequeño, y se dispone de poca maquinaria, por lo que interesa el uso de centrifugadoras para dejar las lavadoras libres para meter otro lote de ropa. Se cargan por la parte superior y la centrifugación se realiza girando el bombo a gran velocidad.

  • Centrifugado normal: 81 G.
  • Centrifugado extra: 220 G.
  • Centrifugado alto: 300-425 G.

El sistema básico de centrifugado está constituido por el grupo flotante, formado por un tambor alineado en un eje geométrico que gira dentro de la cubeta que lo envuelve, accionado por un motor.

SISTEMA CONVENCIONAL O DISCONTINUO

En los sistemas discontinuos, el secado se realiza en secadoras. Las máquinas secadoras, al igual que las lavadoras, disponen de un sistema de giro por correa, pueden contar con sistema de inversión de giro, para disminuir este efecto de arrugamiento. Están dotadas de una puerta de gran tamaño para facilitar la entrada y salida de las prendas hacia un tambor fabricado en acero inoxidable, su alimentación es eléctrica o a gas. La ejecución del proceso se lleva a cabo en función de los resultados esperados, lo que vendrá motivado por el tipo de prenda y su uso, para lo cual se pueden programar los tiempos de secado o la temperatura. Para finalizar, las máquinas secadoras pueden disponer de un sistema de enfriamiento progresivo al final de los ciclos, lo que permite evitar arrugas en las prendas. Hay secadoras de gran capacidad (55 a 75 kg) y de baja capacidad (10 a 23 kg).

  • Secadora de evacuación directa: Secadora de extracción de aire. En estos aparatos, el aire húmedo, conteniendo vapor de agua, se elimina lanzándola al exterior, bien directamente o bien  a través de una canalización flexible. Este es el sistema más sencillo y barato, recomendable siempre que no exista problema alguno de ventilación del local.
  • Secadora de condensación por agua: En estas maquinas el aire circula cerrado. El aire húmedo que sale del tambor, pasa por un serpentín, refrigerado por agua, que lo enfría, produciendo la condensación del vapor de agua contenido en el mismo. El agua condensada puede recogerse en un recipiente que es necesario vaciar periódicamente o verterlo directamente a la red de desagüe. Este modelo es menos recomendado, pues necesita agua para su funcionamiento.
  • Secadora de condensación por aire: El agua condensada se almacena en una bandeja o depósito extraíble en algunos modelos, puede instalarse una conducción directa al desagüe mediante una manguera. Funciona perfectamente en lugares ventilados, siendo este modelo el de mejor rendimiento y versatilidad. Es igual a la anterior aunque la condensación del vapor contenido en el aire húmedo se efectúa en un condensador refrigerado por aire tomado del exterior del aparato e introduciéndolo en él por la acción de un ventilador, diferente al que introduce el aire en el tambor.

SISTEMA CONTINUO: TÚNEL DE SECADO

Para el secado de ropa de forma en una lavandería se utilizan túneles de secado por aplicación de corrientes de aire caliente. Las unidades de secado ejecutan sus funciones después de un nivel de extracción de la humedad muy notable que, en algunos casos se realiza mediante un prensado que facilita el trabajo de secado posterior. Las prendas se colocan  en  perchas colgadas de unos raíles por los que se van a desplazar hacia una cámara de aire caliente. La alimentación de ropa, su avance y salida es continuo y constante.

El secado es completo, y en la mayoría de los casos desaparecen completamente las arrugas y la prenda puede plegarse directamente, empaquetarse  distribuirse para un nuevo uso. Solo será necesario un repaso de las prendas para eliminar algunas arrugas profundas o marcar líneas.

Estantes de secado: imprescindibles para prendas que no pueden colgarse para el secado, para que no queden estiradas o deformadas. Es el caso de las prendas de lana, hechas a punto de lana, terciopelo, etc.

SISTEMAS DE PLANCHADO

Las fases de lavado y secado dan como resultado una prenda arrugada. Los factores que favorecen la formación de arrugas son:

  • Las altas temperaturas que provocan el encogido de las fibras y la aparición de zonas con pliegues.
  • El roce de unas prendas con otras dentro de las máquinas de lavado y secado.

 El proceso de planchado de la ropa persigue dos objetivos fundamentales:

  • El alisado de la prenda para que su aspecto final resulte atractivo y su uso sea confortable
  • La completa eliminación del agua que puede quedar retenida en el tejido tras el lavado y secado

Para alcanzar estos fines, los procedimientos de planchado utilizan el calor para flexibilizar las fibras y el aplastamiento que se consigue ejerciendo cierta presión sobre las prendas para evitar que encojan y se deformen.

Existen distintos sistemas de planchado, que se utilizan en función del tipo de ropa. Se definen principalmente sistemas para planchar ropa de línea y sistemas para planchar ropa de forma.

La ropa de línea no presenta costuras y tiene una forma regular, para su planchado se utiliza el sistema de rodillos o calandra. La ropa de forma, dada su corte irregular, no se puede introducir en la calandra, por lo que se buscarán otros sistemas. En la mayoría de los casos, prendas como las camisas, blusas o chaquetas, tras el lavado se colocan directamente en perchas y se introducen en el túnel de secado, asegurando que el proceso sea total y que haga innecesario utilizar la plancha.

No toda la ropa que pasa por los procesos de lavado y secado va a pasar por el de planchado. Sin embargo, esta es la fase que cuenta con una mayor variedad de maquinaria y donde la evolución tecnológica ha sido más importante en los últimos años.

TREN DE PLANCHADO

Es un sistema continuo donde se pueden planchar prendas de diferentes formas y tamaños. Las instalaciones de lavandería de alta capacidad emplean el tren de planchado como sistema más adecuado. En estos sistemas, diseñados para ropa lisa, como sábanas o mantelería, las prendas son arrastradas por una cinta en bandas o rodillo sobre los que la plancha ejerce calor y temperatura. Al tratarse de un tren, este tipo de planchadoras van unidas a otros elementos como las plegadoras o empaquetadoras.

LA CALANDRA Y LA PLANCHA DE RODILLO

Para producción menor o poca capacidad, el sistema que se emplea es la calandra, siempre para ropa plana (sábanas, mantelerías) y que permiten su planchado de forma continua.

Están compuestas de un rodillo cuyo diámetro oscila entre 15 y 50 cm y  su longitud puede ir desde 150 a 320 cm o bien de varios rodillos con un diámetro más pequeño y un elemento calefactor o cubeta. Un tamaño medio de una calandra podría ser de unos 30 cm de diámetro y unos 2,5 m de largo. Hay que matizar que el planchado se realiza mientras la tela está pasando por la plancha y es presionada por el rodillo. Luego a mayor diámetro el planchado será más eficaz.

El rodillo de hierro está cubierto por una funda de amianto o lanilla de acero, después un muletón y una sabanilla. Esta sabanilla hay que cambiarla con frecuencia, pues el continuo calentamiento por el roce de la plancha la irá tostando. En otros modelos el rodillo es de acero y está recubierto por compuestos de silicona y teflón. Con estos elementos el rodillo puede alcanzar temperaturas más altas.

Unos minutos antes de comenzar el trabajo es necesario conectar la máquina y colocar el termostato en la posición adecuada al tejido que se va a planchar. El disco de velocidades, o selector de aceleración, suele disponer de tres posibilidades; marcha lenta, normal y retroceso. Es necesario colocarlo de acuerdo con el grado de humedad que lleva el tejido y la dificultad que presente la prenda que va a ser planchada. El largo del rodillo determinará la forma en que la ropa debe entrar en la máquina: desplegada o doblada. La temperatura de la calandra debe estar a 160-180º C, como mínimo, durante 15-20 segundos.

En la parte frontal o lugar por donde la prenda se introduce hay situada una tabla-soporte que sirve para alisar la prenda, estirándola manualmente, antes de ser recogida por el sistema de arrastre. Cuando la prenda está bien alineada y encarada a la ranura de entrada y a dos o tres centímetros de ella se presionará la palanca o mango de planchado y una serie de pinzas metálicas o pequeñas ruedecillas giratorias aparecerán en la parte inferior, al tiempo que un rodillo de pequeño diámetro descenderá hasta también tocar la prenda, manteniéndola estirada y presionada hacia el interior ajustándola al rulo. Ese momento coincide con que la plancha también presiona el tejido de la prenda que es planchada por efecto del calor emitido por la placa de planchar. El movimiento rotativo del rulo es que el arrastra durante el planchado a la prenda o pieza. Si la pieza a planchar necesita dos pasadas, la máquina dispone de un mando en el que cuando aquella va saliendo de la presión producida entre la plancha y el rulo, las guías de salida cambian la posición hacia delante, para recoger la prenda y volver a introducirla, o bien hacia atrás y ser recogida de una cinta transportadora. También es selectivo el sentido de marcha del rulo, puede rotar hacia adelante o hacia atrás. La velocidad de rotación se controla por el selector de aceleración, pero en cualquier caso es lenta.

