TEMA 10: LENCERÍA, TEMARIO ESPECÍFICO, TEMARIO OPERARIO DE SERVICIOS

TEMA 10: LENCERÍA: EL SERVICIO DE LAVANDERÍA Y PLANCHA: ÁREAS ORGANIZATIVAS.

EL SERVICIO DE LAVANDERÍA Y PLANCHA: ÁREAS ORGANIZATIVAS.

1. INTRODUCCIÓN

El servicio de ropa y lencería constituye un departamento perteneciente al hospital, que gestiona el mantenimiento de la ropa, tanto cualitativamente (la ropa estará siempre en condiciones adecuadas para su uso), como cuantitativamente (el centro contará siempre con la cantidad de ropa suficiente para prestar sus servicios de manera adecuada).

Cuando se somete a la ropa a un procesado en lavandería, lo que se pretende es restituir a las prendas una calidad próxima a la original para que puedan reutilizarse en condiciones adecuadas. Estar libres de manchas y residuos de cualquier tipo y tener un tacto agradable y no agresivo a la piel, son condiciones que se acostumbran a dar en los tratamientos y procedimientos habituales, pero que los tejidos se encuentren libres de organismos patógenos y estén “higiénicamente limpios”, es una exigencia que se debe dar cuando la ropa tratada procede de establecimientos hospitalarios.

En el hospital la ropa y su proceso se consideran como parte integrante de los medios más importantes de lucha contra la infección nosocomial. La ropa por el hecho de estar en contacto con las personas es un elemento capaz de acumular gran cantidad de gérmenes, siendo el propio enfermo el que constituye la fuente principal de contaminación.

Todos los tejidos de un centro sanitario deben considerarse como ropa contaminada por gérmenes potencialmente virulentos y deben tratarse de forma que al final del ciclo se pueda suministrar a los usuarios libre de agentes patógenos infecciosos.

SISTEMA DE DOTACIÓN Y REPOSICIÓN DE ROPA

Al poner en circulación cada pieza de ropa hospitalaria se inicia un proceso de desgaste a causa del:

  • Uso asistencial a que se destine
  • Lavado
  • Ataque y manchado por fármacos y antisépticos
  • Usos atípicos (cortes, rasgaduras…)
  • Robo

Como consecuencia del desgaste, se procederá a la sustitución de las prendas por otras nuevas. Este ciclo de uso y sustitución se conoce por reposición.

La reposición se hará teniendo en cuenta:

  • La calidad de la ropa
  • Número de lavados teóricos de cada prenda
  • Desapariciones o bajas incontroladas (roturas, prendas que se van con los cadáveres, ambulancias…)

La dotación de ropa se define como la cantidad de prendas necesarias para cubrir las necesidades de lencería en un día. Cada hospital deberá tener en circulación 5 dotaciones de cada prenda. Para fijar estas dotaciones hay que determinar una y multiplicarla por 5.

  • 1 en uso
  • 1 sucia
  • 1 en proceso de lavado
  • 1 limpia para efectuar la reposición siguiente
  • 1 que permitiría hacer frente a posibles contratiempos, stock de seguridad.

Con esta dotación, la rotación de cada prenda se cifra entre 4 y 4 días y medio. Su estimación se suele fijar entre 1,5 a 2 cambios por paciente.             

PRODUCCIÓN DE ROPA EN LAVANDERÍA

El cálculo de la producción de ropa en una lavandería se hace en función del peso de ropa o del número de prendas de forma. Es necesario llevar un control constante de la ropa que entra diariamente en la lavandería para ser tratada y la que sale lista para un nuevo uso. Estas cantidades no van a coincidir, por lo que se pueden distinguir tres variables:

  • Ropa tratada: cantidad de ropa sucia que entra en la lavandería. Su peso es mayor porque lleva cierto grado de humedad. Además, es frecuente que dentro de la bolsa de ropa sucia vayan variados objetos, que se han introducido por error o descuido y que incrementan el peso de la misma, ya que se pesan las bolsas cerradas que llegan a la lavandería.
  • Ropa lavada: cantidad de ropa que se somete al proceso de lavado e higienización. Del peso de ropa tratada hay que descontar los objetos no textiles que pudieran ir en la bolsa. Sin embargo, hay que tener en cuenta que parte de la ropa es sometida más de una vez al proceso de lavado, esto es, ropa que no queda perfectamente limpia en el primer lavado o que tiene que pasar por la sección de costura y posteriormente volver a ser lavada. Aquella ropa que hay que procesar por segunda vez se la conoce como “ropa de rechazo”. El porcentaje ideal estaría comprendido entre el 1,5 y el 3% del total de la ropa tratada.
  • Ropa producida: cantidad de ropa que ha sido sometida a todo el proceso: lavado, planchado y empaquetado. No toda la ropa lavada termina el proceso de producción, porque las prendas se van desgastando y deteriorando y son desechadas. Además hay prendas deterioradas que pueden repararse. En este último caso, pasaran por la sección de costura y después volverán a ser lavadas.

