TEMA 11: LENCERÍA, TEMARIO ESPECÍFICO, TEMARIO OPERARIO DE SERVICIOS

TEMA 11. LENCERÍA: MAQUINARIA DE LAVANDERÍA Y PLANCHA. SISTEMAS DE LAVADO: LAVADORAS Y TÚNELES DE LAVADO.

MAQUINARIA DE LAVANDERÍA Y PLANCHA

INTRODUCCIÓN

Dependiendo de la cantidad de ropa que se vaya a tratar en la lavandería se deberá contar con la maquinaria adecuada para satisfacer la demanda del servicio. Para ello se debe tener en cuenta los siguientes factores:

  • El tipo de ropa que se va tratar.
  • Cantidad de ropa que se va a procesar.
  • Calidad de la ropa: la maquinaria elegida debe respetar la integridad de los tejidos lo máximo posible.
  • Grado de suciedad de la ropa.
  • Turnos de trabajo: hay que tener en cuenta el número de horas que va a estar funcionando la maquinaria.
  • Distribución del trabajo: puede ser que se distribuya de forma homogénea a lo largo del día o de la semana o se incremente en determinadas horas o días.
  • Previsión de incidencias: se debe tener en cuenta el número de horas que una determinada máquina estará parada por descanso, revisión o mantenimiento.
  • Sencillez de manejo: al ser manejadas por diferentes operarios es mejor que las instrucciones sean sencillas.
  • Concordancia entre las fases: el proceso debe ser continuo, de la lavadora a la secadora y de ahí a la plancha. Debe disponerse de maquinaria suficiente para evitar la acumulación de ropa.
  • Espacio disponible en los locales y presupuestos.

DOTACIÓN DE MAQUINARIA

En el diseño de la lavandería de un hospital habrá que tenerse en cuenta que este servicio debe ser combinado (maquinaria eléctrica y maquinaria a vapor) para los hospitales con más de 75 camas.

Se calcula que el equipo necesario para un hospital de 100 camas es de:

  • 3 lavadoras de 12 kg de carga.
  • 1 secadora de 10 kg de carga.
  • 1 prensa de forma de utilidad general de 54 pulgadas
  • 1 calandra de 20 a 30 kg/hora.
  • 1 compresor de 9 cm con tanque de 30 litros
  • Carros transportadores, mesones (mesas grandes) y estanterías.

Se necesitan aproximadamente cerca de 60 m2 de superficie por tonelada anual de producción. A esto se han de agregar los diferentes espacios accesorios que resulten ser necesarios como vestuarios, baños, salas de descanso, comedor, etc.

SISTEMAS DE LAVADO: LAVADORAS Y TÚNELES DE LAVADO.

Existen dos sistemas de lavado aplicables en la industria hotelera: el sistema discontinuo, también conocido como convencional, y que es el más habitual en la empresa hotelera, o el sistema continuo, basado en la implantación del túnel de lavado.

 SISTEMA CONVENCIONAL: LAVADORAS INDUSTRIALES
SISTEMAS DE LAVADO A MÁQUINA 
 SISTEMA CONTINUO O DE TÚNEL DE LAVADO

CONVENCIONAL O DISCONTINUO

Se basa en la carga y descarga individual de las unidades de maquinaria dispuestas para su uso. Es capaz de procesar hasta 300 kg/hora de ropa. En su diseño se han tenido en cuenta las fases de ejecución de los procesos, produciéndose una separación entre las mismas, a lo que debe la denominación de sistema discontinuo. Hay una máquina lavadora con un tambor rotativo, que realiza todas y cada una de las fases del proceso de lavado, de forma separada y ordenada. Se produce el llenado con agua y los diferentes productos necesarios para cada fase, seguido de movimiento y vaciado de agua.

Este sistema es el que utilizan las lavadoras convencionales, de pequeño tamaño, como las de uso doméstico. Tras cada ciclo, el agua utilizada es evacuada por el desagüe, lo que conlleva un gasto elevado y un gran volumen de agua con producto contaminante vertida al medio. En una lavandería hospitalaria se usa este sistema para pequeños volúmenes de ropa, prendas menudas o ropa que necesita un tratamiento especial. Este sistema no necesita una gran superficie para su instalación, pero tiene ciertos inconvenientes: el gasto de agua y energía es mayor que en el sistema continuo, resultando la relación de ropa producida con respecto a la cantidad de ropa tratada poco ventajoso económicamente.

SISTEMA DE TÚNEL DE LAVADO O CONTINUO

Consiste en dividir las fases de lavado en diferentes compartimentos comunicados entre sí y que pueden funcionar al mismo tiempo. Es capaz de procesar hasta 700 kg/hora de ropa. Un lote de ropa entra automáticamente en el primer bombo, donde es sometido a la primera fase del proceso. De ahí pasa al bombo contiguo para seguir con la fase siguiente y así sucesivamente. Al mismo tiempo, cuando el bombo inicial queda vacío, entra el siguiente lote de ropa, de manera que se están llevando a cabo todas las fases del lavado al mismo tiempo pero con distintos lotes de ropa.