La prenda se introduce por la parte frontal, depositándola en una tabla soporte, desde la que es recogida por arrastre y presionada durante su desplazamiento con ayuda de los rodillos sobre unas piezas de acero calientes en forma de ondas. Esta pieza de acero ondulada debe estar siempre limpia y encerada, ya que las prendas son arrastradas sobre ellas, y se podrían arrugar y deteriorar por la suciedad, sequedad o aspereza de los mismos.

Hay distintos tipos de calandra: mural, de rodillos y centrales.

La ropa se introduce en la calandra húmeda, directamente del centrifugado de la lavadora, a medida que se plancha se seca.

Es necesario observar las medidas de seguridad para evitar accidentes y proteger a la ropa de deterioros. El movimiento de retroceso es de gran utilidad pues permite desenredar las prendas que hubiesen podido entrar mal en la máquina.

Para el caso de un corte fortuito de energía eléctrica las máquinas disponen de un dispositivo que permite aislar el rodillo de la plancha caliente a fin de que pueda realizarse la extracción de la prenda aprisionada antes de que se queme.

MÁQUINA DE PRENSA

La prensa es un elemento básico en las lavanderías industriales. Se utiliza para el planchado de ropa de forma. Hay diversos modelos en función de la prenda específica para la que hayan sido creadas. Las hay para pantalones, americanas…

Tiene una silueta en forma alargada (forma de pera) y unas medidas que se adaptan al delantero de una chaqueta,  americana o camisa. Consta de dos partes principales entre las que se coloca la prenda:

  1. Parte superior abatible, hecha de acero y plancha cóncava perforada para que salga el vapor.
  2. Parte inferior (base o almohadilla) metálica, pero con capas similares al rulo de la calandra, donde se apoya la pieza a planchar.

La parte fija es la base o almohadilla, forrada por piezas de tela gruesa tipo muletón.  Sobre ella se extiende la prenda. La parte superior puede abatirse, de manera que se subirá para introducir la prenda y se bajará sobre la base para plancharla. Es una placa metálica que se calienta mediante una resistencia. Tiene una serie de agujeros por donde expulsa el vapor generado en un calderín para facilitar el planchado de algunos tejidos. La eliminación de las arrugas se consigue gracias a la acción del calor, la presión de una parte de la prensa sobre otra y la impregnación con vapor.

Las máquinas que funcionan con el complemento de vapor suelen disponer de un calderín anexo. Este calderín contiene una cierta cantidad de agua que es calentada por medio de unas resistencias eléctricas. Al ser un compartimento estanco y producirse la salida por medio de una válvula manual que se encuentra en la plancha, este vapor sale con una presión de entre 2 y 4 atmósferas, que distribuye por todas las perforaciones de la plancha el vapor que genera el calderín, y se presiona sobre la prenda durante unos segundos.

PLANCHADO POR DIFUSIÓN DE VAPOR

Son equipos que cuentan con un calderín donde se genera vapor de agua, que será expulsado por un difusor plano hacia la prenda colgada en una percha o maniquí. No es necesario aplicar presión, ni tan siquiera tocar la prenda. El vapor sale muy difuminado desde una distancia de unos centímetros y va humedeciendo ligeramente el tejido, que por el propio peso va estirándose y alisándose. El difusor tendrá un mango largo para facilitar su agarre y poder realizar un movimiento desde arriba hacia abajo de la prenda.

Empleado sobre todo en tejidos delicados y que no precisan de pliegues o formación de rayas, como visillos, cortinajes y estores. Para planchar por difusión de vapor se cuelgan las cortinas, se lleva hasta allí el calderín de vapor portable, le acoplamos el difusor plano (similar al del aspirador) y aplicamos el vapor sobre el tejido a unos 5 cm de distancia, en pequeños tramos y de arriba hacia abajo.

CENTRAL DE PLANCHADO

Son unidades similares a las mesas de desmanchado y se constituyen como plancha a vapor y mesa de plancha. Cuando se construyen como una sola pieza, están provistas de mesa con pedal, toma de agua, generador de vapor y plancha eléctrica a vapor. Incluso, puede estar provista de pistola de desmanchado y pistola de vapor.

Son equipos con funciones aspirante, soplante y vaporizante. Constan de mesa de planchar, dotada de plato de 120x40x25 cm, pedalera o doble pedalera, plancha eléctrica de vapor en acero inoxidable. Puede tener generador de vapor e incluso servir para alimentar a otros equipos de planchado. La toma de agua es automática. Pueden tener otros complementos como brazo aspirante o soplante, pistola de vapor y pistola de desmanchado. Pueden contar con un sistema de regulación de la altura.

PLEGADORAS Y APILADORAS

Son máquinas que realizan tareas finales sobre la ropa limpia, con el fin de reducir su manipulación y que no se contaminen.

Las plegadoras suelen ir adaptadas a las planchadoras como medio de completar los procesos una vez que las prendas están secas. Este tipo de máquinas realizan el proceso de plegado mediante un sistema de  aire, combinado con rotación de rodillos, que permite realizar los pliegues de forma longitudinal o transversal.

Tras el secado y planchado se debe doblar la ropa para que no se arrugue. Esta tarea se puede hacer manualmente, pero implica la manipulación de la ropa limpia, con riesgo de contaminación cruzada. Por ello es recomendable el uso de plegadoras, que reducen el contacto de las manos con las prendas. Las plegadoras realizarán una o varias operaciones de doblado. Cuando realiza más de un pliegue, se alternarán los transversales y los longitudinales. Hay plegadoras pequeñas, para las prendas de menor tamaño como las toallas. Estarán situadas a continuación de la zona de secado y planchado. En prendas como las toallas, que no se planchan, tras su salida de la secadora serán colocadas por el trabajador de forma manual sobre la plegadora. La máquina las doblará para que abulten menos y puedan empaquetarse para su distribución.

Hay plegadoras de mayor tamaño, para sábanas, que irán acopladas a las calandras, para que a la salida de la máquina de planchado, la prenda pase directamente a la plegadora. Dado el gran tamaño de las piezas, pueden realizarse dos pliegues longitudinales seguidos de dos pliegues transversales.

Las plegadoras van seguidas de máquinas empaquetadoras, envolviendo en plástico las prendas para protegerlas durante su traslado o a lo largo del proceso de almacenamiento, hasta su uso, a modo de precinto. Las empaquetadoras son elementos mecánicos que introducen las prendas individualmente en bolsas transparentes, que facilitan la visualización del contenido durante el almacenamiento,  y las cierran.

Las apiladoras apilan las piezas de ropa a gran velocidad, una vez dobladas, pueden incorporar un tercer pliegue y están disponibles con pinzas rotativas y con lanzaderas. Una vez alcanzado el número de piezas seleccionadas, la pila formada avanza por una cinta de evacuación.

LA PLANCHA LIGERA O MANUAL

Similares a las domésticas. Son aparatos de pequeño tamaño. Tienen una base metálica que se calienta a través de una resistencia y entra en contacto con el tejido para transmitirle calor y eliminar las arrugas. Su uso principal es para el repaso de pequeñas prendas, o de zonas complicadas, repaso de botonaduras, cuellos, solapas, plisados, volantes, encajes, etc

Se limpian con agua destilada, el agua del grifo puede dejar restos de cal.

OTROS ELEMENTOS DE PLANCHADO

Maniquí: existen de diferentes tipos, para su empleo con pantalones, camisas, chaquetas, abrigos,… Los maniquíes son poco habituales en aquellos establecimientos que no disponen de una gran demanda de planchado o de limpieza en seco.

El maniquí ejercerá la tensión sobre aquellos puntos de las prendas en los que, normalmente, es la presión de la plancha la que actúa. En el caso de los pantalones, esa presión es ejercida sobre la cintura y una tensión sobre las perneras, para así adaptarla a la horma. La técnica empleada se basa en: la temperatura y el vapor.