2. DEPARTAMENTO DE LENCERÍA

El proceso de lavado consta de una serie de pasos y tareas ordenadas y encaminadas para obtener resultados óptimos para cada prenda. El departamento de lencería es el encargado de realizar dichos procesos, lo que conlleva las siguientes funciones:

  • Clasificar y contar la ropa sucia entregada por los distintos departamentos
  • Entregar la ropa limpia a los distintos departamentos.
  • Recoger los uniformes sucios y entregar los limpios.
  • Separar las prendas que presentan algún tipo de desperfecto para repararlas si es posible y si no, darlas de baja.
  • Lavado, secado, planchado y plegado de toda la ropa del establecimiento.
  • Limpieza de las instalaciones de lavandería.

El área de ubicación de la lavandería deberá tener acceso directo desde el exterior para vehículos industriales y estar provisto con muelle de carga. La situación de la lavandería dentro del recinto hospitalario estará condicionada por el tipo de la misma, bien sea lavandería institucional o lavandería semicentralizada. Estará próxima a las centrales productoras o distribuidoras de energía y fluidos, al objeto de tener menos perdidas energéticas y un mayor rendimiento de las mismas. Deben tener un servicio combinado de maquinaria eléctrica y maquinaria de vapor para hospitales de más de 75 camas.

El servicio de lavandería está en coordinación y comunicación con el resto de departamentos del hospital en el proceso que afecta a la ropa, lo que hace de este un servicio integral que requiere de un organigrama que defina las funciones de cada departamento:

  • Gerencia: encabeza el organigrama y es el último responsable de su gestión.
  • Departamento de gestión y servicios generales: gestiona el servicio de lavandería, se ocupa de la contratación y gestión de personal, elaboración de protocolos y gestión de suministros.
  • Departamento de enfermería: difusión y cumplimiento de las normas de recogida y reparto de ropa.
  • Medicina Preventiva:
    • Vigilancia de la salud del personal, realizando los reconocimientos médicos periódicos.
    • Estudio de los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales.
    • Información y formación de los trabajadores en material preventiva.
    • Regulación de las normas de seguridad e higiene.
    • Control de las condiciones higiénico-sanitarias de las instalaciones.

MODELOS DE GESTIÓN DE LA LAVANDERÍA

La lavandería puede ser un servicio más dentro del centro o tener gestión propia:

  • Lavandería gestionada por el hospital: instalaciones dentro del centro y son un departamento más de la institución. El personal, suministros etc son del centro. Puede ser de dos tipos:
  • Institucional: dotada para satisfacer las necesidades del propio centro. Sus instalaciones son reducidas y su capacidad de producción pequeña.
    • No suele renovarse la maquinaria.
    • Muchas operaciones se hacen manualmente (planchado, doblado…)
  • Semicentralizada: puede dar servicio a su propio centro y a otros cercanos de similares características.
  • Lavandería con gestión propia: entidad como centro de gasto, lo que implica que dispone de presupuesto propio. El personal es propio de la lavandería y la propia institución gestiona su funcionamiento.

Este tipo de instalaciones da  servicio a varios centros de similares características que se localicen en una ruta establecida y que no disten más de 30 km de la lavandería. Podrá atender la demanda de cuantos centros quiera, sin exceder su capacidad productiva.

Este tipo de institución se denomina: Lavandería Centralizada. Los hospitales que optan por este tipo de lavandería deben contar con una dotación inicial de ropa superior ya que el transporte de las prendas fuera del hospital aumenta el tiempo del proceso de limpieza de la ropa. No permite procesar pequeñas cantidades de ropa, ni partidas de ropa urgente, ni imprevistos.

CARACTERÍSTICAS ESTRUCTURALES DEL LOCAL

  • Materiales de construcción: al ser un local húmedo, es preferible emplear el hormigón armado como material de construcción.
  • Altura de techo: En la zona de lavado, la altura local deberá tener como mínimo:
    • 3,5 metros para lavanderías convencionales.
    • 5 metros para lavanderías con túnel y secadoras.
    • 6 metros para lavanderías con transporte aéreo.

En las zonas de planchado y secado, no deberá ser inferior a 3,5 metros. La mejora de la zona de trabajo está muy relacionada con la altura, ya que el calor y la zona de ambiente caliente se sitúan en la parte superior del local. En la zona de almacenamiento, la altura del techo no deberá ser inferior a 3,5 metros