Cada compartimento de carga puede tener una capacidad de entre 30 y 50 kg de ropa seca, por lo que si disponemos de doce compartimentos, podrá lavar al mismo tiempo un total de entre 400 y 600 kg de ropa aproximadamente. El agua y productos no se mezclan de un tambor a otro, ya que los ajustes son herméticos. El agua se puede recircular y reutilizar. El agua que proviene de un proceso de enjuague, puede utilizarse directamente para un proceso previo de lavado con detergente, ya que no contiene productos agresivos que puedan deteriorar la ropa, como desinfectantes, o blanqueantes. El agua utilizada en otros procesos puede pasar por un sistema de filtros, y ser impulsada posteriormente por una bomba para incorporarse nuevamente al inicio del proceso. Este sistema aprovecha mucho mejor el agua y los productos que el sistema convencional, suponiendo una disminución de los costes. Este sistema resulta ventajoso cuando el volumen de ropa es elevado. Por eso es utilizado principalmente en lavanderías industriales, para el 80% del volumen de ropa lavada. Cuando se van a lavar pequeñas partidas de ropa, es necesario utilizar un sistema convencional.

LAVADORAS

Las más utilizadas suelen ser de tipo convencional, estas se diferencian poco a las unidades de tipo doméstico. Su funcionamiento es sencillo, pues se basan en la existencia de un motor que gira y, mediante correas, provoca un movimiento rotatorio del elemento principal de la máquina: el tambor. Esta pieza puede llegar a ser de unos 50 cm de diámetro en pequeñas unidades de unos 10 kg de carga, hasta más de un metro en algunas cuya carga puede ser, incluso, superior a los 100 kg.

La capacidad, o cantidad de ropa que puede lavar en un ciclo, varía, está entre 6 y 23 kg para lavadoras de baja capacidad y ente 30 y 110 kg para las de gran capacidad. Además, una gran diferencia entre las diferentes unidades existentes en el mercado, es su capacidad centrifugadora. Existen lavadoras con capacidad de centrifugado de hasta 1.000 rpm, aunque es algo que las hace especialmente conflictivas, siendo imprescindible su anclaje sobre bases especiales que soporten su elevada vibración.

Según la velocidad del centrifugado, pueden ser:

  • De alta velocidad: de 600 a 1000 rpm
  • De baja velocidad: de 350 a 470 rpm

Para su uso en lavandería hospitalaria, las lavadoras deben contar con barrera sanitaria (paso a través). Su instalación se hará justo entre la zona de manipulación de ropa sucia y la de manipulación de ropa limpia, con una puerta hacia cada zona. Desde la zona sucia se cargará la lavadora, y desde la zona limpia se extraerá la ropa tras finalizar el programa. Cuenta con sistemas de seguridad que impiden la apertura de una de las puertas mientras permanezca abierta la otra, evitando así la contaminación de la ropa limpia.

El proceso final del lavado realizado en estas máquinas suele ser el centrifugado.  Normalmente, dada su gran capacidad, suele ser suficiente, previamente al secado de  las prendas con calor. De no ser así, existe la posibilidad de emplear otras máquinas: las centrifugadoras.

TÚNEL DE LAVADO

El túnel de lavado es un equipo de gran capacidad, que está compartimentado para realizar varias fases del proceso de lavado en un mismo tiempo. Las características generales de los túneles de lavado son las siguientes:

  • Cada compartimento o módulo lleva una doble cámara que asegura el aislamiento del contenido.
  • Cuentan además con válvulas de llenado y vaciado que garantizan que estos procesos sean rápidos y seguros, ya que disponen de un sistema de seguridad que impide la apertura de la válvula de llenado mientras la de vaciado no se ha cerrado y el compartimento ha quedado vacío.
  • Todo el equipo es controlado automáticamente y se puede visualizar y registrar informáticamente la situación de cada módulo y la fase en la que está cada lote de ropa.

Las prendas son incorporadas a una tolva mediante un sistema de cinta transportadora o mediante bolsas invertidas que se trasladan por carrileras superiores y que se abren sobre la tolva.

Este sistema de módulos permite que se estén tratando varios lotes de ropa a la vez sin tener que parar y descargar para realizar una nueva carga. Funciona por tanto como un sistema continuo. El trabajo del túnel se inicia con un prelavado, que se realiza en el primer cilindro, empleado para enjuagar las prendas. Este proceso puede tardar alrededor de 3 minutos, después de lo cual avanza por el sistema de cilindros, dejando disponible el primero para la incorporación de una nueva carga. Cada lote de ropa irá pasando de un compartimento a otro y el programa seleccionado determinará qué fase del lavado ocurre en cada uno de ellos y cuanto tiempo debe durar. Según van avanzando las prendas a lo largo del túnel van dejando compartimentos vacíos para el siguiente lote. De esta forma podrá realizarse la carga de ropa sucia de manera constante, con intervalos de tiempo determinados, que dependerán de la duración de los programas de lavado. La carga se realiza por la zona de manipulación de ropa sucia, y la descarga por la zona de manipulación de ropa limpia.