EQUIPOS AUXILIARES

  • Contenedores plásticos tipo trolleys (polietileno): se utilizan para el depósito de ropa que proviene del vaciado de lavadoras o secadoras, y para su desplazamiento hasta los equipos de la siguiente fase. Tienen cuatro ruedas, dos de ellas giratorias. Los hay con capacidad de 250, 400, 600 y 800 litros.
  • Jaulas tipo rolltainer: Carros o jaulas móviles para el traslado de ropa limpia.
  • Carros de fondeo remontables: se utilizan para el vaciado de las secadoras. Cuenta con un sistema que, a medida que se vacía su contenido, va subiendo el fondo del carro.
  • Introductoras: sirven para agilizar la introducción de la ropa en la calandra. Consta de unas pinzas de agarre de las prendas que aseguran que las prendas entren rectas en los rodillos.
  • Empaquetadoras: introducen las prendas en bolsas plásticas transparentes para su protección, y las cierran. Empaquetan en diferentes tamaños.
  • Apiladores: Reciben las prendas dobladas y empaquetadas, y las apilan para su almacenamiento o distribución. Las funciones de plegado, empaquetado y apilado, pueden estar acopladas al tren de planchado.
  • Tumblers o máquina desliadora: para desenredar y  presecar la ropa.
  • Carros: En la zona de distribución se utilizan carros para el traslado de ropa limpia. Normalmente tienen estructura de tubo en acero inoxidable, con entrepaños. Disponen de ruedas, dos de ellas giratorias para su desplazamiento. Si se va a transportar a las unidades de destino, debe ir cerrado para evitar contaminaciones. Puede contar con puertas de apertura lateral para facilitar el acceso al contenido.
  • Sacos:
    • Autovaciado con 2 aberturas: superior e inferior.
    • Aéreo
    • Bolsas hidrosolubles (en agua entre 50 y 60º)
  • Contenedores: cuentan con una estructura de tubo de acero inoxidable con saco desmontable de tejido plástico, o bien es una estructura de plástico o resina. Tiene ruedas giratorias para poder desplazarlo. La capacidad será suficiente para contener la ropa y, aunque se fabrican en varios tamaños, los más habituales en una lavandería industrial son los de 300 a 400 litros de capacidad.
  • Mesas de clasificación: son muebles o encimeras que disponen de diferentes alveolos para depositar la ropa una vez clasificada. La ropa llega a la mesa de clasificación con ayuda de una cinta transportadora y, allí, una o varias personas efectúan su separación según tipos. Cada tipo de prenda se deposita en un saco o bolsa a través de los alveolos. Cuando uno de los sacos tiene el peso de ropa correspondiente a una carga de lavado, es retirado y sustituido por otro vacío. De esta manera se clasifica la ropa formando lotes para el lavado.
  • Cintas transportadoras: son elementos que ayudan al desplazamiento mecánico de la ropa que se va a clasificar. Existen diferentes tipos de cintas, dependiendo del sistema de transporte:
    • Cintas de banda: el sistema de transporte está formado por una banda continua que se mueve mediante dos rodillos en los extremos. Este sistema es el más utilizado para la clasificación de ropa.
    • Cintas de rodillos: la línea de transporte está formada por un conjunto de rodillos, uno a continuación de otro, que giran al mismo tiempo pero de manera independiente.
    • Cintas de tablillas: el sistema de arrastre está formado por una sucesión de tablillas paralelas.
    • Cintas elevadoras: el sistema ayuda al desplazamiento de la ropa hasta una zona más alta. Se puede utilizar para mover la ropa hasta la boca del túnel de lavado u otros equipos o para el traslado de ropa de una lavandería de estructura vertical.
  • Transportador aéreo para cargas pesadas: Es un sistema de raíles a través del que se mueven unos colgadores que soportan las bolsas con los lotes de ropa. Este sistema puede recorrer todas las instalaciones de la zona de sucio y servir como transportador de los lotes de ropa desde la zona de clasificación hasta la boca del túnel. Para este sistema se utilizarán sacos de polipropileno con abertura superior para su carga e inferior para su descarga.
  • Tolvas: conductos para transportar las prendas por efecto de la gravedad. Se usan en lavanderías de estructura vertical para que las prendas pasen de una fase a otra que se realiza en un nivel inferior.
  • Básculas: aparatos que se utilizan para pesar las bolsas de ropa sucia que llegan a lavandería. Hay diferentes sistemas: básculas que pesan las bolsas individualmente, equipos de suelo que detectan el peso de los carros cuando pasan por encima.
  • Mesas o bastidores base: son complementos utilizados en cualquier fase de la lavandería. Se utilizan para colocar la máquina o elementos de trabajo a una altura más cómoda para el trabajador.
  • Conveyor: cinta automática  dividida en compartimentos, encargada de introducir la ropa sucia en el túnel de lavado. Se denomina así también al aparato que sube la torta hasta las secadoras.
  • Elementos de limpieza de la calandra: mantas limpiadoras, mantas abrasivas, telas aplicadoras para ceras y pastas, cintas guía, cera para lubrificar cubetas, pasta lubrificante para cubetas…

MANTENIMIENTO DE LOS EQUIPOS

El uso continuado de los equipos y maquinarias de la lavandería conlleva un desgaste de las piezas, lo que puede provocar diferentes tipos de averías. Es necesario llevar a cabo un mantenimiento de todos los equipos para que funcionen siempre perfectamente y el proceso siga su curso con las mínimas interrupciones posibles.

Se debe elaborar un plan de mantenimiento acorde con los objetivos generales de la lavandería, es decir, que se mantenga la producción de ropa tanto cuantitativamente (kilos de ropa producida), como cualitativamente (ropa perfectamente limpia, con tejidos no deteriorados, y aspecto agradable y confortable). Para ello se fijará una periodicidad para las revisiones, se dispondrá de personal y recursos para reparar las averías y se tendrán en cuenta los costes de todo ello.

Objetivos del mantenimiento

  • Mantener la calidad del producto.
  • Reducir al mínimo los riesgos para usuarios, reparador y equipos.
  • Mínimo coste.
  • Obtener un buen rendimiento energético con el mínimo deterioro ambiental.
  • Fijar la periodicidad de las revisiones: determinar el número teórico de horas de funcionamiento.

Mantenimiento operativo: consiste en la reparación de las máquinas e instalaciones siempre que sea necesario. Se realizan las operaciones necesarias cuando surge un problema, esto es, no se puede planificar porque es inesperado.

Mantenimiento preventivo: consiste en realizar revisiones periódicas de las instalaciones, con el fin de cambiar piezas, reparar pequeños fallos, o realizar limpieza y engrase de las máquinas antes de que se produzca la avería. Este tipo de mantenimiento se planificará, fijando una periodicidad en función de los siguientes factores:

  • Vida media de las piezas: los componentes de los equipos tienen un tiempo de duración que el fabricante fijará para unas condiciones concretas de uso. Es posible que para ello sea necesario realizar labores de limpieza o engrase cada cierto tiempo (esto también hay que planificarlo). Antes de finalizar ese periodo de tiempo, las piezas se sustituirán por unas nuevas.
  • Cálculo de tiempos no productivos: para realizar las tareas de mantenimiento puede ser necesario para la maquinaria que se va a realizar. El tiempo empleado será el mínimo, por lo que conviene tener todo preparado, y saber perfectamente qué es lo que se va hacer.
  • Coste: no solo se debe tener en cuenta el coste de mantenimiento en sí, sino también el coste de los tiempos no productivos.

El mantenimiento preventivo debe llevarse a cabo en tres partes:

  • Revisiones: tareas destinadas a prevenir el deterioro de los equipos. Engloba los trabajos de limpiar, ajustar y engrasar.
  • Inspección periódica: las llevan a cabo técnicos especializados que comprobarán el buen estado de las máquinas. Tiene carácter diagnóstico y, si se detecta algún fallo, la empresa tiene la obligación de repararlo.
  • Tratamiento temprano: consiste en reparar o reemplazar determinadas partes o piezas, antes de que se genere una avería.

Puntuación: 5 de 5.

TEMA 10: LENCERÍA, TEMARIO ESPECÍFICO, TEMARIO OPERARIO DE SERVICIOS

TEMA 10: LENCERÍA: EL SERVICIO DE LAVANDERÍA Y PLANCHA: ÁREAS ORGANIZATIVAS.

EL SERVICIO DE LAVANDERÍA Y PLANCHA: ÁREAS ORGANIZATIVAS.

1. INTRODUCCIÓN

El servicio de ropa y lencería constituye un departamento perteneciente al hospital, que gestiona el mantenimiento de la ropa, tanto cualitativamente (la ropa estará siempre en condiciones adecuadas para su uso), como cuantitativamente (el centro contará siempre con la cantidad de ropa suficiente para prestar sus servicios de manera adecuada).

Cuando se somete a la ropa a un procesado en lavandería, lo que se pretende es restituir a las prendas una calidad próxima a la original para que puedan reutilizarse en condiciones adecuadas. Estar libres de manchas y residuos de cualquier tipo y tener un tacto agradable y no agresivo a la piel, son condiciones que se acostumbran a dar en los tratamientos y procedimientos habituales, pero que los tejidos se encuentren libres de organismos patógenos y estén “higiénicamente limpios”, es una exigencia que se debe dar cuando la ropa tratada procede de establecimientos hospitalarios.

En el hospital la ropa y su proceso se consideran como parte integrante de los medios más importantes de lucha contra la infección nosocomial. La ropa por el hecho de estar en contacto con las personas es un elemento capaz de acumular gran cantidad de gérmenes, siendo el propio enfermo el que constituye la fuente principal de contaminación.

Todos los tejidos de un centro sanitario deben considerarse como ropa contaminada por gérmenes potencialmente virulentos y deben tratarse de forma que al final del ciclo se pueda suministrar a los usuarios libre de agentes patógenos infecciosos.

SISTEMA DE DOTACIÓN Y REPOSICIÓN DE ROPA

Al poner en circulación cada pieza de ropa hospitalaria se inicia un proceso de desgaste a causa del:

  • Uso asistencial a que se destine
  • Lavado
  • Ataque y manchado por fármacos y antisépticos
  • Usos atípicos (cortes, rasgaduras…)
  • Robo

Como consecuencia del desgaste, se procederá a la sustitución de las prendas por otras nuevas. Este ciclo de uso y sustitución se conoce por reposición.