  • Puertas deben ser de PVC, sin peligro de roturas. Las puertas de acceso a la cabina de desinfección entre el lado limpio y sucio deberán estar coordinadas de manera que no abra una sin que se cierre la otra.
  • Los parámentos: recubiertos por materiales de fácil limpieza, colores claros y resistentes. Se colocarán protecciones en esquinas y en paredes para evitar los golpes de carros. Los suelos serán continuos, antideslizantes y de fácil limpieza, no atacable por ácidos o productos químicos, con inclinación suficiente hacia sumideros. Las cubiertas y techos estarán construidos de forma que no se acumule polvo ni vapores, de fácil limpieza y siempre que no puedan aportar contaminación. Las uniones de paramentos verticales como horizontales serán redondas.
  • Aire acondicionado y extracción: los locales tendrán las instalaciones adecuadas para garantizar un mínimo de 30 renovaciones/hora, una temperatura máxima de 36oC y humedad relativa máxima de 85%. En cuanto al flujo y la extracción de vahos se aplicará lo indicado en el punto de lado limpio y lado sucio, para mantener un equilibrio de presiones atmosféricas. No podrá haber aprovechamiento del entorno de aire de la zona sucia siendo el aire de impulsión a la zona limpia completamente exterior.
  • Sistema de aprovechamiento de energía por utilización del vapor de agua como fuente de calor.
  • La maquinaría y utillaje: instalada de forma que facilite su limpieza y desinfección serán de materiales inocuas, de superficies impermeables, atóxicas y resistentes a la corrosión. Se vigilará su estado de conservación retirándolos cuando pierdan las condiciones requeridas. Las mesas, bandejas y/o recipientes destinados a la manipulación serán de material liso, anticorrosivo y de fácil limpieza.

3.    CADENA DE INFECCIÓN

  1. Agente infeccioso: cualquiera de los gérmenes patógenos, virus, hongos, bacterias…
  2. Reservorio: portador del elemento infeccioso, pueden ser seres vivos o elementos inanimados
  3. Puerta de salida: medio a través del cual los organismos salen del reservorio (vías           respiratorias, piel, sangre…)
  • Medio de transmisión: camino tomado por los microorganismos desde el reservorio al nuevo huésped (vía aérea, contacto directo…)
  • Puerta de entrada: medio por donde entran al nuevo huésped, (contacto, ingestión, punción…)
  • Nuevo huésped: eslabón final de la cadena que habitualmente es un paciente.

4.  ÁREAS ORGANIZATIVAS: CIRCUITO DE LA ROPA

La lavandería deberá tener tres locales bien diferenciados para:

  • Recepción y clasificación y, en su caso, esterilización.
    • Área de lavado.
    • Área de almacén.

Los locales del área de lavado y almacén y el de recepción-clasificación, deberán estar alejados de cualquier dependencia que pueda ser origen de suciedad.

Las secciones que componen el servicio de lavandería y planchado se distribuyen en el espacio físicamente atendiendo a varios principios:

  • Separación de fases: Para que las fases del proceso sean independientes se localizarán en zonas separadas, contando cada una de ellas con los recursos materiales y personales necesarios en cada caso. Estas áreas estarán comunicadas entre sí para facilitar la circulación de la ropa para completar el proceso. Toda la planta de procesado de ropa se divide en dos circuitos: limpio y sucio. Estos circuitos están separados por una barrera sanitaria  y en ningún momento se deben cruzar.
  • Marcha adelante: Las áreas de trabajo se situarán siguiendo el orden lógico del proceso. Así la ropa avanzará por las distintas áreas para ser sometida a las operaciones necesarias de manera sucesiva, sin que se produzcan retrocesos a fases previas ni cruces entre la ropa sucia y limpia.
  • Racionalización de espacios: El diseño de las instalaciones se hará con el máximo aprovechamiento de los espacios, dejando siempre sitio suficiente para las máquinas, la circulación de los equipos móviles y el trabajo cómodo del personal. Cada sección debe contar con el espacio adecuado y suficiente en función de la tarea equipos y volumen de ropa a tratar.

 ÁREA DE CLASIFICACIÓN Y LAVADO

 A esta zona llega la ropa sucia en bolsas, que deben ir identificadas según el servicio al que pertenezcan. Está separada de las demás zonas, para evitar que la contaminación de la ropa sucia pase a la ropa limpia. El personal que trabaja en esta área no pasará a tener contacto con la ropa limpia sin un aseo previo y cambio de uniformidad.

Las tareas que se llevan a cabo en esta área son las siguientes:

  • Recepción de ropa sucia.
  • Pesado de la ropa que se recepciona.
  • Clasificación de la ropa en función de su origen, suciedad, tejido y tratamiento a aplicar.
  • Preparación de los lotes que se cargarán en las diferentes lavadoras y túneles de lavado.
  • Carga de las máquinas de lavado.
  • Selección de programas de lavado.
  • Preparación de detergentes y otros productos.
  • Vigilancia y control de todo el proceso llevado a cabo.

ÁREA DE SECADO Y PLANCHADO

La ropa pasa desde los equipos de lavado a la zona de secado y planchado. El secado consiste en someter las prendas a centrifugación y calor para eliminar total o parcialmente el agua retenida en las prendas. La ropa es sometida a un proceso de planchado, que consiste en la eliminación de las arrugas mediante la aplicación de calor y presión.

  • La ropa lisa o de línea se planchará en las calandras.
  • La ropa de forma mediante otros métodos, como la prensa, túnel de secado o plancha manual.
  • Las toallas y otras prendas de tejido con rizo no se planchan. Se someten a un proceso de secado y después se pliegan.

Las prendas son revisadas aquí y, si están deterioradas, serán desechadas o enviadas al área de costura para su reparación. Las prendas que tienen restos de suciedad son devueltas nuevamente a la zona de lavado para iniciar el proceso.