La separación de las fases en compartimentos evita que la suciedad acumulada en un proceso pase al siguiente. En cada compartimento se dosifica el producto correspondiente (entre 6 y 9 g de detergente por kg de ropa seca).

Cuando la carga de un compartimento pasa al siguiente, el agua es canalizada por tuberías para su reutilización en otros compartimentos, tras pasar por filtros y ser tratada si es necesario. Siempre pasará hacia fases anteriores, para no arrastrar restos de suciedad hacia los compartimentos finales donde el agua está más limpia. Es un sistema completamente automatizado. Tanto la carga de ropa, el recorrido de la misma por el túnel y la dosificación de productos, una vez programado el túnel, ocurren de manera automática.

El túnel de lavado tiene una capacidad muy superior a las lavadoras, ya que cada compartimento puede cargar entre 30 y 50 kg de ropa. Cada túnel de lavado se compone de un número diferente de cilindros, normalmente 3 o 4 de prelavado, 3 de aclarado y la prensa escurridora o extractora. Algunos llegan hasta 12 cilindros. Los cilindros disponen de palas de bateo que facilitan y mejoran la acción mecánica del lavado. Además permiten que el agua y los detergentes penetren en las fibras y que la suciedad quede disuelta. Tras el lavado, las prendas pasan a la “prensa”, cuyo objetivo consiste en extraer el agua de la ropa mediante el sistema de prensado. La fase de lavado ha finalizado y es el momento del secado. Por eso, con el túnel se configura lo que se denominaría un “tren de lavado y secado”, trasladando las prendas ya prensadas, hasta depositarlas en las secadoras (incluidas en el propio túnel).

Estos sistemas suponen grandes ventajas:

  • Al ser un sistema continuo aumenta mucho la productividad, ya que se puede lavar una cantidad grande de ropa en un tiempo mucho menor que el que sería necesario para lavar esa misma ropa en una lavadora discontinua y nunca hay ninguna fase del lavado inactiva.
  • Mejora la eficacia de los productos químicos, ya que al compartimentar las fases, no hay mezcla de productos, se reduce la suciedad acumulada disuelta en el agua, y se regula mejor la temperatura.
  • Se reduce el consumo de agua mediante la recirculación de la misma entre las fases. Disminuye también el volumen de vertido contaminado que se genera.
  • Hay un ahorro del consumo energético necesario para calentar el agua en algunas fases, ya que al recircular mantiene cierta temperatura y por tanto hay que aumentar menos grados. Además se puede aprovechar el vapor de agua generado como sistema de calentamiento.
  • El sistema de prensado es más eficaz que un simple centrifugado.

Como inconveniente tiene que si se estropea una parte del túnel, este queda inutilizado totalmente. Con el sistema convencional si una lavadora se estropea se pueden usar las otras.

La elección del tipo de túnel de lavado se hará atendiendo a:

  • Tipo de prendas que va a procesar la lavandería
  • Kilogramos de ropa de cada categoría
  • Qué prendas podrá tratar el túnel cada día
  • Espacio disponible en el local
  • Presupuesto.

DOSIFICACIÓN AUTOMÁTICA DE PRODUCTOS

En cuanto al sistema de dosificación del detergente, se utiliza el sistema de depósito de predisolución del centro, trabajando con una dilución del 10% del producto, lo que equivale añadir 8 sacos de 25 kg al depósito de 2000 litros. Dicha predisolución se dosifica mediante bombas de impulsos al túnel y mediante bombas centrífugas a las lavacentrífugas. Se efectúa un arrastre del producto mediante la entrada de agua de la red durante un periodo de tiempo determinado. Las reposiciones del producto se efectuarán al finalizar la jornada mediante la bomba de trasvase y se dejará preparada la carga para el día siguiente.

En lo que a los aditivos de blanqueo se refiere se dosifican mediante las bombas peristáticas.

El producto de neutralizado y suavizado se dosifica utilizando el sistema de depósito y bomba. Debido a las características especiales de dosificación del producto no es necesario trabajar con disoluciones, lo que equivale a simplificar y facilitar el empleo y manipulación. Las reposiciones del producto también se efectuarán al finalizar la jornada mediante la bomba de trasvase y se dejará preparada la carga para el día siguiente.

Puntuación: 5 de 5.

TEMA 11: LENCERÍA, TEMARIO ESPECÍFICO, TEMARIO OPERARIO DE SERVICIOS

TEMA 11. LENCERÍA: SISTEMAS DE SECADO Y PLANCHA: CALANDRAS, PLEGADORAS, TÚNELES DE SECADO. CENTRALES DE PLANCHADO. PLEGADORAS Y APILADORAS.

SISTEMAS DE SECADO

El secado de la ropa consiste en la eliminación del agua retenida en los tejidos tras el lavado. Puede ser total (es lo más habitual) o parcial (cuando queda cierto grado de humedad en la ropa). El secado parcial puede resultar interesante cuando las prendas se van a planchar posteriormente, ya que en algunos tejidos se alisan mejor las arrugas cuando están húmedos.