La reposición se hará teniendo en cuenta:

  • La calidad de la ropa
  • Número de lavados teóricos de cada prenda
  • Desapariciones o bajas incontroladas (roturas, prendas que se van con los cadáveres, ambulancias…)

La dotación de ropa se define como la cantidad de prendas necesarias para cubrir las necesidades de lencería en un día. Cada hospital deberá tener en circulación 5 dotaciones de cada prenda. Para fijar estas dotaciones hay que determinar una y multiplicarla por 5.

  • 1 en uso
  • 1 sucia
  • 1 en proceso de lavado
  • 1 limpia para efectuar la reposición siguiente
  • 1 que permitiría hacer frente a posibles contratiempos, stock de seguridad.

Con esta dotación, la rotación de cada prenda se cifra entre 4 y 4 días y medio. Su estimación se suele fijar entre 1,5 a 2 cambios por paciente.             

PRODUCCIÓN DE ROPA EN LAVANDERÍA

El cálculo de la producción de ropa en una lavandería se hace en función del peso de ropa o del número de prendas de forma. Es necesario llevar un control constante de la ropa que entra diariamente en la lavandería para ser tratada y la que sale lista para un nuevo uso. Estas cantidades no van a coincidir, por lo que se pueden distinguir tres variables:

  • Ropa tratada: cantidad de ropa sucia que entra en la lavandería. Su peso es mayor porque lleva cierto grado de humedad. Además, es frecuente que dentro de la bolsa de ropa sucia vayan variados objetos, que se han introducido por error o descuido y que incrementan el peso de la misma, ya que se pesan las bolsas cerradas que llegan a la lavandería.
  • Ropa lavada: cantidad de ropa que se somete al proceso de lavado e higienización. Del peso de ropa tratada hay que descontar los objetos no textiles que pudieran ir en la bolsa. Sin embargo, hay que tener en cuenta que parte de la ropa es sometida más de una vez al proceso de lavado, esto es, ropa que no queda perfectamente limpia en el primer lavado o que tiene que pasar por la sección de costura y posteriormente volver a ser lavada. Aquella ropa que hay que procesar por segunda vez se la conoce como “ropa de rechazo”. El porcentaje ideal estaría comprendido entre el 1,5 y el 3% del total de la ropa tratada.
  • Ropa producida: cantidad de ropa que ha sido sometida a todo el proceso: lavado, planchado y empaquetado. No toda la ropa lavada termina el proceso de producción, porque las prendas se van desgastando y deteriorando y son desechadas. Además hay prendas deterioradas que pueden repararse. En este último caso, pasaran por la sección de costura y después volverán a ser lavadas.

2. DEPARTAMENTO DE LENCERÍA

El proceso de lavado consta de una serie de pasos y tareas ordenadas y encaminadas para obtener resultados óptimos para cada prenda. El departamento de lencería es el encargado de realizar dichos procesos, lo que conlleva las siguientes funciones:

  • Clasificar y contar la ropa sucia entregada por los distintos departamentos
  • Entregar la ropa limpia a los distintos departamentos.
  • Recoger los uniformes sucios y entregar los limpios.
  • Separar las prendas que presentan algún tipo de desperfecto para repararlas si es posible y si no, darlas de baja.
  • Lavado, secado, planchado y plegado de toda la ropa del establecimiento.
  • Limpieza de las instalaciones de lavandería.

El área de ubicación de la lavandería deberá tener acceso directo desde el exterior para vehículos industriales y estar provisto con muelle de carga. La situación de la lavandería dentro del recinto hospitalario estará condicionada por el tipo de la misma, bien sea lavandería institucional o lavandería semicentralizada. Estará próxima a las centrales productoras o distribuidoras de energía y fluidos, al objeto de tener menos perdidas energéticas y un mayor rendimiento de las mismas. Deben tener un servicio combinado de maquinaria eléctrica y maquinaria de vapor para hospitales de más de 75 camas.

El servicio de lavandería está en coordinación y comunicación con el resto de departamentos del hospital en el proceso que afecta a la ropa, lo que hace de este un servicio integral que requiere de un organigrama que defina las funciones de cada departamento:

  • Gerencia: encabeza el organigrama y es el último responsable de su gestión.
  • Departamento de gestión y servicios generales: gestiona el servicio de lavandería, se ocupa de la contratación y gestión de personal, elaboración de protocolos y gestión de suministros.
  • Departamento de enfermería: difusión y cumplimiento de las normas de recogida y reparto de ropa.
  • Medicina Preventiva:
    • Vigilancia de la salud del personal, realizando los reconocimientos médicos periódicos.
    • Estudio de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales.
    • Información y formación de los trabajadores en material preventiva.
    • Regulación de las normas de seguridad e higiene.
    • Control de las condiciones higiénico-sanitarias de las instalaciones.

MODELOS DE GESTIÓN DE LA LAVANDERÍA

La lavandería puede ser un servicio más dentro del centro o tener gestión propia:

  • Lavandería gestionada por el hospital: instalaciones dentro del centro y son un departamento más de la institución. El personal, suministros etc son del centro. Puede ser de dos tipos:
  • Institucional: dotada para satisfacer las necesidades del propio centro. Sus instalaciones son reducidas y su capacidad de producción pequeña.
    • No suele renovarse la maquinaria.
    • Muchas operaciones se hacen manualmente (planchado, doblado…)
  • Semicentralizada: puede dar servicio a su propio centro y a otros cercanos de similares características.
  • Lavandería con gestión propia: entidad como centro de gasto, lo que implica que dispone de presupuesto propio. El personal es propio de la lavandería y la propia institución gestiona su funcionamiento.

Este tipo de instalaciones da  servicio a varios centros de similares características que se localicen en una ruta establecida y que no disten más de 30 km de la lavandería. Podrá atender la demanda de cuantos centros quiera, sin exceder su capacidad productiva.

Este tipo de institución se denomina: Lavandería Centralizada. Los hospitales que optan por este tipo de lavandería deben contar con una dotación inicial de ropa superior ya que el transporte de las prendas fuera del hospital aumenta el tiempo del proceso de limpieza de la ropa. No permite procesar pequeñas cantidades de ropa, ni partidas de ropa urgente, ni imprevistos.

CARACTERÍSTICAS ESTRUCTURALES DEL LOCAL

  • Materiales de construcción: al ser un local húmedo, es preferible emplear el hormigón armado como material de construcción.
  • Altura de techo: En la zona de lavado, la altura local deberá tener como mínimo:
    • 3,5 metros para lavanderías convencionales.
    • 5 metros para lavanderías con túnel y secadoras.
    • 6 metros para lavanderías con transporte aéreo.

En las zonas de planchado y secado, no deberá ser inferior a 3,5 metros. La mejora de la zona de trabajo está muy relacionada con la altura, ya que el calor y la zona de ambiente caliente se sitúan en la parte superior del local. En la zona de almacenamiento, la altura del techo no deberá ser inferior a 3,5 metros

  • Puertas deben ser de PVC, sin peligro de roturas. Las puertas de acceso a la cabina de desinfección entre el lado limpio y sucio deberán estar coordinadas de manera que no abra una sin que se cierre la otra.
  • Los parámentos: recubiertos por materiales de fácil limpieza, colores claros y resistentes. Se colocarán protecciones en esquinas y en paredes para evitar los golpes de carros. Los suelos serán continuos, antideslizantes y de fácil limpieza, no atacable por ácidos o productos químicos, con inclinación suficiente hacia sumideros. Las cubiertas y techos estarán construidos de forma que no se acumule polvo ni vapores, de fácil limpieza y siempre que no puedan aportar contaminación. Las uniones de paramentos verticales como horizontales serán redondas.
  • Aire acondicionado y extracción: los locales tendrán las instalaciones adecuadas para garantizar un mínimo de 30 renovaciones/hora, una temperatura máxima de 36oC y humedad relativa máxima de 85%. En cuanto al flujo y la extracción de vahos se aplicará lo indicado en el punto de lado limpio y lado sucio, para mantener un equilibrio de presiones atmosféricas. No podrá haber aprovechamiento del entorno de aire de la zona sucia siendo el aire de impulsión a la zona limpia completamente exterior.
  • Sistema de aprovechamiento de energía por utilización del vapor de agua como fuente de calor.
  • La maquinaría y utillaje: instalada de forma que facilite su limpieza y desinfección serán de materiales inocuas, de superficies impermeables, atóxicas y resistentes a la corrosión. Se vigilará su estado de conservación retirándolos cuando pierdan las condiciones requeridas. Las mesas, bandejas y/o recipientes destinados a la manipulación serán de material liso, anticorrosivo y de fácil limpieza.

3.    CADENA DE INFECCIÓN

  1. Agente infeccioso: cualquiera de los gérmenes patógenos, virus, hongos, bacterias…
  2. Reservorio: portador del elemento infeccioso, pueden ser seres vivos o elementos inanimados
  3. Puerta de salida: medio a través del cual los organismos salen del reservorio (vías           respiratorias, piel, sangre…)
  • Medio de transmisión: camino tomado por los microorganismos desde el reservorio al nuevo huésped (vía aérea, contacto directo…)
  • Puerta de entrada: medio por donde entran al nuevo huésped, (contacto, ingestión, punción…)
  • Nuevo huésped: eslabón final de la cadena que habitualmente es un paciente.