Las funciones de esta sección son las siguientes:

  • Descarga de las lavadoras.
  • Carga de las secadoras.
  • Clasificación de la ropa limpia según sea lisa o de línea y de forma, para ser sometidas a diferentes sistemas de planchado.
  • Planchado en calandra de ropa de línea o lisa.
  • Planchado de ropa de forma con sistemas de prensa o manuales.
  • Control visual de las prendas.
  • Plegado de toallas secas y las prendas que han sido planchadas.

ÁREA DE COSTURA

En ella se efectúa la reparación y marcaje de las prendas. De aquí las prendas siempre volverán al área de lavado para un nuevo ciclo de higienización, ya que la manipulación que se realiza es esta zona supone la contaminación de la ropa.   

ÁREA DE EMPAQUETAMIENTO Y DISTRIBUCIÓN

Una vez que la ropa está lista para su uso, lavada, planchada y plegada, debe ser empaquetada en bolsas de plástico transparentes, que permitan ver el contenido, y que la protejan de posibles contaminaciones. Puede ser almacenada en la lencería o ser distribuida a los distintos servicios del centro.

El transporte se realizará en carros perfectamente limpios, preferiblemente cerrados. El almacenamiento se realizará disponiendo las prendas en estantes bien limpios, colocando las prendas apiladas y con los lomos hacia el exterior.

Las funciones de esta sección son:

  • Recepción de ropa planchada.
  • Empaquetado y embalado de las prendas.
  • Control del buen estado de las prendas.
  • Colocación en carros para su traslado.
  • Pesado de la ropa empaquetada.

5.  FUNCIONES DE SERVICIO DE ROPA Y LENCERÍA

  • Garantizará que la ropa está limpia e higienizada, sin restos de suciedad ni olor, para que pueda ser usada nuevamente, sin constituir un foco de infección.
  • Controlará que el tratamiento al que se somete la ropa es eficaz y el deterioro de los tejidos en el proceso es mínimo. El uso continuado de la ropa hace que deba someterse al proceso de lavado, secado y planchado una y otra vez, lo que daña los tejidos y hace que la prenda pierda poco a poco sus características iniciales. Este proceso debe ser lento, para que la ropa no pierda su aspecto y comodidad.
  • Vigilará el aspecto de la ropa y tejidos, asegurando la reparación de las prendas descosidas y la reposición de los tejidos deteriorados. Las prendas que no sean adecuadas para su nuevo uso sean retiradas y no lleguen otra vez al usuario.
  • Gestionará la compra de nuevas prendas para facilitar la reposición, manteniendo un equilibrio adecuado entre calidad y costes.
  • Controlar los costes de explotación, gestión y suministro.
  • Control de la calidad del procesado de ropa.

Puntuación: 5 de 5.

TEMA 10: LENCERÍA, TEMARIO ESPECÍFICO, TEMARIO OPERARIO DE SERVICIOS

TEMA 10: LENCERÍA: ZONA DE SUCIO: RECEPCIÓN, PESADO Y CARGA DE LAVADORAS. SISTEMA DE PRECLASIFICACIÓN DE SUCIO EN LAS UNIDADES.

PRECLASIFICACIÓN DE SUCIO EN LAS UNIDADES

La primera etapa es la clasificación previa de la ropa o PRECLASIFICACIÓN DE ROPA SUCIA EN LAS UNIDADES, que permite limitar la que se hará en la lavandería a fin de preservar al personal de toda contaminación. Esta preclasificación se realiza en las unidades con cada cambio de cama del paciente y tras cada aseo y/o cura corporal del mismo. La preclasificación se realiza en el pasillo, nunca en la habitación del paciente.

Para efectuar dicha clasificación debe utilizarse un carro con varios senos o cubetas, separadas e identificadas y especialmente destinado a ese uso. La ropa sucia se repartirá por categorías separando por un lado la ropa plana, por otro la felpa, en otro saco las mantas y almohadas y finalmente la uniformidad de pacientes.  Cada tipo de ropa se recogerá en un saco o bolsa diferente de acuerdo con un código de color.

La ropa debe manipularse lo menos posible, no debiendo bajo ningún concepto tirarse al suelo cualquiera que sea la zona del centro sanitario; tampoco se depositará sobre camas, mesillas, sillas, aparataje, etc. y  debe mantenerse dentro del saco o bolsa colocada dentro del carro, del cual debe sobresalir una solapa de al menos 12 cm por encima de la estructura sobre la que está colgando. La bolsa no debe llenarse por encima de los dos tercios antes de cerrarse y asegurarse para su transporte.

La ropa sucia de pacientes infectocontagiosos deberá depositarse en bolsas o sacos impermeables (siendo particularmente útiles y apropiados aquellos que su manejo no requiere el que se tenga contacto con la ropa y a su vez puedan lavarse y desinfectarse con el propio contenido) los cuales se cerrarán correctamente dentro de la habitación y únicamente serán abiertos para la carga en la lavadora. La resistencia de estos sacos a la rotura y la facilidad de identificación lo hacen idóneo para este tipo de ropa.