CENTRIFUGADORAS

Algunas máquinas de lavado llevan a cabo la centrifugación, pero también hay máquinas específicas de centrifugado. La primera opción es interesante porque evita tener que traspasar la ropa de una máquina a otra, con todo el peso del agua retenida. Las máquinas centrifugadoras se utilizan cuando el volumen de ropa a lavar es pequeño, y se dispone de poca maquinaria, por lo que interesa el uso de centrifugadoras para dejar las lavadoras libres para meter otro lote de ropa. Se cargan por la parte superior y la centrifugación se realiza girando el bombo a gran velocidad.

  • Centrifugado normal: 81 G.
  • Centrifugado extra: 220 G.
  • Centrifugado alto: 300-425 G.

El sistema básico de centrifugado está constituido por el grupo flotante, formado por un tambor alineado en un eje geométrico que gira dentro de la cubeta que lo envuelve, accionado por un motor.

SISTEMA CONVENCIONAL O DISCONTINUO

En los sistemas discontinuos, el secado se realiza en secadoras. Las máquinas secadoras, al igual que las lavadoras, disponen de un sistema de giro por correa, pueden contar con sistema de inversión de giro, para disminuir este efecto de arrugamiento. Están dotadas de una puerta de gran tamaño para facilitar la entrada y salida de las prendas hacia un tambor fabricado en acero inoxidable, su alimentación es eléctrica o a gas. La ejecución del proceso se lleva a cabo en función de los resultados esperados, lo que vendrá motivado por el tipo de prenda y su uso, para lo cual se pueden programar los tiempos de secado o la temperatura. Para finalizar, las máquinas secadoras pueden disponer de un sistema de enfriamiento progresivo al final de los ciclos, lo que permite evitar arrugas en las prendas. Hay secadoras de gran capacidad (55 a 75 kg) y de baja capacidad (10 a 23 kg).

  • Secadora de evacuación directa: Secadora de extracción de aire. En estos aparatos, el aire húmedo, conteniendo vapor de agua, se elimina lanzándola al exterior, bien directamente o bien  a través de una canalización flexible. Este es el sistema más sencillo y barato, recomendable siempre que no exista problema alguno de ventilación del local.
  • Secadora de condensación por agua: En estas maquinas el aire circula cerrado. El aire húmedo que sale del tambor, pasa por un serpentín, refrigerado por agua, que lo enfría, produciendo la condensación del vapor de agua contenido en el mismo. El agua condensada puede recogerse en un recipiente que es necesario vaciar periódicamente o verterlo directamente a la red de desagüe. Este modelo es menos recomendado, pues necesita agua para su funcionamiento.
  • Secadora de condensación por aire: El agua condensada se almacena en una bandeja o depósito extraíble en algunos modelos, puede instalarse una conducción directa al desagüe mediante una manguera. Funciona perfectamente en lugares ventilados, siendo este modelo el de mejor rendimiento y versatilidad. Es igual a la anterior aunque la condensación del vapor contenido en el aire húmedo se efectúa en un condensador refrigerado por aire tomado del exterior del aparato e introduciéndolo en él por la acción de un ventilador, diferente al que introduce el aire en el tambor.

SISTEMA CONTINUO: TÚNEL DE SECADO

Para el secado de ropa de forma en una lavandería se utilizan túneles de secado por aplicación de corrientes de aire caliente. Las unidades de secado ejecutan sus funciones después de un nivel de extracción de la humedad muy notable que, en algunos casos se realiza mediante un prensado que facilita el trabajo de secado posterior. Las prendas se colocan  en  perchas colgadas de unos raíles por los que se van a desplazar hacia una cámara de aire caliente. La alimentación de ropa, su avance y salida es continuo y constante.

El secado es completo, y en la mayoría de los casos desaparecen completamente las arrugas y la prenda puede plegarse directamente, empaquetarse  distribuirse para un nuevo uso. Solo será necesario un repaso de las prendas para eliminar algunas arrugas profundas o marcar líneas.

Estantes de secado: imprescindibles para prendas que no pueden colgarse para el secado, para que no queden estiradas o deformadas. Es el caso de las prendas de lana, hechas a punto de lana, terciopelo, etc.

SISTEMAS DE PLANCHADO

Las fases de lavado y secado dan como resultado una prenda arrugada. Los factores que favorecen la formación de arrugas son:

  • Las altas temperaturas que provocan el encogido de las fibras y la aparición de zonas con pliegues.
  • El roce de unas prendas con otras dentro de las máquinas de lavado y secado.

 El proceso de planchado de la ropa persigue dos objetivos fundamentales:

  • El alisado de la prenda para que su aspecto final resulte atractivo y su uso sea confortable
  • La completa eliminación del agua que puede quedar retenida en el tejido tras el lavado y secado

Para alcanzar estos fines, los procedimientos de planchado utilizan el calor para flexibilizar las fibras y el aplastamiento que se consigue ejerciendo cierta presión sobre las prendas para evitar que encojan y se deformen.

Existen distintos sistemas de planchado, que se utilizan en función del tipo de ropa. Se definen principalmente sistemas para planchar ropa de línea y sistemas para planchar ropa de forma.