4.  ÁREAS ORGANIZATIVAS: CIRCUITO DE LA ROPA

La lavandería deberá tener tres locales bien diferenciados para:

  • Recepción y clasificación y, en su caso, esterilización.
    • Área de lavado.
    • Área de almacén.

Los locales del área de lavado y almacén y el de recepción-clasificación, deberán estar alejados de cualquier dependencia que pueda ser origen de suciedad.

Las secciones que componen el servicio de lavandería y planchado se distribuyen en el espacio físicamente atendiendo a varios principios:

  • Separación de fases: Para que las fases del proceso sean independientes se localizarán en zonas separadas, contando cada una de ellas con los recursos materiales y personales necesarios en cada caso. Estas áreas estarán comunicadas entre sí para facilitar la circulación de la ropa para completar el proceso. Toda la planta de procesado de ropa se divide en dos circuitos: limpio y sucio. Estos circuitos están separados por una barrera sanitaria  y en ningún momento se deben cruzar.
  • Marcha adelante: Las áreas de trabajo se situarán siguiendo el orden lógico del proceso. Así la ropa avanzará por las distintas áreas para ser sometida a las operaciones necesarias de manera sucesiva, sin que se produzcan retrocesos a fases previas ni cruces entre la ropa sucia y limpia.
  • Racionalización de espacios: El diseño de las instalaciones se hará con el máximo aprovechamiento de los espacios, dejando siempre sitio suficiente para las máquinas, la circulación de los equipos móviles y el trabajo cómodo del personal. Cada sección debe contar con el espacio adecuado y suficiente en función de la tarea equipos y volumen de ropa a tratar.

 ÁREA DE CLASIFICACIÓN Y LAVADO

 A esta zona llega la ropa sucia en bolsas, que deben ir identificadas según el servicio al que pertenezcan. Está separada de las demás zonas, para evitar que la contaminación de la ropa sucia pase a la ropa limpia. El personal que trabaja en esta área no pasará a tener contacto con la ropa limpia sin un aseo previo y cambio de uniformidad.

Las tareas que se llevan a cabo en esta área son las siguientes:

  • Recepción de ropa sucia.
  • Pesado de la ropa que se recepciona.
  • Clasificación de la ropa en función de su origen, suciedad, tejido y tratamiento a aplicar.
  • Preparación de los lotes que se cargarán en las diferentes lavadoras y túneles de lavado.
  • Carga de las máquinas de lavado.
  • Selección de programas de lavado.
  • Preparación de detergentes y otros productos.
  • Vigilancia y control de todo el proceso llevado a cabo.

ÁREA DE SECADO Y PLANCHADO

La ropa pasa desde los equipos de lavado a la zona de secado y planchado. El secado consiste en someter las prendas a centrifugación y calor para eliminar total o parcialmente el agua retenida en las prendas. La ropa es sometida a un proceso de planchado, que consiste en la eliminación de las arrugas mediante la aplicación de calor y presión.

  • La ropa lisa o de línea se planchará en las calandras.
  • La ropa de forma mediante otros métodos, como la prensa, túnel de secado o plancha manual.
  • Las toallas y otras prendas de tejido con rizo no se planchan. Se someten a un proceso de secado y después se pliegan.

Las prendas son revisadas aquí y, si están deterioradas, serán desechadas o enviadas al área de costura para su reparación. Las prendas que tienen restos de suciedad son devueltas nuevamente a la zona de lavado para iniciar el proceso.

Las funciones de esta sección son las siguientes:

  • Descarga de las lavadoras.
  • Carga de las secadoras.
  • Clasificación de la ropa limpia según sea lisa o de línea y de forma, para ser sometidas a diferentes sistemas de planchado.
  • Planchado en calandra de ropa de línea o lisa.
  • Planchado de ropa de forma con sistemas de prensa o manuales.
  • Control visual de las prendas.
  • Plegado de toallas secas y las prendas que han sido planchadas.

ÁREA DE COSTURA

En ella se efectúa la reparación y marcaje de las prendas. De aquí las prendas siempre volverán al área de lavado para un nuevo ciclo de higienización, ya que la manipulación que se realiza es esta zona supone la contaminación de la ropa.   

ÁREA DE EMPAQUETAMIENTO Y DISTRIBUCIÓN

Una vez que la ropa está lista para su uso, lavada, planchada y plegada, debe ser empaquetada en bolsas de plástico transparentes, que permitan ver el contenido, y que la protejan de posibles contaminaciones. Puede ser almacenada en la lencería o ser distribuida a los distintos servicios del centro.

El transporte se realizará en carros perfectamente limpios, preferiblemente cerrados. El almacenamiento se realizará disponiendo las prendas en estantes bien limpios, colocando las prendas apiladas y con los lomos hacia el exterior.

Las funciones de esta sección son:

  • Recepción de ropa planchada.
  • Empaquetado y embalado de las prendas.
  • Control del buen estado de las prendas.
  • Colocación en carros para su traslado.
  • Pesado de la ropa empaquetada.

5.  FUNCIONES DE SERVICIO DE ROPA Y LENCERÍA

  • Garantizará que la ropa está limpia e higienizada, sin restos de suciedad ni olor, para que pueda ser usada nuevamente, sin constituir un foco de infección.
  • Controlará que el tratamiento al que se somete la ropa es eficaz y el deterioro de los tejidos en el proceso es mínimo. El uso continuado de la ropa hace que deba someterse al proceso de lavado, secado y planchado una y otra vez, lo que daña los tejidos y hace que la prenda pierda poco a poco sus características iniciales. Este proceso debe ser lento, para que la ropa no pierda su aspecto y comodidad.
  • Vigilará el aspecto de la ropa y tejidos, asegurando la reparación de las prendas descosidas y la reposición de los tejidos deteriorados. Las prendas que no sean adecuadas para su nuevo uso sean retiradas y no lleguen otra vez al usuario.
  • Gestionará la compra de nuevas prendas para facilitar la reposición, manteniendo un equilibrio adecuado entre calidad y costes.
  • Controlar los costes de explotación, gestión y suministro.
  • Control de la calidad del procesado de ropa.

Puntuación: 5 de 5.

TEMA 10: LENCERÍA, TEMARIO ESPECÍFICO, TEMARIO OPERARIO DE SERVICIOS

TEMA 10: LENCERÍA: ZONA DE SUCIO: RECEPCIÓN, PESADO Y CARGA DE LAVADORAS. SISTEMA DE PRECLASIFICACIÓN DE SUCIO EN LAS UNIDADES.

PRECLASIFICACIÓN DE SUCIO EN LAS UNIDADES

La primera etapa es la clasificación previa de la ropa o PRECLASIFICACIÓN DE ROPA SUCIA EN LAS UNIDADES, que permite limitar la que se hará en la lavandería a fin de preservar al personal de toda contaminación. Esta preclasificación se realiza en las unidades con cada cambio de cama del paciente y tras cada aseo y/o cura corporal del mismo. La preclasificación se realiza en el pasillo, nunca en la habitación del paciente.

Para efectuar dicha clasificación debe utilizarse un carro con varios senos o cubetas, separadas e identificadas y especialmente destinado a ese uso. La ropa sucia se repartirá por categorías separando por un lado la ropa plana, por otro la felpa, en otro saco las mantas y almohadas y finalmente la uniformidad de pacientes.  Cada tipo de ropa se recogerá en un saco o bolsa diferente de acuerdo con un código de color.

La ropa debe manipularse lo menos posible, no debiendo bajo ningún concepto tirarse al suelo cualquiera que sea la zona del centro sanitario; tampoco se depositará sobre camas, mesillas, sillas, aparataje, etc. y  debe mantenerse dentro del saco o bolsa colocada dentro del carro, del cual debe sobresalir una solapa de al menos 12 cm por encima de la estructura sobre la que está colgando. La bolsa no debe llenarse por encima de los dos tercios antes de cerrarse y asegurarse para su transporte.

La ropa sucia de pacientes infectocontagiosos deberá depositarse en bolsas o sacos impermeables (siendo particularmente útiles y apropiados aquellos que su manejo no requiere el que se tenga contacto con la ropa y a su vez puedan lavarse y desinfectarse con el propio contenido) los cuales se cerrarán correctamente dentro de la habitación y únicamente serán abiertos para la carga en la lavadora. La resistencia de estos sacos a la rotura y la facilidad de identificación lo hacen idóneo para este tipo de ropa.

Esta clasificación permite además la racionalización del trabajo a realizar en la lavandería, lo que nos llevaría a conseguir una mayor eficacia a menor costo, mejorando la calidad, así como una mayor seguridad e higiene para los trabajadores de la lavandería.

Los almacenes de ropa sucia deben de ser unos espacios bien ventilados y cuya temperatura no superará los 15º, si esto es posible. Los carros de transporte de sucio deben ser cerrados y descontaminarse al finalizar cada uso.

CIRCUITO ROPA SUCIA

La ropa sucia llega a la lavandería con una carga importante de contaminación. Se realizan aquí todas las operaciones de manipulación de ropa sucia (por lo que se considera zona contaminada), recepción de ropa sucia, clasificación e introducción en las máquinas de lavado.