Esta clasificación permite además la racionalización del trabajo a realizar en la lavandería, lo que nos llevaría a conseguir una mayor eficacia a menor costo, mejorando la calidad, así como una mayor seguridad e higiene para los trabajadores de la lavandería.

Los almacenes de ropa sucia deben de ser unos espacios bien ventilados y cuya temperatura no superará los 15º, si esto es posible. Los carros de transporte de sucio deben ser cerrados y descontaminarse al finalizar cada uso.

CIRCUITO ROPA SUCIA

La ropa sucia llega a la lavandería con una carga importante de contaminación. Se realizan aquí todas las operaciones de manipulación de ropa sucia (por lo que se considera zona contaminada), recepción de ropa sucia, clasificación e introducción en las máquinas de lavado.

La manipulación de la ropa será mínima y se hará con cuidado por dos motivos:

  1. La manipulación excesiva ayuda a la difusión de los microorganismos por el ambiente, actuando como foco de contaminación.
  2. La presencia de objetos extraños, en ocasiones punzantes y cortantes, supone un riesgo para la persona que manipula la ropa, si no realiza esta tarea con cuidado y provista de guantes.

Se recepciona la ropa en bolsas resistentes, bien identificadas y cerradas, que no irán llenas en más de 2/3 partes. Estas bolsas se moverán mecánicamente. El almacén de ropa sucia, las vías de acceso a la lavandería, los ascensores, montacargas, camiones y cualquier otra zona o medio utilizado para la manipulación, almacenamiento o transporte de ropa sucia se limpiará y desinfectará diariamente.

Los trabajadores que deban clasificar la ropa en la zona sucia irán provistos de guantes y mascarilla para su protección. La principal manipulación de la ropa que se lleva a cabo en la zona sucia es la separación y clasificación. Pero también se realiza el desmanchado de prendas que presentan manchas o suciedades difíciles, así como de prendas que tras el lavado tienen restos de suciedad adherida.

El transporte de ropa sucia desde el servicio productor hasta la lavandería se hará en carros o jaulas de uso exclusivo. Es importante la limpieza y desinfección periódica de los medios que entren en contacto con la ropa sucia, aunque esta vaya en bolsas cerradas, ya que podrían estar contaminadas. Los ascensores para el traslado de ropa sucia serán de uso exclusivo, y los recorridos se realizarán por recorridos que no se cruzarán en ningún punto con el circuito de ropa limpia.

Otra forma de trasladar la ropa sucia a lencería, en las lavanderías verticales, es mediante una tobera o tolva, una especie de chimenea en la que se echa la ropa y llega directamente.

Cuando la ropa llega a la lavandería, sigue las siguientes fases: Recepción, clasificación, pesado y lavado.

RECEPCIÓN

Es la zona donde llegan las jaulas o carros cargados de ropa sucia que proviene de los distintos centros o departamentos. La llegada de la ropa sucia a las instalaciones de la lavandería se produce en contenedores y vagonetas. Las bolsas deben ir identificadas mediante un código. Para mover esta ropa se utilizan cintas transportadoras.

En centros grandes, o en el caso de una lavandería centralizada, se realiza el traslado de la ropa en camiones. El área de recepción contará con un muelle de carga y descarga, en el que puedan entrar estos vehículos. Es preciso que exista un registro de la ropa que entra en la lavandería y este se puede hacer por número de prendas o por peso de ropa seca. Esto último es lo más habitual, por lo que se procede al pesado de las bolsas de ropa que llega. Esto se realiza gracias a las básculas colocadas a la entrada de la zona de manipulación de ropa sucia. Normalmente son dispositivos ubicados en el suelo, que detectan y registran el peso de las jaulas de ropa según van entrando.

La ropa sucia se almacenará por un tiempo lo más breve posible, en las mismas bolsas donde se recogió. Las bolsas permanecerán cerradas hasta que se clasifique en lotes para cargar las máquinas de lavado. Los locales se limpiarán y desinfectarán diariamente, razón por la que tendrán suelos, paredes y techos de material de fácil limpieza. Contarán además con ventilación para evitar la concentración de olores.

CLASIFICACIÓN DE LA ROPA

Para optimizar el proceso, la ropa se debe separar y clasificar en lotes que se irán cargando en las máquinas para someterse a un ciclo de lavado. Los lotes de ropa deben contener prendas con características similares, que puedan ser sometidas al mismo programa de lavado. Para ello, la ropa depositada en cintas transportadoras se separa y clasifica manualmente, depositándola por tipos en alveolos que la conducen a diferentes sacos. Se hace por grado y tipo de suciedad, tamaño, color y tipo de fibra. Es frecuente el uso de bolsas de colores que diferencien el tipo de ropa que contienen. Las bolsas, de material plástico resistente o tela, no se llenarán más de dos terceras partes de su capacidad. Se cerrarán y depositarán en carros específicos. Se separan también los objetos que hayan podido introducirse en las bolsas por error, para ello se revisan los bolsillos. Deben cerrarse las cremalleras de las prendas que las tengan.