La ropa de línea no presenta costuras y tiene una forma regular, para su planchado se utiliza el sistema de rodillos o calandra. La ropa de forma, dada su corte irregular, no se puede introducir en la calandra, por lo que se buscarán otros sistemas. En la mayoría de los casos, prendas como las camisas, blusas o chaquetas, tras el lavado se colocan directamente en perchas y se introducen en el túnel de secado, asegurando que el proceso sea total y que haga innecesario utilizar la plancha.

No toda la ropa que pasa por los procesos de lavado y secado va a pasar por el de planchado. Sin embargo, esta es la fase que cuenta con una mayor variedad de maquinaria y donde la evolución tecnológica ha sido más importante en los últimos años.

TREN DE PLANCHADO

Es un sistema continuo donde se pueden planchar prendas de diferentes formas y tamaños. Las instalaciones de lavandería de alta capacidad emplean el tren de planchado como sistema más adecuado. En estos sistemas, diseñados para ropa lisa, como sábanas o mantelería, las prendas son arrastradas por una cinta en bandas o rodillo sobre los que la plancha ejerce calor y temperatura. Al tratarse de un tren, este tipo de planchadoras van unidas a otros elementos como las plegadoras o empaquetadoras.

LA CALANDRA Y LA PLANCHA DE RODILLO

Para producción menor o poca capacidad, el sistema que se emplea es la calandra, siempre para ropa plana (sábanas, mantelerías) y que permiten su planchado de forma continua.

Están compuestas de un rodillo cuyo diámetro oscila entre 15 y 50 cm y  su longitud puede ir desde 150 a 320 cm o bien de varios rodillos con un diámetro más pequeño y un elemento calefactor o cubeta. Un tamaño medio de una calandra podría ser de unos 30 cm de diámetro y unos 2,5 m de largo. Hay que matizar que el planchado se realiza mientras la tela está pasando por la plancha y es presionada por el rodillo. Luego a mayor diámetro el planchado será más eficaz.

El rodillo de hierro está cubierto por una funda de amianto o lanilla de acero, después un muletón y una sabanilla. Esta sabanilla hay que cambiarla con frecuencia, pues el continuo calentamiento por el roce de la plancha la irá tostando. En otros modelos el rodillo es de acero y está recubierto por compuestos de silicona y teflón. Con estos elementos el rodillo puede alcanzar temperaturas más altas.

Unos minutos antes de comenzar el trabajo es necesario conectar la máquina y colocar el termostato en la posición adecuada al tejido que se va a planchar. El disco de velocidades, o selector de aceleración, suele disponer de tres posibilidades; marcha lenta, normal y retroceso. Es necesario colocarlo de acuerdo con el grado de humedad que lleva el tejido y la dificultad que presente la prenda que va a ser planchada. El largo del rodillo determinará la forma en que la ropa debe entrar en la máquina: desplegada o doblada. La temperatura de la calandra debe estar a 160-180º C, como mínimo, durante 15-20 segundos.

En la parte frontal o lugar por donde la prenda se introduce hay situada una tabla-soporte que sirve para alisar la prenda, estirándola manualmente, antes de ser recogida por el sistema de arrastre. Cuando la prenda está bien alineada y encarada a la ranura de entrada y a dos o tres centímetros de ella se presionará la palanca o mango de planchado y una serie de pinzas metálicas o pequeñas ruedecillas giratorias aparecerán en la parte inferior, al tiempo que un rodillo de pequeño diámetro descenderá hasta también tocar la prenda, manteniéndola estirada y presionada hacia el interior ajustándola al rulo. Ese momento coincide con que la plancha también presiona el tejido de la prenda que es planchada por efecto del calor emitido por la placa de planchar. El movimiento rotativo del rulo es que el arrastra durante el planchado a la prenda o pieza. Si la pieza a planchar necesita dos pasadas, la máquina dispone de un mando en el que cuando aquella va saliendo de la presión producida entre la plancha y el rulo, las guías de salida cambian la posición hacia delante, para recoger la prenda y volver a introducirla, o bien hacia atrás y ser recogida de una cinta transportadora. También es selectivo el sentido de marcha del rulo, puede rotar hacia adelante o hacia atrás. La velocidad de rotación se controla por el selector de aceleración, pero en cualquier caso es lenta.

La prenda se introduce por la parte frontal, depositándola en una tabla soporte, desde la que es recogida por arrastre y presionada durante su desplazamiento con ayuda de los rodillos sobre unas piezas de acero calientes en forma de ondas. Esta pieza de acero ondulada debe estar siempre limpia y encerada, ya que las prendas son arrastradas sobre ellas, y se podrían arrugar y deteriorar por la suciedad, sequedad o aspereza de los mismos.

Hay distintos tipos de calandra: mural, de rodillos y centrales.

La ropa se introduce en la calandra húmeda, directamente del centrifugado de la lavadora, a medida que se plancha se seca.

Es necesario observar las medidas de seguridad para evitar accidentes y proteger a la ropa de deterioros. El movimiento de retroceso es de gran utilidad pues permite desenredar las prendas que hubiesen podido entrar mal en la máquina.