La manipulación de la ropa será mínima y se hará con cuidado por dos motivos:

  1. La manipulación excesiva ayuda a la difusión de los microorganismos por el ambiente, actuando como foco de contaminación.
  2. La presencia de objetos extraños, en ocasiones punzantes y cortantes, supone un riesgo para la persona que manipula la ropa, si no realiza esta tarea con cuidado y provista de guantes.

Se recepciona la ropa en bolsas resistentes, bien identificadas y cerradas, que no irán llenas en más de 2/3 partes. Estas bolsas se moverán mecánicamente. El almacén de ropa sucia, las vías de acceso a la lavandería, los ascensores, montacargas, camiones y cualquier otra zona o medio utilizado para la manipulación, almacenamiento o transporte de ropa sucia se limpiará y desinfectará diariamente.

Los trabajadores que deban clasificar la ropa en la zona sucia irán provistos de guantes y mascarilla para su protección. La principal manipulación de la ropa que se lleva a cabo en la zona sucia es la separación y clasificación. Pero también se realiza el desmanchado de prendas que presentan manchas o suciedades difíciles, así como de prendas que tras el lavado tienen restos de suciedad adherida.

El transporte de ropa sucia desde el servicio productor hasta la lavandería se hará en carros o jaulas de uso exclusivo. Es importante la limpieza y desinfección periódica de los medios que entren en contacto con la ropa sucia, aunque esta vaya en bolsas cerradas, ya que podrían estar contaminadas. Los ascensores para el traslado de ropa sucia serán de uso exclusivo, y los recorridos se realizarán por recorridos que no se cruzarán en ningún punto con el circuito de ropa limpia.

Otra forma de trasladar la ropa sucia a lencería, en las lavanderías verticales, es mediante una tobera o tolva, una especie de chimenea en la que se echa la ropa y llega directamente.

Cuando la ropa llega a la lavandería, sigue las siguientes fases: Recepción, clasificación, pesado y lavado.

RECEPCIÓN

Es la zona donde llegan las jaulas o carros cargados de ropa sucia que proviene de los distintos centros o departamentos. La llegada de la ropa sucia a las instalaciones de la lavandería se produce en contenedores y vagonetas. Las bolsas deben ir identificadas mediante un código. Para mover esta ropa se utilizan cintas transportadoras.

En centros grandes, o en el caso de una lavandería centralizada, se realiza el traslado de la ropa en camiones. El área de recepción contará con un muelle de carga y descarga, en el que puedan entrar estos vehículos. Es preciso que exista un registro de la ropa que entra en la lavandería y este se puede hacer por número de prendas o por peso de ropa seca. Esto último es lo más habitual, por lo que se procede al pesado de las bolsas de ropa que llega. Esto se realiza gracias a las básculas colocadas a la entrada de la zona de manipulación de ropa sucia. Normalmente son dispositivos ubicados en el suelo, que detectan y registran el peso de las jaulas de ropa según van entrando.

La ropa sucia se almacenará por un tiempo lo más breve posible, en las mismas bolsas donde se recogió. Las bolsas permanecerán cerradas hasta que se clasifique en lotes para cargar las máquinas de lavado. Los locales se limpiarán y desinfectarán diariamente, razón por la que tendrán suelos, paredes y techos de material de fácil limpieza. Contarán además con ventilación para evitar la concentración de olores.

CLASIFICACIÓN DE LA ROPA

Para optimizar el proceso, la ropa se debe separar y clasificar en lotes que se irán cargando en las máquinas para someterse a un ciclo de lavado. Los lotes de ropa deben contener prendas con características similares, que puedan ser sometidas al mismo programa de lavado. Para ello, la ropa depositada en cintas transportadoras se separa y clasifica manualmente, depositándola por tipos en alveolos que la conducen a diferentes sacos. Se hace por grado y tipo de suciedad, tamaño, color y tipo de fibra. Es frecuente el uso de bolsas de colores que diferencien el tipo de ropa que contienen. Las bolsas, de material plástico resistente o tela, no se llenarán más de dos terceras partes de su capacidad. Se cerrarán y depositarán en carros específicos. Se separan también los objetos que hayan podido introducirse en las bolsas por error, para ello se revisan los bolsillos. Deben cerrarse las cremalleras de las prendas que las tengan.

Tradicionalmente la clasificación de la ropa se hacía en unos contenedores popularmente conocidos como pesebres, cuya separación se realizaba entre 5 contenedores:

  • Contenedor nº 1: se introduce lencería lisa de algodón como sábanas, fundas de almohadas, manteles, tiras de aparadores, cubremanteles, principalmente, piezas medianas y grandes.
  • Contenedor nº 2: piezas pequeñas lisas de algodón, como litos, cubres pequeños, servilletas, paños de repasar vajillas, batas blancas, etc.
  • Contenedor nº 3: toallas, felpas en general, alfombrines…
  • Contenedor nº 4: ropa de color y fibras sintéticas.
  • Contenedor nº 5: ropa que necesite un tratamiento especial de limpieza, la muy sucia..:. mandiles y delantales de cocina, manchas de distinta índole, etc.

PESADO DE LA ROPA

Los sacos de la ropa ya clasificada son pesados para no superar la capacidad de las lavadoras. Normalmente el sistema está automatizado y cuando se detecta el peso adecuado en el saco este pasa directamente a un elevador que lo sitúa sobre la boca del túnel de lavado. Toda máquina de lavado tiene una capacidad máxima, que es el peso máximo de ropa que puede lavar en cada ciclo. El peso de ropa recomendado será inferior a la capacidad máxima de la máquina y la cantidad de ropa por lavado debe ajustarse a este peso recomendado. Si no es así, la eficacia del proceso disminuye. Hay que tener en cuenta, además, que la ropa sucia pesa un 7% más que la limpia.  

Cuando el peso de ropa por lavado es mayor que el recomendado, surgen los siguientes problemas:

  • La ropa queda más apretada, dificultando que los productos penetren en los tejidos y se reduce la acción mecánica. El problema no se resuelve aumentando la dosis de detergente.
  • Las prendas no quedan limpias y pueden permanecer restos de suciedad en algunas zonas.
  • Las máquinas trabajan más forzadas, el sistema se puede dañar causando averías.

Cuando el peso de la ropa por lavado es inferior al recomendado tampoco se lavará bien la ropa debido a que el nivel de agua de la lavadora, hará que las prendas estén flotando en vez de estar “golpeando” a medida que el tambor rota, aquí también se reduce la acción mecánica. Además, la ropa se desgastará más rápido porque la dosificación de químicos se calcula para el peso de la lavadora y un exceso acorta la vida útil de las fibras. El proceso es menos eficaz por los siguientes motivos:

  • Cada ciclo de lavado dura el mismo tiempo.
  • El consumo de agua, productos y energía es el mismo que con la cantidad de ropa recomendada.

CARGA DE LAVADORAS

Las máquinas de lavado se pueden cargar manual o mecánicamente. Se cargan manualmente las lavadoras de pequeña capacidad, usadas para prendas pequeñas o para poco volumen de ropa. Las máquinas de gran capacidad o túneles de lavado se cargan mecánicamente.

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En las lavadoras de gran capacidad, hay básicamente dos sistemas:

  • Los lotes de ropa preparados en bolsas son desplazados por raíles aéreos y descargados directamente a la boca de entrada del túnel. Este proceso está automatizado y lleva controles para evitar que una carga caiga mientras no está disponible el bombo de entrada. Estos sacos o bolsas tienen 2 aberturas, una superior para la carga de la ropa y otra inferior para la descarga.
  • La ropa es conducida mediante cintas transportadoras (conveyors) hasta la entrada de la máquina de lavado donde entrará directamente o a través de una tolva.

A la salida del túnel la ropa sale formando un paquete muy enredada y apelmazada, a modo de “torta”. Para poder deshacer esta maraña de prendas y facilitar su manejo en las siguientes fases va a pasar por una máquina desliadora o tumblers que mediante movimiento suave y aire va separándolas unas de otras.

En las lavadoras de poca capacidad, la ropa que se vaya a introducir en la lavadora debe ser del peso que admita la lavadora con un margen de error no superior o inferior al 10% y teniendo en cuenta que el peso de la ropa se hace en seco. Cargada la lavadora se procederá a seleccionar el programa que corresponda al tipo de lavado.

El último paso que se realiza en el circuito de sucio es el lavado.