Tradicionalmente la clasificación de la ropa se hacía en unos contenedores popularmente conocidos como pesebres, cuya separación se realizaba entre 5 contenedores:

  • Contenedor nº 1: se introduce lencería lisa de algodón como sábanas, fundas de almohadas, manteles, tiras de aparadores, cubremanteles, principalmente, piezas medianas y grandes.
  • Contenedor nº 2: piezas pequeñas lisas de algodón, como litos, cubres pequeños, servilletas, paños de repasar vajillas, batas blancas, etc.
  • Contenedor nº 3: toallas, felpas en general, alfombrines…
  • Contenedor nº 4: ropa de color y fibras sintéticas.
  • Contenedor nº 5: ropa que necesite un tratamiento especial de limpieza, la muy sucia..:. mandiles y delantales de cocina, manchas de distinta índole, etc.

PESADO DE LA ROPA

Los sacos de la ropa ya clasificada son pesados para no superar la capacidad de las lavadoras. Normalmente el sistema está automatizado y cuando se detecta el peso adecuado en el saco este pasa directamente a un elevador que lo sitúa sobre la boca del túnel de lavado. Toda máquina de lavado tiene una capacidad máxima, que es el peso máximo de ropa que puede lavar en cada ciclo. El peso de ropa recomendado será inferior a la capacidad máxima de la máquina y la cantidad de ropa por lavado debe ajustarse a este peso recomendado. Si no es así, la eficacia del proceso disminuye. Hay que tener en cuenta, además, que la ropa sucia pesa un 7% más que la limpia.  

Cuando el peso de ropa por lavado es mayor que el recomendado, surgen los siguientes problemas:

  • La ropa queda más apretada, dificultando que los productos penetren en los tejidos y se reduce la acción mecánica. El problema no se resuelve aumentando la dosis de detergente.
  • Las prendas no quedan limpias y pueden permanecer restos de suciedad en algunas zonas.
  • Las máquinas trabajan más forzadas, el sistema se puede dañar causando averías.

Cuando el peso de la ropa por lavado es inferior al recomendado tampoco se lavará bien la ropa debido a que el nivel de agua de la lavadora, hará que las prendas estén flotando en vez de estar “golpeando” a medida que el tambor rota, aquí también se reduce la acción mecánica. Además, la ropa se desgastará más rápido porque la dosificación de químicos se calcula para el peso de la lavadora y un exceso acorta la vida útil de las fibras. El proceso es menos eficaz por los siguientes motivos:

  • Cada ciclo de lavado dura el mismo tiempo.
  • El consumo de agua, productos y energía es el mismo que con la cantidad de ropa recomendada.

CARGA DE LAVADORAS

Las máquinas de lavado se pueden cargar manual o mecánicamente. Se cargan manualmente las lavadoras de pequeña capacidad, usadas para prendas pequeñas o para poco volumen de ropa. Las máquinas de gran capacidad o túneles de lavado se cargan mecánicamente.

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En las lavadoras de gran capacidad, hay básicamente dos sistemas:

  • Los lotes de ropa preparados en bolsas son desplazados por raíles aéreos y descargados directamente a la boca de entrada del túnel. Este proceso está automatizado y lleva controles para evitar que una carga caiga mientras no está disponible el bombo de entrada. Estos sacos o bolsas tienen 2 aberturas, una superior para la carga de la ropa y otra inferior para la descarga.
  • La ropa es conducida mediante cintas transportadoras (conveyors) hasta la entrada de la máquina de lavado donde entrará directamente o a través de una tolva.

A la salida del túnel la ropa sale formando un paquete muy enredada y apelmazada, a modo de “torta”. Para poder deshacer esta maraña de prendas y facilitar su manejo en las siguientes fases va a pasar por una máquina desliadora o tumblers que mediante movimiento suave y aire va separándolas unas de otras.

En las lavadoras de poca capacidad, la ropa que se vaya a introducir en la lavadora debe ser del peso que admita la lavadora con un margen de error no superior o inferior al 10% y teniendo en cuenta que el peso de la ropa se hace en seco. Cargada la lavadora se procederá a seleccionar el programa que corresponda al tipo de lavado.

El último paso que se realiza en el circuito de sucio es el lavado.

 

ELIMINACIÓN DE MANCHAS

Se utilizarán máquinas de lavado de menor capacidad, con productos específicos según sea la naturaleza de la mancha. Pero también existen sistemas tradicionales para la eliminación de manchas difíciles. A continuación se detallan los más comunes:

  • Grasa: se cubre con polvo de talco y tras dejar un tiempo para que absorba, se cepilla. También se puede utilizar benzol. Para tejidos sintéticos se utilizara éter o trementina, y para tejidos delicados se aplicará calor con la plancha y papel secante para que absorba.
  • Alquitrán: frotar con benzol.
  • Bolígrafo: cubrir la mancha con alcohol, y lavar normalmente.
  • Café: lavar con agua fría para que el calor no fije la mancha. En prendas de algodón blanco se aplicará agua oxigenada, y en las de color se añadirá vinagre en el agua de lavado.
  • Cera: aplicar frio y rascar.
  • Chicle: frotar con hielo para que se despegue, y luego lavar.
  • Chocolate: lavar la prenda con agua caliente y jabón, y si quedan restos de la mancha frotarla con glicerina.
  • Fruta: lavar con agua fría y tensioactivo. Se puede frotar con agua y amoniaco.
  • Óxido: frotar con medio limón.
  • Hierba: empapar la mancha con alcohol y lavar. También se puede añadir vinagre al agua de aclarado.
  • Laca de uñas: se frotará con alcohol o acetona.
  • Maquillaje: frotar con un algodón empapado de éter.
  • Moho: lavar con lejía diluida si el tejido lo permite, o con perborato.
  • Orina: frotar con zumo de limón antes de lavar.
  • Sangre: lavar con agua fría y detergente. Si quedan restos se puede frotar con agua oxigenada.
  • Sudor: frotar con una mezcla de vinagre y alcohol.
  • Tinta: mojar la mancha con alcohol y lavar o tensoactivos.
  • Tomate: remojar en agua con amoniaco
  • Clorhexidina: mancha difícil de quitar, con la lejía se vuelve amarilla y no desaparece. Lo mejor es agua oxigenada o perborato.

MANIPULACIÓN DE LA ROPA EN ZONAS DE ALTO RIESGO

La ropa contaminada procedente de zonas de alto riesgo puede ser definida como ropa con posibilidad de transmitir un agente infeccioso desde la persona que la ha utilizado a la persona que la maneja.

A toda la ropa contaminada (infecciosa) se la debe poner una “doble bolsa” cuando se saca de la unidad de aislamiento al medio ambiente inmediato.

La ropa se introduce con cuidado directamente en una bolsa de polietileno soluble en agua caliente, no debe llenarse por encima de los dos tercios de su capacidad: si está sobrellenada, puede abrirse accidentalmente. La bolsa se rotula como “ropa contaminada” para identificar su contenido. Se introduce la bolsa soluble dentro de una bolsa de lona. El exterior de la bolsa de lona no debe estar contaminado. La bolsa se rotula como “ropa contaminada» para identificar su contenido.

Puntuación: 5 de 5.

TEMA 10: LENCERÍA, TEMARIO ESPECÍFICO, TEMARIO OPERARIO DE SERVICIOS

TEMA 10. LENCERÍA: ZONA LIMPIA: CLASIFICACIÓN, SECADO, PLANCHADO, EMPAQUETADO Y DISTRIBUCIÓN

LA BARRERA SANITARIA

El proceso de producción de ropa en la lavandería debe seguir un proceso continuo, respetando los principios de no retorno y separación de las fases. Estas fases se van a dividir en dos circuitos: uno para la ropa sucia y otro para la limpia. Estos dos circuitos serán independientes, estarán separados por una barrera sanitaria y no se cruzarán en ningún momento para evitar que la ropa sucia contamine la ropa limpia. La barrera sanitaria es una separación física entre ambas zonas cuya finalidad es evitar la contaminación de la zona limpia con los microorganismos procedentes de la sucia.

Contarán con material exclusivo para cada uno, no utilizándose el material que ha estado en contacto con la ropa sucia para la limpia, salvo que se higienice previamente. El paso de una zona a otra se hará durante el lavado, cruzando la barrera sanitaria: la ropa sucia se introduce en las máquinas de lavado desde la zona contaminada, se lava y sale por la zona limpia.  El espacio que no corresponde al túnel de lavado también debe estar separado por un tabique, desde el suelo hasta el techo, que solo permita el paso mediante un sistema de puertas que comuniquen ambas zonas. En este lugar debe existir una cámara de descontaminación de personas y carros.

Es necesario crear una presión de aire negativa en la zona sucia, para que la circulación de aire sea desde la zona limpia a la sucia y nunca al revés, ya que el aire actuaría como vehículo de trasmisión de los contaminantes.

Para que esta separación sea efectiva, es preciso observar los siguientes factores:

  1. Instalación de las lavadoras en un tabique hermético, sobrentendiéndose que las máquinas se cargarán por un lado y se descargaran por el otro.
  2. Las lavadoras tradicionales dotadas de una sola puerta para carga y descarga deben ser sustituidas por lavaextractoras con dos puertas (de paso a través) que puedan instalarse en medio de la barrera sanitaria. Estas máquinas se cargan por la zona contaminada, descargándose por la puerta de la zona limpia o descontaminada.
  3. Las lavadoras desaguarán por la zona contaminada.
  4. En la zona contaminada debe existir un sanitario para que los operarios que trabajan en ellas se desinfecten antes de pasar a la zona limpia. Deben aplicarse sistemas de higiene textil que aseguren la desinfección de la ropa.
  5. Desinfectar periódicamente las lavadoras y el suelo de la zona sucia.
  6. Limpieza química o térmica (especialmente después de una parada) de las lavadoras, para prevenir la contaminación durante y después del aclarado.
  7. Existencia de duchas, WC y vestuarios especiales para el personal de recepción de ropa, clasificación y carga de lavadoras.
  8. Separación de los circuitos de aire fresco y de aire viciado y eventualmente de las instalaciones de climatización, creando diferencias de presión entre las dos zonas (menor presión en la zona sucia). Admisión de aire en las lavadoras gobernadas por válvulas: al vaciar el agua la máquina lavadora aspira aire de la zona limpia y cuando este aire es evacuado, sale a la zona sucia.
  9. La salida de vahos de las lavadoras estará situada en la zona sucia.
  10. Controlar el sistema de ventilación en las dos zonas.
  11. Para eliminar la posible diseminación de microbios a través del aire, la zona limpia estará a una presión superior en 10 kg/m2 a la de la contaminada.
  12. La zona de extracción de aire contaminado se hará en zona diferente a la de toma de aire para zona limpia.