Para el caso de un corte fortuito de energía eléctrica las máquinas disponen de un dispositivo que permite aislar el rodillo de la plancha caliente a fin de que pueda realizarse la extracción de la prenda aprisionada antes de que se queme.

MÁQUINA DE PRENSA

La prensa es un elemento básico en las lavanderías industriales. Se utiliza para el planchado de ropa de forma. Hay diversos modelos en función de la prenda específica para la que hayan sido creadas. Las hay para pantalones, americanas…

Tiene una silueta en forma alargada (forma de pera) y unas medidas que se adaptan al delantero de una chaqueta,  americana o camisa. Consta de dos partes principales entre las que se coloca la prenda:

  1. Parte superior abatible, hecha de acero y plancha cóncava perforada para que salga el vapor.
  2. Parte inferior (base o almohadilla) metálica, pero con capas similares al rulo de la calandra, donde se apoya la pieza a planchar.

La parte fija es la base o almohadilla, forrada por piezas de tela gruesa tipo muletón.  Sobre ella se extiende la prenda. La parte superior puede abatirse, de manera que se subirá para introducir la prenda y se bajará sobre la base para plancharla. Es una placa metálica que se calienta mediante una resistencia. Tiene una serie de agujeros por donde expulsa el vapor generado en un calderín para facilitar el planchado de algunos tejidos. La eliminación de las arrugas se consigue gracias a la acción del calor, la presión de una parte de la prensa sobre otra y la impregnación con vapor.

Las máquinas que funcionan con el complemento de vapor suelen disponer de un calderín anexo. Este calderín contiene una cierta cantidad de agua que es calentada por medio de unas resistencias eléctricas. Al ser un compartimento estanco y producirse la salida por medio de una válvula manual que se encuentra en la plancha, este vapor sale con una presión de entre 2 y 4 atmósferas, que distribuye por todas las perforaciones de la plancha el vapor que genera el calderín, y se presiona sobre la prenda durante unos segundos.

PLANCHADO POR DIFUSIÓN DE VAPOR

Son equipos que cuentan con un calderín donde se genera vapor de agua, que será expulsado por un difusor plano hacia la prenda colgada en una percha o maniquí. No es necesario aplicar presión, ni tan siquiera tocar la prenda. El vapor sale muy difuminado desde una distancia de unos centímetros y va humedeciendo ligeramente el tejido, que por el propio peso va estirándose y alisándose. El difusor tendrá un mango largo para facilitar su agarre y poder realizar un movimiento desde arriba hacia abajo de la prenda.

Empleado sobre todo en tejidos delicados y que no precisan de pliegues o formación de rayas, como visillos, cortinajes y estores. Para planchar por difusión de vapor se cuelgan las cortinas, se lleva hasta allí el calderín de vapor portable, le acoplamos el difusor plano (similar al del aspirador) y aplicamos el vapor sobre el tejido a unos 5 cm de distancia, en pequeños tramos y de arriba hacia abajo.

CENTRAL DE PLANCHADO

Son unidades similares a las mesas de desmanchado y se constituyen como plancha a vapor y mesa de plancha. Cuando se construyen como una sola pieza, están provistas de mesa con pedal, toma de agua, generador de vapor y plancha eléctrica a vapor. Incluso, puede estar provista de pistola de desmanchado y pistola de vapor.

Son equipos con funciones aspirante, soplante y vaporizante. Constan de mesa de planchar, dotada de plato de 120x40x25 cm, pedalera o doble pedalera, plancha eléctrica de vapor en acero inoxidable. Puede tener generador de vapor e incluso servir para alimentar a otros equipos de planchado. La toma de agua es automática. Pueden tener otros complementos como brazo aspirante o soplante, pistola de vapor y pistola de desmanchado. Pueden contar con un sistema de regulación de la altura.

PLEGADORAS Y APILADORAS

Son máquinas que realizan tareas finales sobre la ropa limpia, con el fin de reducir su manipulación y que no se contaminen.

Las plegadoras suelen ir adaptadas a las planchadoras como medio de completar los procesos una vez que las prendas están secas. Este tipo de máquinas realizan el proceso de plegado mediante un sistema de  aire, combinado con rotación de rodillos, que permite realizar los pliegues de forma longitudinal o transversal.

Tras el secado y planchado se debe doblar la ropa para que no se arrugue. Esta tarea se puede hacer manualmente, pero implica la manipulación de la ropa limpia, con riesgo de contaminación cruzada. Por ello es recomendable el uso de plegadoras, que reducen el contacto de las manos con las prendas. Las plegadoras realizarán una o varias operaciones de doblado. Cuando realiza más de un pliegue, se alternarán los transversales y los longitudinales. Hay plegadoras pequeñas, para las prendas de menor tamaño como las toallas. Estarán situadas a continuación de la zona de secado y planchado. En prendas como las toallas, que no se planchan, tras su salida de la secadora serán colocadas por el trabajador de forma manual sobre la plegadora. La máquina las doblará para que abulten menos y puedan empaquetarse para su distribución.