 

ELIMINACIÓN DE MANCHAS

Se utilizarán máquinas de lavado de menor capacidad, con productos específicos según sea la naturaleza de la mancha. Pero también existen sistemas tradicionales para la eliminación de manchas difíciles. A continuación se detallan los más comunes:

  • Grasa: se cubre con polvo de talco y tras dejar un tiempo para que absorba, se cepilla. También se puede utilizar benzol. Para tejidos sintéticos se utilizara éter o trementina, y para tejidos delicados se aplicará calor con la plancha y papel secante para que absorba.
  • Alquitrán: frotar con benzol.
  • Bolígrafo: cubrir la mancha con alcohol, y lavar normalmente.
  • Café: lavar con agua fría para que el calor no fije la mancha. En prendas de algodón blanco se aplicará agua oxigenada, y en las de color se añadirá vinagre en el agua de lavado.
  • Cera: aplicar frio y rascar.
  • Chicle: frotar con hielo para que se despegue, y luego lavar.
  • Chocolate: lavar la prenda con agua caliente y jabón, y si quedan restos de la mancha frotarla con glicerina.
  • Fruta: lavar con agua fría y tensioactivo. Se puede frotar con agua y amoniaco.
  • Óxido: frotar con medio limón.
  • Hierba: empapar la mancha con alcohol y lavar. También se puede añadir vinagre al agua de aclarado.
  • Laca de uñas: se frotará con alcohol o acetona.
  • Maquillaje: frotar con un algodón empapado de éter.
  • Moho: lavar con lejía diluida si el tejido lo permite, o con perborato.
  • Orina: frotar con zumo de limón antes de lavar.
  • Sangre: lavar con agua fría y detergente. Si quedan restos se puede frotar con agua oxigenada.
  • Sudor: frotar con una mezcla de vinagre y alcohol.
  • Tinta: mojar la mancha con alcohol y lavar o tensoactivos.
  • Tomate: remojar en agua con amoniaco
  • Clorhexidina: mancha difícil de quitar, con la lejía se vuelve amarilla y no desaparece. Lo mejor es agua oxigenada o perborato.

MANIPULACIÓN DE LA ROPA EN ZONAS DE ALTO RIESGO

La ropa contaminada procedente de zonas de alto riesgo puede ser definida como ropa con posibilidad de transmitir un agente infeccioso desde la persona que la ha utilizado a la persona que la maneja.

A toda la ropa contaminada (infecciosa) se la debe poner una “doble bolsa” cuando se saca de la unidad de aislamiento al medio ambiente inmediato.

La ropa se introduce con cuidado directamente en una bolsa de polietileno soluble en agua caliente, no debe llenarse por encima de los dos tercios de su capacidad: si está sobrellenada, puede abrirse accidentalmente. La bolsa se rotula como “ropa contaminada” para identificar su contenido. Se introduce la bolsa soluble dentro de una bolsa de lona. El exterior de la bolsa de lona no debe estar contaminado. La bolsa se rotula como “ropa contaminada» para identificar su contenido.

Puntuación: 5 de 5.

TEMA 10: LENCERÍA, TEMARIO ESPECÍFICO, TEMARIO OPERARIO DE SERVICIOS

TEMA 10. LENCERÍA: ZONA LIMPIA: CLASIFICACIÓN, SECADO, PLANCHADO, EMPAQUETADO Y DISTRIBUCIÓN

LA BARRERA SANITARIA

El proceso de producción de ropa en la lavandería debe seguir un proceso continuo, respetando los principios de no retorno y separación de las fases. Estas fases se van a dividir en dos circuitos: uno para la ropa sucia y otro para la limpia. Estos dos circuitos serán independientes, estarán separados por una barrera sanitaria y no se cruzarán en ningún momento para evitar que la ropa sucia contamine la ropa limpia. La barrera sanitaria es una separación física entre ambas zonas cuya finalidad es evitar la contaminación de la zona limpia con los microorganismos procedentes de la sucia.

Contarán con material exclusivo para cada uno, no utilizándose el material que ha estado en contacto con la ropa sucia para la limpia, salvo que se higienice previamente. El paso de una zona a otra se hará durante el lavado, cruzando la barrera sanitaria: la ropa sucia se introduce en las máquinas de lavado desde la zona contaminada, se lava y sale por la zona limpia.  El espacio que no corresponde al túnel de lavado también debe estar separado por un tabique, desde el suelo hasta el techo, que solo permita el paso mediante un sistema de puertas que comuniquen ambas zonas. En este lugar debe existir una cámara de descontaminación de personas y carros.

Es necesario crear una presión de aire negativa en la zona sucia, para que la circulación de aire sea desde la zona limpia a la sucia y nunca al revés, ya que el aire actuaría como vehículo de trasmisión de los contaminantes.

Para que esta separación sea efectiva, es preciso observar los siguientes factores:

  1. Instalación de las lavadoras en un tabique hermético, sobrentendiéndose que las máquinas se cargarán por un lado y se descargaran por el otro.
  2. Las lavadoras tradicionales dotadas de una sola puerta para carga y descarga deben ser sustituidas por lavaextractoras con dos puertas (de paso a través) que puedan instalarse en medio de la barrera sanitaria. Estas máquinas se cargan por la zona contaminada, descargándose por la puerta de la zona limpia o descontaminada.
  3. Las lavadoras desaguarán por la zona contaminada.
  4. En la zona contaminada debe existir un sanitario para que los operarios que trabajan en ellas se desinfecten antes de pasar a la zona limpia. Deben aplicarse sistemas de higiene textil que aseguren la desinfección de la ropa.
  5. Desinfectar periódicamente las lavadoras y el suelo de la zona sucia.
  6. Limpieza química o térmica (especialmente después de una parada) de las lavadoras, para prevenir la contaminación durante y después del aclarado.
  7. Existencia de duchas, WC y vestuarios especiales para el personal de recepción de ropa, clasificación y carga de lavadoras.
  8. Separación de los circuitos de aire fresco y de aire viciado y eventualmente de las instalaciones de climatización, creando diferencias de presión entre las dos zonas (menor presión en la zona sucia). Admisión de aire en las lavadoras gobernadas por válvulas: al vaciar el agua la máquina lavadora aspira aire de la zona limpia y cuando este aire es evacuado, sale a la zona sucia.
  9. La salida de vahos de las lavadoras estará situada en la zona sucia.
  10. Controlar el sistema de ventilación en las dos zonas.
  11. Para eliminar la posible diseminación de microbios a través del aire, la zona limpia estará a una presión superior en 10 kg/m2 a la de la contaminada.
  12. La zona de extracción de aire contaminado se hará en zona diferente a la de toma de aire para zona limpia.

En aquellas lavanderías que tengan todavía lavadoras convencionales o no puedan adquirir lavaextractoras de desinfección se recomienda la instalación de dos barreras sanitarias.

  1. La primera barrera (antes de las lavadoras) evita que la ropa se contamine antes o después del ciclo de lavado por el movimiento de la ropa sucia.
  2. La segunda barrera (después del lavado) impide que el desagüe de los baños infectados recontamine la ropa en las centrífugas y en la sección de acabado de ropa.

CIRCUITO ROPA LIMPIA: ZONA LIMPIA

Desde la lavandería hasta el usuario.

Una vez que el proceso de lavado ha terminado se pasa a lo que se denomina área limpia: secado, planchado, plegado y almacenamiento. La manipulación de la ropa limpia debe hacerse con sumo cuidado para evitar que vuelva a contaminarse. Se hará con las manos limpias. Al finalizar el proceso se asegurará que la ropa está completamente seca, ya que la humedad podría favorecer la aparición de hongos. Las prendas se almacenaran protegidas en bolsas de plástico transparentes hasta su nuevo uso. Los locales utilizados para almacenamiento estarán perfectamente limpios y desinfectados y serán de uso exclusivo. La ropa se colocará apilada en estantes con los lomos hacia fuera para facilitar el contaje de prendas y evitar que al coger una prenda caigan otras al suelo.

La ropa limpia será sometida a la mínima manipulación posible, mecanizando y automatizando todos los procesos posibles. Se evitará el contacto con cualquier superficie que no esté perfectamente limpia y desinfectada, incluso una vez empaquetada. La ropa limpia permanecerá en las instalaciones de la lavandería el menor tiempo posible. El personal que manipule ropa limpia no tendrá contacto con la ropa sucia, tendrá las manos perfectamente limpias y usará guantes.

El transporte de ropa limpia se realizará en carros que no habrán estado en contacto con la ropa sucia ni con las bolsas que la contienen. Tanto los carros como las vías usadas para la distribución de la ropa limpia, se limpiarán y desinfectaran a diario. No siempre es recomendadle el secado en máquina, porque para el planchado hace falta que la ropa esté algo húmeda, es más, si estuviese totalmente seca, habría que humedecerla ligeramente antes de plancharla.

CLASIFICACIÓN

La ropa que sale del proceso de lavado debe separarse a continuación en lotes en función de la fase a la que va a ser sometida:

  • para secado,
  • lotes de ropa de línea o lisa para planchado en calandra
  • lotes de ropa de forma.

   Se dispondrá de carros o cintas para ser trasladada a la zona correspondiente.

SECADO

Tiene como objeto la eliminación del agua que ha quedado retenida en los tejidos, mediante la aplicación de calor y fuerza centrífuga. Los equipos de secado se situarán a continuación de los de lavado, para que la ropa pase directamente del proceso de lavado a las secadoras.

El centrifugado consiste en la eliminación de la mayor parte del agua mediante una rotación del bombo a velocidades de 600 vueltas por minuto con un solo sentido de giro. Las centrifugadoras dejan en la ropa de un 40 a un 60% de humedad, con lo cual se tiene que secar a continuación, ya sea mediante el calandro o secadoras.