En aquellas lavanderías que tengan todavía lavadoras convencionales o no puedan adquirir lavaextractoras de desinfección se recomienda la instalación de dos barreras sanitarias.

  1. La primera barrera (antes de las lavadoras) evita que la ropa se contamine antes o después del ciclo de lavado por el movimiento de la ropa sucia.
  2. La segunda barrera (después del lavado) impide que el desagüe de los baños infectados recontamine la ropa en las centrífugas y en la sección de acabado de ropa.

CIRCUITO ROPA LIMPIA: ZONA LIMPIA

Desde la lavandería hasta el usuario.

Una vez que el proceso de lavado ha terminado se pasa a lo que se denomina área limpia: secado, planchado, plegado y almacenamiento. La manipulación de la ropa limpia debe hacerse con sumo cuidado para evitar que vuelva a contaminarse. Se hará con las manos limpias. Al finalizar el proceso se asegurará que la ropa está completamente seca, ya que la humedad podría favorecer la aparición de hongos. Las prendas se almacenaran protegidas en bolsas de plástico transparentes hasta su nuevo uso. Los locales utilizados para almacenamiento estarán perfectamente limpios y desinfectados y serán de uso exclusivo. La ropa se colocará apilada en estantes con los lomos hacia fuera para facilitar el contaje de prendas y evitar que al coger una prenda caigan otras al suelo.

La ropa limpia será sometida a la mínima manipulación posible, mecanizando y automatizando todos los procesos posibles. Se evitará el contacto con cualquier superficie que no esté perfectamente limpia y desinfectada, incluso una vez empaquetada. La ropa limpia permanecerá en las instalaciones de la lavandería el menor tiempo posible. El personal que manipule ropa limpia no tendrá contacto con la ropa sucia, tendrá las manos perfectamente limpias y usará guantes.

El transporte de ropa limpia se realizará en carros que no habrán estado en contacto con la ropa sucia ni con las bolsas que la contienen. Tanto los carros como las vías usadas para la distribución de la ropa limpia, se limpiarán y desinfectaran a diario. No siempre es recomendadle el secado en máquina, porque para el planchado hace falta que la ropa esté algo húmeda, es más, si estuviese totalmente seca, habría que humedecerla ligeramente antes de plancharla.

CLASIFICACIÓN

La ropa que sale del proceso de lavado debe separarse a continuación en lotes en función de la fase a la que va a ser sometida:

  • para secado,
  • lotes de ropa de línea o lisa para planchado en calandra
  • lotes de ropa de forma.

   Se dispondrá de carros o cintas para ser trasladada a la zona correspondiente.

SECADO

Tiene como objeto la eliminación del agua que ha quedado retenida en los tejidos, mediante la aplicación de calor y fuerza centrífuga. Los equipos de secado se situarán a continuación de los de lavado, para que la ropa pase directamente del proceso de lavado a las secadoras.

El centrifugado consiste en la eliminación de la mayor parte del agua mediante una rotación del bombo a velocidades de 600 vueltas por minuto con un solo sentido de giro. Las centrifugadoras dejan en la ropa de un 40 a un 60% de humedad, con lo cual se tiene que secar a continuación, ya sea mediante el calandro o secadoras.

Las prendas pequeñas que requieren secado se introducen en secadoras, estas eliminan la humedad mediante la aplicación de calor y aire. Las prendas de forma se introducen en el túnel de secado, colgadas en perchas. El túnel de secado va a eliminar la humedad y va a alisar el tejido, hasta quitar las arrugas. Por ello, en estas prendas no necesitan un posterior planchado. Tras el proceso de secado, la ropa que haya quedado lista para un nuevo uso debe plegarse y pasar a la zona de empaquetado y distribución.

Las prendas de línea, cuando salen del túnel de lavado, se colocan al principio de la calandra cogiéndolas por los extremos con guantes para no contaminarlas y a partir de ahí serán arrastradas por el sistema de rodillos. Las sábanas y otras prendas de línea necesitan tan solo un secado ligero antes de meter en calandra, ya que el calor aplicado durante el planchado terminará de secarlas. Las toallas necesitan un secado total tras el lavado, ya que tras salir de la secadora se doblarán de manera manual o mediante una plegadora mecánica, y se empaquetarán directamente. Las prendas de forma se colocaran colgadas en perchas individuales y se introducirán en un túnel de secado. Después es posible que deban ser repasadas mediante plancha.

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