Hay plegadoras de mayor tamaño, para sábanas, que irán acopladas a las calandras, para que a la salida de la máquina de planchado, la prenda pase directamente a la plegadora. Dado el gran tamaño de las piezas, pueden realizarse dos pliegues longitudinales seguidos de dos pliegues transversales.

Las plegadoras van seguidas de máquinas empaquetadoras, envolviendo en plástico las prendas para protegerlas durante su traslado o a lo largo del proceso de almacenamiento, hasta su uso, a modo de precinto. Las empaquetadoras son elementos mecánicos que introducen las prendas individualmente en bolsas transparentes, que facilitan la visualización del contenido durante el almacenamiento,  y las cierran.

Las apiladoras apilan las piezas de ropa a gran velocidad, una vez dobladas, pueden incorporar un tercer pliegue y están disponibles con pinzas rotativas y con lanzaderas. Una vez alcanzado el número de piezas seleccionadas, la pila formada avanza por una cinta de evacuación.

LA PLANCHA LIGERA O MANUAL

Similares a las domésticas. Son aparatos de pequeño tamaño. Tienen una base metálica que se calienta a través de una resistencia y entra en contacto con el tejido para transmitirle calor y eliminar las arrugas. Su uso principal es para el repaso de pequeñas prendas, o de zonas complicadas, repaso de botonaduras, cuellos, solapas, plisados, volantes, encajes, etc

Se limpian con agua destilada, el agua del grifo puede dejar restos de cal.

OTROS ELEMENTOS DE PLANCHADO

Maniquí: existen de diferentes tipos, para su empleo con pantalones, camisas, chaquetas, abrigos,… Los maniquíes son poco habituales en aquellos establecimientos que no disponen de una gran demanda de planchado o de limpieza en seco.

El maniquí ejercerá la tensión sobre aquellos puntos de las prendas en los que, normalmente, es la presión de la plancha la que actúa. En el caso de los pantalones, esa presión es ejercida sobre la cintura y una tensión sobre las perneras, para así adaptarla a la horma. La técnica empleada se basa en: la temperatura y el vapor.

EQUIPOS AUXILIARES

  • Contenedores plásticos tipo trolleys (polietileno): se utilizan para el depósito de ropa que proviene del vaciado de lavadoras o secadoras, y para su desplazamiento hasta los equipos de la siguiente fase. Tienen cuatro ruedas, dos de ellas giratorias. Los hay con capacidad de 250, 400, 600 y 800 litros.
  • Jaulas tipo rolltainer: Carros o jaulas móviles para el traslado de ropa limpia.
  • Carros de fondeo remontables: se utilizan para el vaciado de las secadoras. Cuenta con un sistema que, a medida que se vacía su contenido, va subiendo el fondo del carro.
  • Introductoras: sirven para agilizar la introducción de la ropa en la calandra. Consta de unas pinzas de agarre de las prendas que aseguran que las prendas entren rectas en los rodillos.
  • Empaquetadoras: introducen las prendas en bolsas plásticas transparentes para su protección, y las cierran. Empaquetan en diferentes tamaños.
  • Apiladores: Reciben las prendas dobladas y empaquetadas, y las apilan para su almacenamiento o distribución. Las funciones de plegado, empaquetado y apilado, pueden estar acopladas al tren de planchado.
  • Tumblers o máquina desliadora: para desenredar y  presecar la ropa.
  • Carros: En la zona de distribución se utilizan carros para el traslado de ropa limpia. Normalmente tienen estructura de tubo en acero inoxidable, con entrepaños. Disponen de ruedas, dos de ellas giratorias para su desplazamiento. Si se va a transportar a las unidades de destino, debe ir cerrado para evitar contaminaciones. Puede contar con puertas de apertura lateral para facilitar el acceso al contenido.
  • Sacos:
    • Autovaciado con 2 aberturas: superior e inferior.
    • Aéreo
    • Bolsas hidrosolubles (en agua entre 50 y 60º)
  • Contenedores: cuentan con una estructura de tubo de acero inoxidable con saco desmontable de tejido plástico, o bien es una estructura de plástico o resina. Tiene ruedas giratorias para poder desplazarlo. La capacidad será suficiente para contener la ropa y, aunque se fabrican en varios tamaños, los más habituales en una lavandería industrial son los de 300 a 400 litros de capacidad.
  • Mesas de clasificación: son muebles o encimeras que disponen de diferentes alveolos para depositar la ropa una vez clasificada. La ropa llega a la mesa de clasificación con ayuda de una cinta transportadora y, allí, una o varias personas efectúan su separación según tipos. Cada tipo de prenda se deposita en un saco o bolsa a través de los alveolos. Cuando uno de los sacos tiene el peso de ropa correspondiente a una carga de lavado, es retirado y sustituido por otro vacío. De esta manera se clasifica la ropa formando lotes para el lavado.
  • Cintas transportadoras: son elementos que ayudan al desplazamiento mecánico de la ropa que se va a clasificar. Existen diferentes tipos de cintas, dependiendo del sistema de transporte:
    • Cintas de banda: el sistema de transporte está formado por una banda continua que se mueve mediante dos rodillos en los extremos. Este sistema es el más utilizado para la clasificación de ropa.
    • Cintas de rodillos: la línea de transporte está formada por un conjunto de rodillos, uno a continuación de otro, que giran al mismo tiempo pero de manera independiente.
    • Cintas de tablillas: el sistema de arrastre está formado por una sucesión de tablillas paralelas.
    • Cintas elevadoras: el sistema ayuda al desplazamiento de la ropa hasta una zona más alta. Se puede utilizar para mover la ropa hasta la boca del túnel de lavado u otros equipos o para el traslado de ropa de una lavandería de estructura vertical.
  • Transportador aéreo para cargas pesadas: Es un sistema de raíles a través del que se mueven unos colgadores que soportan las bolsas con los lotes de ropa. Este sistema puede recorrer todas las instalaciones de la zona de sucio y servir como transportador de los lotes de ropa desde la zona de clasificación hasta la boca del túnel. Para este sistema se utilizarán sacos de polipropileno con abertura superior para su carga e inferior para su descarga.
  • Tolvas: conductos para transportar las prendas por efecto de la gravedad. Se usan en lavanderías de estructura vertical para que las prendas pasen de una fase a otra que se realiza en un nivel inferior.
  • Básculas: aparatos que se utilizan para pesar las bolsas de ropa sucia que llegan a lavandería. Hay diferentes sistemas: básculas que pesan las bolsas individualmente, equipos de suelo que detectan el peso de los carros cuando pasan por encima.
  • Mesas o bastidores base: son complementos utilizados en cualquier fase de la lavandería. Se utilizan para colocar la máquina o elementos de trabajo a una altura más cómoda para el trabajador.
  • Conveyor: cinta automática  dividida en compartimentos, encargada de introducir la ropa sucia en el túnel de lavado. Se denomina así también al aparato que sube la torta hasta las secadoras.
  • Elementos de limpieza de la calandra: mantas limpiadoras, mantas abrasivas, telas aplicadoras para ceras y pastas, cintas guía, cera para lubrificar cubetas, pasta lubrificante para cubetas…