Las prendas pequeñas que requieren secado se introducen en secadoras, estas eliminan la humedad mediante la aplicación de calor y aire. Las prendas de forma se introducen en el túnel de secado, colgadas en perchas. El túnel de secado va a eliminar la humedad y va a alisar el tejido, hasta quitar las arrugas. Por ello, en estas prendas no necesitan un posterior planchado. Tras el proceso de secado, la ropa que haya quedado lista para un nuevo uso debe plegarse y pasar a la zona de empaquetado y distribución.

Las prendas de línea, cuando salen del túnel de lavado, se colocan al principio de la calandra cogiéndolas por los extremos con guantes para no contaminarlas y a partir de ahí serán arrastradas por el sistema de rodillos. Las sábanas y otras prendas de línea necesitan tan solo un secado ligero antes de meter en calandra, ya que el calor aplicado durante el planchado terminará de secarlas. Las toallas necesitan un secado total tras el lavado, ya que tras salir de la secadora se doblarán de manera manual o mediante una plegadora mecánica, y se empaquetarán directamente. Las prendas de forma se colocaran colgadas en perchas individuales y se introducirán en un túnel de secado. Después es posible que deban ser repasadas mediante plancha.

Sigue leyendo «TEMA 10. LENCERÍA: ZONA LIMPIA: CLASIFICACIÓN, SECADO, PLANCHADO, EMPAQUETADO Y DISTRIBUCIÓN»
TEMA 9: ALIMENTACIÓN, TEMARIO ESPECÍFICO, TEMARIO OPERARIO DE SERVICIOS

TEMA 9: ALIMENTACIÓN: TÉCNICAS DE MANIPULACIÓN Y CONSERVACIÓN DE ALIMENTOS

1. TECNICAS DE MANIPULACIÓN DE LOS ALIMENTOS

RECEPCIÓN DE MATERIAS PRIMAS

  • Los alimentos pueden contaminarse por transportarse en vehículos que no reúnen adecuadas condiciones de higiene o durante las operaciones de descarga.
  • Los microorganismos presentes en los alimentos pueden multiplicarse porque el transporte se realice a temperaturas superiores a las reglamentarias o porque transcurra excesivo tiempo entre la descarga y su introducción en las cámaras frigoríficas.
  • Los alimentos pueden venir contaminados de origen debido a deficiencias de higiene en el establecimiento proveedor.

A la hora de establecer un contrato con un proveedor, conviene fijarle una serie de especificaciones, como pueden ser:

  • Que esté inscrito en el Registro General Sanitario de Alimentos
  • Que los vehículos de transporte que emplea sean conformes a los modelos homologados para el transporte de mercancías perecederas y que se limpien y desinfecten periódicamente.
  • Que en su establecimiento lleve a cabo un programa de autocontrol.

Los alimentos que precisan frío para su conservación, una vez descargados, deben introducirse inmediatamente en los locales y equipos de almacenamiento frigorífico. No pueden contactar directamente con el suelo.

Mediante controles visuales, hay que observar:

  • Si el vehículo es de los tipos autorizados para el transporte de alimentos.
  • Las condiciones de higiene del vehículo, así como las condiciones en que viene la carga (orden, colocación, limpieza,…).
  • Si el comportamiento del conductor es higiénico, y la manera de realizar la descarga (que no deposite los alimentos en el suelo,…).
  • La temperatura del interior del vehículo que figura en el termómetro exterior.
  • El aspecto externo de los alimentos (si los embalajes están íntegros, o rotos y aplastados, o con signos de descongelación,…).
  • El etiquetado de los productos, con especial hincapié en las fechas de consumo.
  • Comprobando periódicamente, con un termómetro sonda, las temperaturas de los productos recibidos que precisan frío para su conservación.

ALMACENAMIENTO DE ALIMENTOS EN ECONOMATO

  • Los alimentos se irán almacenando respetando el principio de que “lo primero que entra es lo primero que sale” (FIFO).
  • Los alimentos se guardarán evitando que contacten directamente con el suelo. Se depositarán sobre las estanterías y como mínimo a 10 cm del suelo.
  • No se almacenarán en el mismo local alimentos con productos no alimentarios.
  • Los alimentos secos tales como harinas, arroz, azúcar, si se les retira su envase original, deben guardarse en recipientes que deben ser de material fácilmente lavable y estar provistos de tapadera.
  • Los envases deteriorados o rotos deberán retirarse y sustituirse por otros nuevos o limpios.
  • Se debe evitar sobrecargar la capacidad del local de almacenamiento.
  • Eliminar o devolver los productos almacenados en los que se observe en su etiquetado que se ha rebasado la fecha de consumo.
  • Eliminar los alimentos enlatados que presenten abombamientos o síntomas de corrosión.

ALMACENAMIENTO DE ALIMENTOS EN REFRIGERACIÓN

  • No depositar alimentos directamente sobre el suelo de las cámaras frigoríficas, aunque estén debidamente envasados y embalados.
  • No sobrecargar en exceso los equipos frigoríficos, para no entorpecer la circulación del aire frío.
  • Establecer una adecuada rotación de los alimentos, respetando el principio de que “lo primero que entra es lo primero que sale”.
  • Sustituir los envases y envoltorios originales que se encuentren sucios o deteriorados por otros nuevos o limpios, etiquetándose si es necesario.
  • Si los alimentos se introducen en envases del propio establecimiento es preferible que no sean de gran tamaño, para evitar que cada vez que se necesite un alimento se esté continuamente sacando y entrando de las neveras.
  • Los envases y recipientes que contengan alimentos deben ser de material plástico de uso alimentario y deben estar en adecuadas condiciones de conservación. No deben utilizarse latas vacías, garrafas o botellas de plástico cortadas por su parte superior, ni bolsas de basura.
  • Respetar las fechas de consumo (caducidad y/o de consumo preferente).
  • Proceder a la limpieza y desinfección de los equipos frigoríficos y estanterías de acuerdo con lo especificado en el programa de limpieza y desinfección.
  • Proceder al mantenimiento de los equipos frigoríficos, evitando el acumulo de hielo en los evaporadores así como el goteo de agua sobre los alimentos.
  • Evitar contaminaciones cruzadas y transmisión de olores de unos alimentos a otros disponiendo una adecuada colocación de los mismos en función de su grupo y naturaleza.

En los establecimientos de pequeñas dimensiones en los que no sea posible disponer de equipos frigoríficos para cada tipo de alimento, la colocación de los alimentos respetará lo siguiente:

  • Las comidas preparadas deberán protegerse mediante envases provistos de tapa de cierre hermético o envoltura, para evitar que puedan contaminarse con exudados y partículas procedentes de los alimentos crudos.
  • Las comidas preparadas se colocarán en las zonas de la nevera indicadas por el fabricante como más frías, o en los estantes superiores en la zona más alejada a la de la apertura de las puertas.
  • Se evitarán los contactos entre las comidas preparadas y los alimentos crudos.
  • Las carnes y el pescado se colocarán sobre recipientes, de tal manera que se evite que sus exudados puedan caer sobre otros alimentos.
  • Los embalajes de cartón en que van algunos alimentos conviene retirarlos antes de introducirlos en la nevera, para facilitar los enfriamientos.
  • Las frutas y verduras deben depositarse en los cajones habilitados en la parte inferior, y deben retirarse las partes externas sucias.
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TEMA 9: ALIMENTACIÓN, TEMARIO ESPECÍFICO, TEMARIO OPERARIO DE SERVICIOS

TEMA 9: ALIMENTACIÓN: TÉCNICAS DE TRATAMIENTO Y PREPARACIÓN INICIAL DE LOS ALIMENTOS: LAVADO, CORTE, DESCONGELACIÓN.

La preelaboración son los procesos previos a la condimentación y cocción que sufren las distintas materias primas. Estos pueden ser:

  • Carnes y aves: eviscerado, limpieza, descongelado, deshuesado, troceado/picado, empanado o rebozado.
  • Pescados: eviscerado, descamado, limpieza, troceado, empanado o rebozado
  • Verduras: pelado, lavado, troceado en distintos cortes y con procedimientos manuales o mecánicos.
  • Semielaborados: loncheado, picado, troceado, también allí se efectúa la apertura de latas de frutas y verdura etc.
  • Entre las técnicas de preelaboración incluimos también el descongelado que debe efectuarse en antecámara refrigerada con frío positivo.

1. LIMPIEZA DE CARNES

Las principales manipulaciones para la preparación de la carne son:

  1. Lavado de la canal entera, media canal o cuartos de la misma durante las operaciones del troceo con agua potable, eliminando residuos y sustancias extrañas.
  2. Oreo, natural o refrigerado, durante el tiempo preciso.
  3. Deshuesado, separando, mediante diversos cortes, la carne del hueso, siguiendo diferentes planos musculares.
  4. Troceado, dividiendo la canal en distintas piezas o regiones anatómicas.
  5. Fileteado, fraccionando las piezas de carne en porciones de tamaño adecuado para el consumo individual.
  6. Picado, fraccionando los trozos o filetes de carne en porciones de tamaño reduci­do, mediante máquina o instrumentos cortantes adecuados.
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