MANTENIMIENTO DE LOS EQUIPOS

El uso continuado de los equipos y maquinarias de la lavandería conlleva un desgaste de las piezas, lo que puede provocar diferentes tipos de averías. Es necesario llevar a cabo un mantenimiento de todos los equipos para que funcionen siempre perfectamente y el proceso siga su curso con las mínimas interrupciones posibles.

Se debe elaborar un plan de mantenimiento acorde con los objetivos generales de la lavandería, es decir, que se mantenga la producción de ropa tanto cuantitativamente (kilos de ropa producida), como cualitativamente (ropa perfectamente limpia, con tejidos no deteriorados, y aspecto agradable y confortable). Para ello se fijará una periodicidad para las revisiones, se dispondrá de personal y recursos para reparar las averías y se tendrán en cuenta los costes de todo ello.

Objetivos del mantenimiento

  • Mantener la calidad del producto.
  • Reducir al mínimo los riesgos para usuarios, reparador y equipos.
  • Mínimo coste.
  • Obtener un buen rendimiento energético con el mínimo deterioro ambiental.
  • Fijar la periodicidad de las revisiones: determinar el número teórico de horas de funcionamiento.

Mantenimiento operativo: consiste en la reparación de las máquinas e instalaciones siempre que sea necesario. Se realizan las operaciones necesarias cuando surge un problema, esto es, no se puede planificar porque es inesperado.

Mantenimiento preventivo: consiste en realizar revisiones periódicas de las instalaciones, con el fin de cambiar piezas, reparar pequeños fallos, o realizar limpieza y engrase de las máquinas antes de que se produzca la avería. Este tipo de mantenimiento se planificará, fijando una periodicidad en función de los siguientes factores:

  • Vida media de las piezas: los componentes de los equipos tienen un tiempo de duración que el fabricante fijará para unas condiciones concretas de uso. Es posible que para ello sea necesario realizar labores de limpieza o engrase cada cierto tiempo (esto también hay que planificarlo). Antes de finalizar ese periodo de tiempo, las piezas se sustituirán por unas nuevas.
  • Cálculo de tiempos no productivos: para realizar las tareas de mantenimiento puede ser necesario para la maquinaria que se va a realizar. El tiempo empleado será el mínimo, por lo que conviene tener todo preparado, y saber perfectamente qué es lo que se va hacer.
  • Coste: no solo se debe tener en cuenta el coste de mantenimiento en sí, sino también el coste de los tiempos no productivos.

El mantenimiento preventivo debe llevarse a cabo en tres partes:

  • Revisiones: tareas destinadas a prevenir el deterioro de los equipos. Engloba los trabajos de limpiar, ajustar y engrasar.
  • Inspección periódica: las llevan a cabo técnicos especializados que comprobarán el buen estado de las máquinas. Tiene carácter diagnóstico y, si se detecta algún fallo, la empresa tiene la obligación de repararlo.
  • Tratamiento temprano: consiste en reparar o reemplazar determinadas partes o piezas, antes de que se genere una avería.

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